Noviembre 15, 2024

Diez razones por las que el 8 de marzo no es una fiesta

El Día Internacional de la Mujer se presenta como una oportunidad mundial para luchar por la igualdad entre hombres y mujeres, condenar y acabar con la violencia machista y también, para celebrar el poder de cambiar la realidad

 

Más allá de la fecha, para erradicar la discriminación y la desigualdad de derechos que afectan a la mujer, se necesitan políticas de Estado y una gran movilización de toda la sociedad durante años. Los avances logrados en Cuba son un ejemplo. (NR)

 

 

 

Son muchas las razones para manifestarse en el Día Internacional de la Mujer. Aunque la lucha contra la violencia sexista, actualmente, goza de prioridad máxima, ya son 21 las víctimas mortales, existen otros muchos motivos por los que salir a la calle a manifestarse o incluso realizar el ‘paro de cuidados y de consumo’ que defienden muchas asociaciones feministas.

 

-Luchar por obtener una igualdad plena, especialmente en lo que a los derechos laborales se refiere. Hoy, la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo demasiado alta, en torno a un 30% de diferencia. Por otro lado, el paro se ceba con las mujeres, pues afecta a más del 20% de la población femenina. Además, la presencia de las mujeres en determinados sectores profesionales y, sobre todo, en los altos cargos continúa siendo muy escasa.

 

-Evitar que continúe la feminización de la pobreza. Lamentablemente, el número de mujeres que viven en situación de exclusión y pobreza es tremendamente alto y factores como el paro y la desigualdad seguirán favoreciendo que dicha cifra se mantenga y  aumente.

 

-Perseverar en la batalla por los derechos sobre el propio cuerpo, como el derecho al aborto o a rechazar la maternidad subrogada.

 

-Exigir la protección de las mujeres contra la violencia machista, que en menos de tres meses ya se ha cobrado la vida de 21 víctimas en nuestro país. Otros cinco casos están siendo investigados. Es necesario adoptar una política que proteja más y mejor a las mujeres que denuncian este tipo de violencia, que supone un tremendo lastre en nuestro país.

 

-Concienciar a toda la ciudadanía sobre la necesidad de denunciar cualquier tipo de violencia machista o malos tratos: (gritos, maltrato psicológico físico, control del móvil,  redes sociales, vestimenta o amistades…)

 

-Reclamar la imposición de las políticas necesarias y adecuadas para la prevención de la violencia machista, haciendo especial hincapié en la educación, pues resulta alarmante cómo jóvenes y adolescentes se exponen al riesgo de este maltrato.

 

-Evitar que continúe la feminización de numerosos conceptos y profesiones, como es el caso de los cuidados. Cuidar a familiares, hijos o pareja es una tarea que se considera casi exclusivamente ‘femenina’, y debemos  cambiar esta apreciación, para que dicha labor sea más valorada. Por ello numerosas asociaciones feministas hacen un llamamiento para que se realice un ‘paro de los cuidados’ durante  una hora.

 

-Condenar la situación que se vive en otros países donde los Derechos de las mujeres son nulos o ínfimos y en los que, sin ayuda internacional, será casi imposible obtener algún tipo de cambio. Sociedades y culturas en las que siguen realizando atrocidades como la ablación, en las que se justifica la violación o en las que las mujeres no pueden gozar de derechos básicos, deben ser intervenidas aceptando, entre otros, la Declaración de los Derechos Humanos.

 

-Celebrar lo mucho que ya se ha conseguido en muchos territorios gracias la lucha de hombres y mujeres, que en algún momento de la historia han querido cambiar la realidad, como las sufragistas de los siglos XIX y XX.

 

-Recalcar que no estamos solas y que juntas podemos conseguir mucho más. Más derechos, más igualdad, protección, empoderamiento…

 

 

 

*Periodista, especialista en Información Internacional en Países del Sur.

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