En abril, la aprobación a la gestión de la presidenta Bachelet llega a 28%, la mejor evaluación en los últimos doce meses, un alza de 3 puntos porcentuales por encima de lo obtenido en Marzo (25%). Esta mejoría, por tercer mes consecutivo, puede ser descrita ya como una tendencia, que viene a repetir lo observado en el período de cierre de los mandatarios, sin excepción desde el final del gobierno del presidente Ricardo Lagos en 2005.
Respecto a las preferencias espontáneas para las elecciones presidenciales de noviembre próximo, Sebastián Piñera se mantiene en el primer lugar con un 24% de preferencias (3 puntos menos que el mes anterior). En el segundo lugar se ubica Alejandro Guillier con 19% (una baja de 4 puntos), mientras que en el tercer lugar irrumpe Beatriz Sánchez con 11% de las preferencias, una inédita alza de 9 puntos respecto al mes anterior. (Cabe mencionar que su pre-candidatura se manifestó públicamente sólo hacia finales del mes de marzo). Más abajo, el ex presidente Ricardo Lagos y Franco Parisi comparten el cuarto lugar con 3% cada uno de las preferencias. Carolina Goic mantiene el 2% de preferencias observado en meses anteriores, mientras Manuel José Ossandón baja de 4% a 2% en este mes.
La sorprendente irrupción de Beatriz Sánchez, desde el denominado Frente Amplio, sin duda viene a modificar un escenario electoral que, hasta el mes anterior, aparecía bastante estabilizado. La aparición de una alternativa significativa (sobre el 10% de preferencia espontánea), ubicada políticamente hacia la izquierda de la Nueva Mayoría sin duda corresponde a un fenómeno más global que ya se ha visto en los procesos políticos de España y más recientemente de Francia. El apoyo de Sánchez se identifica mayoritariamente con jóvenes provenientes de niveles socio-económicos medio y alto, típicamente estudiantes de la educación superior.