Sr. hijo de su papá:
Ud. se ha negado a presentarse en la Comisión de la Cámara de Diputados que investiga los últimos negocios de su familia, y de su papá, candidato a la Presidencia de la República.
Tal vez Ud. tenga razón. Puede ser sólo un circo.
Pero Ud. no negará que, en atención a sus negocios (Ud. es parte de uno de los más grandes conglomerados económicos del país) y a las relaciones que Ud. tiene con alguien que fue Presidente de la República y aspira a serlo por segunda vez, debería Ud. responder ante el país, para transparentar la relación entre política y negocios, las preguntas que no sólo a mí se me ocurren, como periodista, sino a la inmensa mayoría de los que aquí vivimos.
Mire Ud. lo que afirmó su papá recién el año pasado.
“Creo que es muy importante que los paraísos fiscales desaparezcan porque muchas veces se utilizan para actividades reñidas con la ley y con la moral, como lavado de dinero u ocultamiento de dineros que proceden del narcotráfico o el crimen organizado”. (Sebastián Piñera en Encuentro Internacional contra Paraísos Fiscales presidido por el Presidente Correa, Quito, 2016)
Preguntas lógicas: ¿Por cuál de estas razones su empresa se domicilió en un paraíso fiscal y desde allí aún opera? ¿Ud. tiene actividades reñidas con la ley? ¿Ud. tiene actividades reñidas con la moral? ¿Lava Ud. dineros? ¿Oculta dineros? ¿Sus dineros proceden del narcotráfico o del crimen organizado? ¿O todas las anteriores? Son las preguntas que debemos hacer, sin ánimo de ofenderlo y de acuerdo a las claras afirmaciones de su papá.
Atte.
Santiago, abril de 2017.