La memoria no es olvido. Se insiste a que se olvide el pasado… El Mercurio, misericordioso con los dictadores y cruel con los demócratas, en sus textos, tan eclesiásticos, alaba las palabras de Pinochet: “Es preferible olvidar”.
El descuidero detrás de su víctima deja al descubierto todo su síntoma de “cleptómano. Evita la verdad y cierra el pasado. El cliché de la hipócrita es inmenso acústico y perverso.
Es curioso leer los periódicos y encontrar la noticia que el Poder Judicial haya decidido investigar las masacres de millares de chilenos y de Salvador Allende , cosa que no se logró en el tiempo de la Concertación. Para el Mercurio los crímenes de Pinochet no son para llevarlos al tribunal, cuando escribe: “¿Quién tiene la razón? ¿Pinochet o el Poder Judicial? ¿Es mejor el olvido o la memoria?”
Da la impresión que los pensadores del diario ultra, aplaudan el derecho de asesinar un pueblo para salvar el país. No hay arrepentimiento, el reconcomio es a la inversa: Pinochet abogó por el olvido, y el Mercurio esgrime la necesidad de olvidar para que las manchas de sangre rociada en el suelo chileno se vuelva bandera de “paz social”. Falta honradez, y el desasosiego de los seguidores pinochetistas temen, eso se nota en los artículos que escriben, que la investigación del poder judicial llegue mucho más lejos de lo que se ha pensado.
Desdibujar y, al mismo tiempo, erradicar la verdad, pues, se atenta contra la historia de Chile. Es legítimo que todos los hombres miren hacia atrás para no cometer los crímenes que se llevaron a cabo bajo la junta militar y con la ayuda intelectual del mismo Mercurio. No hay penitencias para la derecha pero si represión contra los pobres de la patria. No hay remordimientos… el peligro es arrojar la verdad a las llamas y, borrón y cuenta nueva.
Chile y su memoria no deben comenzar de cero. Vale la pena recordar las víctimas, a cada rato, cada cierto día, a una hora, en un parque, cementerio, plaza, escuela, aulas de la Uni y clubes deportivos. No es para malgastar el tiempo, sino que es para que Chile avance y se vaya transformando en una sociedad libre y soberana.
Todos temen que las investigaciones judiciales saquen a la luz otros crímenes… Esperamos la verdad y, junto a todos los familiares de los desaparecidos, exista una condena para los culpables que han llenado de penas un pueblo que tuvo un demócrata enemigo y que fue preferido por un dictador amigo.
Godosky