Villa San Luis: Monumento Nacional.
Sr. Director:
EL señor Lavín se pregunta si la declaratoria de Monumento Nacional de los bloques sobrevivientes del San Luis significa que nadie puede tocar estos edificios.
Añade lo siguiente: “Si es simplemente dejarlos como están, yo lo lamentaría mucho”.
El alcalde puede estar tranquilo. Un sitio de memoria no significa dejar los edificios como están. Significa que serán el soporte para que se pueda conocer la historia de lo que allí ocurrió.
Documentaremos el desalojo brutal en 1976, de mil familias modestas, que habían adquirido su vivienda en conformidad a todas las disposiciones legales vigentes a la época y trasladados a potreros alejados o a viejas viviendas del Ejército, ocupadas por personal de tropa de la institución, que pasaron a sustituirlos.
Documentaremos el desconocimiento de Pinochet al decreto de Bienes Nacionales de 1990, que le adjudicó los edificios sólo para uso habitacional del Ejército, ya que apareció públicamente vendiéndolos el año 1997 en 89 millones de dólares a la Inmobiliaria que demolió 23 de los 27 bloques existentes.
Restauraremos los edificios, transformando el lugar en un sitio de memoria didáctico, dedicado a advertir los riesgos que representa la segregación social urbana y a incentivar la interacción entre niños y jóvenes de ingresos altos y bajos, entre chilenos e inmigrantes o entre la diversas etnias que pueblan nuestro país.
También dejaremos algún testimonio del propósito de demoler los restos de las viviendas sociales más dignas levantadas en Chile.
Será el más bello lugar de la comuna. Un centro solidario impregnado de humanismo, tolerancia y fraternidad; atento a la vigencia de los derechos humanos; un oasis de luz, en media de las frías torres de cristal en su entorno.
Miguel Lawner Steiman, arquitecto
*Carta enviada al Director de El Mercurio
el Jueves 2 de Julio a las 16,30 hrs,
no publicada en las ediciones del Viernes 30
y Sábado 1º de Julio.