Este fin de semana viajé a Punta Arenas y aproveché de visitar la Población Fitz Roy, que siempre conservé en mis recuerdos, quizás en forma obsesiva. Permanecí allí un par de horas recorriéndola de arriba abajo, confirmando las excelencias de las políticas públicas de vivienda , implementadas poer el Estado, a lo largo de la inolvidable década del 60.
La población tuvo su origen en uno de los numerosos concursos públicos de anteproyecto, convocados por la CORVI ([1]), el año 1960, que ganó la oficina TAU, integrada por los hermanos Julio y Gonzalo Mardones Restat, Sergio González, Jorge Poblete y Pedro Iribarne.
Nosotros, BEL Arquitectos, obtuvimos el segundo premio.
El resultado del concurso fue una nueva confirmación de la excelencia profesional alcanzada por la generación formada en la Escuela de Arquitectura de la U. de Chile, tras la radical reforma a los planes de estudio implantada a partir de 1946.
Ambas oficinas estaban integradas por compañeros de la misma generación. Manteníamos estrechos lazos de amistad y más aún. compartíamos oficina en un edificio ubicado en calle Villavicencio del barrio Lastarria. Competíamos fieramente en los concursos, pero celebrábamos por igual la victoria de unos u otros.
No olvidaré nunca la fiesta celebrando este éxito profesional, efectuada en nuestra casa de calle California, Providencia, como ocurrió con la mayoría de otras victorias o menciones obtenidas en los años siguientes. Además emprendimos en esos años, otro desafío en conjunto, como fue la edición de la Revista de Arquitectura AUCA.
Nada apagó la amistad y el respeto mutuo entre nosotros. Ni los años, ni el golpe militar ni el exilio.
El concurso de la Fitz Roy consultó un total de 316 viviendas destinada s empleados y 336 para obreros, en un modelo de integración social que sólo ahora en los últimos dos años está impulsando el MINVU. El terreno comprendía un total de 58 hectáreas, con lo cual se logró una densidad de 340 habitantes por hectárea.
El terreno tiene en su tramo sur una pendiente acusada, por lo cual la solución se asemeja de alguna manera a la tradicional arquitectura de los cerros porteños con vías peatonales que se transforman en escaleras.
Conforme a la concepción de Unidad Vecinal impulsada por la CORVI en todos sus conjuntos habitacionales, el proyecto reservó espacios para equipamientos comerciales y educacionales, así como para áreas verdes, plazas y juegos infantiles.
Para nosotros santiaguinos, Punta Arenas era en aquellos años finis térrea.
La conectividad era muy difícil: un vuelo aéreo de vez en cuando y por tierra, un largo viaje que debía penetrar a territorio argentino en su último tramo.
Dado nuestro desconocimiento de la zona, exagerábamos la caída de nieve, la intensidad de los vientos y las bajas temperaturas. Por tal motivo, la solución de TAU, propuso una fórmula de cuatro viviendas agrupadas con pareos por los muros del fondo y por lol costados. “Este módulo de cuatro viviendas, separadas por un muro de albañilería en cruz, – concebido de manera concentrada- permitía el mínimo de fachadas exteriores, una gran economía de costos en la construcción y una menor superficie de pérdida de calor, algo muy importante por las bajas temperaturas de la zona.” ([2])
“A la par, esta fórmula permitía la concentración de las instalaciones sanitarias, y la eliminación de los patios interiores, por la dificultad para evacuar la lluvia y la nieve, Al mismo tiempo, se producía una mayor distancia entre las fachadas, lo cual favorecía el espacio psicológico de aislación, la independencia visual y la valorización de los volúmenes”.([3])
Las techumbre con pendientes acusadas, permitieron crear un tercer nivel, en las viviendas de dos pisos, que de hecho se transformó en un plus del proyecto premiado.
Otro detalle relevante es la incorporación de la chiflonera, es decir, el espacio del ingreso, acusado en forma de un pequeño cuerpo de un piso, destinado a cortar la acción del viento al abrir la puerta de acceso. En este caso, las chifloneras enriquecen la expresión del conjunto mediante un interesante ritmo repetitivo.
Es una enorme satisfacción profesional constatar cómo es posible hacer ciudad, proporcionando a sus ciudadanos una alta calidad de vida, cuando es el Estado quién adquiere los suelos, define el programa de necesidades de equipamiento y de los diferentes tipos de vivienda. Es decir cuando la vivienda no es dejada en manos de la iniciativa privada, que inevitablemente vela por sus intereses y no por el bien común. .
Han transcurrido 54 años desde que se inauguró la población Fitz Roy y es admirable constatar como luce muy bella, aún en su edad madura.
El monolito que da cuenta de la inauguración del conjunto habitacional, construido con bastante rapidez.
El área central que articula todo el conjunto, y que en el extremo sur se transforma en escalera.
Los bloques de edificación continua, acusando el ritmo de las chifloneras.
Bloque de cuatro viviendas pareadas por el fondo y el costado. En este caso, la pendiente del terreno obliga a cambiar los niveles, lo cual se acusa en las ventanas alternadas.
[1]Arquitectura Moderna en Chile a través de La obra de TAU Arquitectos. 1954-1971.
Luis Silva Lara. Arquitecto. 2013.
[1]Arquitectura Moderna en Chile a través de La obra de TAU Arquitectos. 1954-1971.
Luis Silva Lara. Arquitecto. 2013.
[1]CORVI:Corporación de la Vivienda; una de las cuatro corporaciones integrantes del MINVU hasta 1976, cuando fueron fusionadas en lo que hoy se conoce como SERVIU:
[2]Arquitectura Moderna en Chile a través de La obra de TAU Arquitectos. 1954-1971.
Luis Silva Lara. Arquitecto. 2013.
[3]Arquitectura Moderna en Chile a través de La obra de TAU Arquitectos. 1954-1971.
Luis Silva Lara. Arquitecto. 2013.