Noviembre 16, 2024

Til Til no está solo

Til Til debe irse acostumbrando a ser lo que los poderosos inescrupulosos, tramposos y corruptos que usan y abusan del poder, decidieron.

 

 

Finalmente, en esa localidad solo viven personas que no tienen ninguna importancia.

De manera que terminará siendo un resumidero de la mierda que produce la política cultural del gobierno.

 

Que se pasen la pelota de unos a otros para intentar salvar la situación creada por el reclamo de la gente, es solo una pequeña demostración de que lo importante para ministros, intendentes y otras autoridades, es evitar que la prensa los sindique como los responsables legales de ese envenenamiento masivo que se impone. Nada más que eso.

 

Insistimos: los habitantes de Til Til, debieran abandonar su casas y tierras y para salvar sus vidas. Marcha atrás no habrá: los poderosos ya han tomado una decisión y eso implica obligar a los políticos a implementarla al costo que sea.

 

Eso que usted ve por la tele: ministros, subsecretarios, intendentes y otros funcionarios, dando explicaciones, citando la ley y anunciando estudios y reparaciones, es el chamullo debido al final de la cadena. Lo hecho, hecho está. Y no va a pasar nada.

 

Esto que se anuncia con una épica de escándalo, ha pasado miles de veces en Chile y seguirá pasando mientras haya un peso que ganar y un político corrupto que comprar.

 

Todas las minas significan una contaminación que no discrimina si hay niño o viejos. Toda fuente de energía emplazada incluso en medio de ciudades, genera contaminantes que producen cáncer, leucemias y otras enfermedades mortales.

 

Toda chimenea que expulsa venenos mata niños,  paisajes, animales y aguas. Y los relaves de las minas  penden sobre numerosos poblados como una amenaza permanente.

 

Complejos gigantescos en los que se procesan animales para su venta botan a diario miles de toneladas de desechos orgánicos que envenenan las guas, dejan en el aire el apestoso olor de la codicia, y miríadas de moscas hacen pebre la vida de la gente.

 

De la más pobre de la gente.

 

¿Las que fueron alguna vez las más prístinas aguas en el sur del país, del sur del mundo, no están ahora llenas de mierda , de súper bacterias, de mareas infectadas, de venenos, diezmada su flora y su fauna natural por la voracidad de los salmones que hacen ricos a un par de hijos de puta?

 

¿Acaso los acopios de miles de toneladas de minerales sobre los que luego construyen casas para, otra vez, los más pobres, no van a matar a pausa a esos niños que van a jugar en esa lomas venenosas?

 

Otros botadero de los que a veces se habla, pero muchas otras más veces se calla, están metidos, otra vez, hasta el cogote exactamente los mismos de siempre, son esos resumideros humanos con ascensores y vistas panorámicas.

 

Casas para pobres, arracimados en torres que se verán muy bonitas desde lejos, pero que no tiene ninguna escala humana que las sostenga.

 

Cuando se les acabaron las tierras de las orillas de las ciudades, arremetieron con sitios de veinte por veinte en donde elevaron sin límite edificios para amontonar gente a varias UF de dividendo al mes, por toda una vida.

 

Los efectos sociales de tanta gente viviendo junta, ninguna autoridad los midió siquiera como un ejercicio demográfico.

 

Para qué decir el impacto que esas mega poblaciones van a tener en los servicios ya desmejorados, el atochamiento infinito en las horas punta que ahora son todas las horas, en la estafa llamada Transantiago, pensando en la capital, y sobre todo en la convivencia diaria que cuando está abarrotada, tarde o temprano genera violencia.

 

El fracaso con perspectiva histórica de los que han hecho de este lindo país esquina con vista al mar una mierda de país, se puede medir a diario en estas inhumanas medidas que traicionan a la gente.

 

No puede ser ésta la alegría que venía, sino la ira que aún no avisa de su estallido. No se puede esperar otra cosa ante el atropello diario a las cuestiones humanas más básicas, como es vivir libres de moscas y de olor a mierda.

 

Como se ve,  Til Til no está solo

 

 

 

 

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