Sesenta y dos obras del padre de la escultura moderna llegaron a Chile en 2005 para una exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes. Repentinamente, una de ellas -El torso de Adèle – desapareció, dando paso a uno de los capítulos policiales del arte más recordados del país.
Pocas horas después, ya había un autoconfeso, pero la historia adquiría otro cariz. Quien se responsabilizaba era un joven estudiante, Luis Onfray, quien afirmó haber robado la pieza para demostrar que una obra de arte puede estar más presente… cuando está ausente.
Ése es el hito que revive Robar a Rodin (90 min., 2017), primer largometraje de Cristóbal Valenzuela.
La película, que obtuvo la Mención Especial en la Competencia de Cine Chileno del Santiago Festival Internacional de Cine 2017 (Sanfic) y el Premio a Mejor Documental Latinoamericano en el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar este mismo año, estará en la cartelera de la Cineteca Nacional de Chile entre el 2 y el 30 de noviembre, a las 19:00 horas en el Microcine.
La entrada general cuesta $3.000, mientras que adultos mayores, estudiantes y adheridos a convenios pagan $2.000. Además, habrá una función especial con cine foro, en el que el público podrá compartir con el equipo realizador el martes 7 de noviembre a las 20:15 horas.
Onfray afirmó que sus motivaciones fueron estéticas, lo que lleva a la película no sólo a reflexionar sobre este caso en particular, sino que también sobre el arte contemporáneo en general.
Por otra parte, la idea de Valenzuela de sumergirse en esta historia viene de hace años.
En el tiempo en que el joven Onfray robaba a Rodin por un par de horas, Valenzuela era estudiante de la misma universidad que el artista, Arcis, por lo que la historia llamó aún más su atención. “Ambas líneas, lo policial y la comedia, funcionaban como un vehículo muy interesante para hablar de temas como el arte contemporáneo, su función, la definición de arte y el rol de los artistas en las sociedades”, ha dicho el director.
Durante seis años, el equipo de la película investigó para encontrar a los involucrados en el episodio. Durante la realización, se encontraron con la negativa del Museo de Rodin de París, que siempre interpretó la película como una apología al robo.
Finalmente, el equipo logró hacer participar a abogados, artistas, teóricos de la época, además de al mismísimo protagonista.
Además, quienes deseen profundizar en la realización de esta cinta, lo podrán hacer en el cine foro dedicado a la película.
El público podrá escuchar y conversar con la productora e investigadora del proyecto, María Paz González, y con Romina Olguín, su directora de arte, el próximo 7 de noviembre a las 20:15 horas en la Sala de Cine. El espacio será moderado por el crítico de cine Joel Poblete.
Se trata de una instancia que la Cineteca Nacional de Chile abre constantemente con diversos realizadores, para estrechar la relación que hay entre ellos y el público.