El ex capitán de carabineros Carlos Gaete Manríquez (foto de la izquierda) fue procesado por el delito de torturas por el ministro en visita para Crímenes de Lesa Humanidad Mario Carroza, quien ordenó también su arresto por la Brigada de Derechos Humanos. Se le imputa la detención ilegal y posteriores torturas del entonces estudiante de derecho de la Universidad de Chile Roberto Ávila Toledo (foto de la derecha) el 1 de Mayo de 1983.
El oficial conocía a este último pues eran compañeros de universidad. El capitán Gaete, al igual que otros carabineros, ingresó a la universidad de Chile en razón de un convenio existente entre carabineros y la universidad, entonces con rector militar impuesto. Ávila ha sostenido permanentemente en el proceso que ese “convenio” fue una tapadera para ingresar una red de soplonaje a la escuela de derecho.
El 1ero de Mayo de 1983 se convocó a una manifestación opositora al gobierno militar en la Plaza Artesanos en el sector Mapocho de la ciudad de Santiago.
Como respuesta a esa actividad carabineros reprimió con el uso de la fuerza a quienes concurrieron. Luego de la acción de carabineros se sumaron grupos paramilitares de civiles que fueron conocidos como “los gurkas”. La represión fue especialmente violenta y tenía por objeto intimidar a los participantes en este tipo de manifestaciones públicas que comenzaban a propagarse por todo el país.
A una cuadra y media de la Plaza Artesanos el entonces capitán Carlos Gaete Manríquez, que comandaba un piquete de carabineros de la prefectura norte, en presencia de múltiples testigos, ordenó la detención de Roberto Ávila a quien conocía por ser compañeros de universidad y que se encontraba en un paradero de micros.
Luego del arresto de Ávila el oficial Gaete se le acercó y despojándose de su casco antimotines le instó a no negar su participación y le recordó con groserías y golpes que le conocía de la escuela de derecho de la Universidad de Chile. Luego dio el nombre completo de Ávila y algunas claves a través de la radio de comunicaciones de un vehículo policial. Esta información precisa, de la que disponía el oficial sin ser compañero de curso, delataba el trabajo de inteligencia y soplonaje que se realizaba en la universidad.
A sus órdenes un carabinero le trasladó con esposas a un vehículo de carabineros conocido como el “carnicero” que se encontraba en la Plaza Artesanos. En el trayecto le aplicó violentos golpes de luma que ocasionaron los reclamos y abucheos de quienes observaban. Los golpes dejaron secuelas hasta el día de hoy según acredita informe del Servicio Médico legal.
Luego que el camión, conocido como “el carnicero” se llenara de detenidos estos fueron dejados en la primera comisaría de Carabineros de Santiago. Allí al detenido se le tomaron huellas digitales, fotografías y se grabó su voz. Fue sacado por sujetos de civil. Vendado se le trasladó a la 22 Comisaría de carabineros de Quinta Normal, que ese día sirvió de centro de detención de opositores al régimen militar. En la ocasión llegaron micros con detenidos a esa unidad, los que fueron golpeados a la vista de todos por personal de la CNI que componían hombres y mujeres.
Allí le interrogaron y torturaron de acuerdo a los brutales procedimientos que eran habituales en dictadura. Se le interrogó acerca de las actividades de opositores al gobierno en la Escuela de Derecho y de la Universidad de Chile de lo cual la represión contaba ya con bastante información acopiada..
Luego de las duras horas de brutal interrogatorio se le devolvió la primera comisaria de carabineros y dejado en el gimnasio donde se encontraba una gran cantidad de detenidos allí fue visto y conversaron varios de ellos que han declarado en el proceso dando razón de sus dichos.
Estos hechos fueron denunciados por Ávila en la prensa hace algunos años sin haber sido nunca desmentidos por el querellante. Luego presentó una querella por el delito de torturas en la que asumió su propia representación. En la investigación que lleva dos años se logró reunir pruebas suficientes para procesar y ordenar la detención del ex capitán de carabineros.
El querellado Carlos Gaete Manríquez participó activamente en la represión política vivida durante el régimen militar. En efecto, consta en el expediente en un escrito dirigido a la superioridad de Carabineros haber sido oficial a cargo de la custodia de detenidos en El Estadio Nacional, el Estadio Chile y Villa Grimaldi.
Luego en su hoja de vida figura sanción al haberse apropiado de un automóvil perteneciente al Partido Comunista y en específico del dirigente Samuel Riquelme. Fue también condecorado por méritos el 11 de septiembre con la distinción en grado de Estrella de Honor.
Paradójicamente, aunque no tanto si consideramos la naturaleza de nuestra transición, a pesar de este curriculum y del hecho de haber sido dado de baja por mala conducta en carabineros que incluyó apropiarse de productos de vendedores ambulantes y escándalos en night clubs, consiguió se le calificara como “exonerado político” por el ministerio del Interior y percibe una millonaria jubilación. Ha ocupado también diversos cargos de confianza en los gobiernos de la concertación bajo el amparo de una súbita y conveniente “militancia” en el partido radical. Se convirtió a la democracia el capitán Gaete o sigue trabajando?, sólo él y sus superiores lo saben.
En todo caso al momento de su detención por la Brigada de Derechos Humanos de la PDI, que se acaba de practicar, su actitud prepotente volvió a dar luces de cómo fue su comportamiento cuando el aprehensor era él y obligo a un necesario engrillamiento.