Noviembre 18, 2024

Sorpresas en el camino

Alberto Mayol se  apresuró en dar tranquilidad al gran empresariado señalando que el mercado debe seguir jugando su papel. “No desmantelaremos todo”, aclaró y hasta citó como  modelo competitivo de la banca privada a  las Cajas de España olvidando los problemas que éstas han generado. En el estilo autosuficiente que caracteriza al personaje se refirió al “gatopardismo” de la Nueva Mayoría, aseguró que “Cuba es una dictadura” y, obviamente, lanzó sus críticas a Salvador Allende. Este fin de semana debí viajar al sur ; mientras avanzaba por el largo camino diversos hechos y noticias contrastaron con la calma y belleza  del paisaje. La primera sorpresa fue comprobar que las gigantescas cartografías conjuntas de los senadores por Maule, don Manuel Matta de la DC y don Hernán Larraín de la UDI, instaladas hace años más menos a la altura de Linares a Parral, no sólo continúan por allí sino que han actualizado sus textos de repudio en contra de las reformas impulsadas por el actual gobierno de la Nueva Mayoría.

 

 

El fuerte rechazo a la reforma tributaria , a la reforma laboral y al cambio del Código de Aguas de la dictadura son la tónica actual. La pregunta surge inevitable : ¿cómo entender esta actitud conjunta tan reaccionaria y derechista, de un senador de  la Democracia Cristiana, integrante del gobierno que impulsa esos cambios de conjunto con un  senador de la UDI fiel a la dictadura y al injusto modelo que se trata de cambiar? ¿Cómo explican esa inexplicable alianza los altos dirigentes de ambos partidos? ¿ Y qué medidas se adopta?

Mientras tanto, otra noticia : las radioemisoras dan cuenta del estado terminal de Agustín Edwards, uno de los principales responsables de la sedición que condujo al golpe de Estado en Chile de 1973 y al genocidio desatado, en muchos de cuyos crímenes debe además consignarse que los periódicos de la cadena de El Mercurio fueron cómplices o encubridores ( caso Marta Ugarte, caso de los 119, etc, etc.) La noticia de su probable fallecimiento hace posible que, como ya nos ha sucedido en otros casos, el lamentable personaje se salve del procesamiento y condena que jurídicamente correspondería aplicarle. Me refiero a la querella que, por mandato de las agrupaciones nacionales de familiares de detenidos desaparecidos como de ejecutados políticos, iniciáramos hace unos años junto al inolvidable colega Alfonso Insunza.

No sería el primero de los querellados en ese juicio que se va sin sentencia. La edad de los inculpados, el paso del tiempo así como la lentitud propia del proceso penal antiguo, el del Código de Procedimiento Penal que es el aplicable en la especie por la fecha de los ilícitos, explican la situación. Debe agregarse a lo anterior el escaso número de jueces de dedicación exclusiva a cargo de los más de mil 300 procesos judiciales en curso por los delitos de lesa humanidad perpetrados por la dictadura.

Edwards  no es el primero y seguramente no será el único que escape al juzgamiento. No hace tanto falleció otro, aquel que no titubeó en afirmar en septiembre del 73 que “entre una dictadura comunista y una dictadura militar me quedo con esta última ”.   No fue lo único que dijo y que hizo y los abundantes antecedentes son de sobra conocidos.

Pero Agustín Edwards es un caso especial. Fue un golpista histórico que ya estuvo presente, él y su periódico, en el golpe en contra del presidente constitucional de Guatemala, Jacobo Arbenz, promovido por EEUU y la CIA en 1954 ; al menos desde esa fecha constan los vínculos del sujeto de marras con el gobierno norteamericano y sus aparatos militares y de inteligencia.

No ha de extrañarnos por tanto que, como él mismo ha reconocido en la investigación judicial actualmente a cargo del juez don Mario Carroza, a pocos días de la victoria electoral de Salvador Allende y antes que éste asumiera la presidencia, haya viajado a reunirse con las autoridades de la CIA. Edwards ha sido sometido incluso a careos como el que tuvo lugar con el destacado investigador norteamericano Peter Kornbluth hace un par de años.

Su papel en la  creación y desarrollo de esa nefasta entidad que fue la “Cofradía Naval” es otro  dato de la historia. En fin, éstas parecen ser las últimas horas del individuo que siempre se las arregló para influír en organizaciones y personas incluso de cierta impronta “progresista” como el caso de “Paz Ciudadana”.

Pero las sorpresas continuaron a lo largo del trayecto y así fue que nos enteramos de la proclamación a la presidencia de Chile de Alberto  Mayol por el llamado Frente Amplio, grupo que hasta no hace mucho proclamaba su signo izquierdista.

La verdad tuvo su hora antes de lo esperado, pues su flamante candidato, hijo de uno de los principales ideólogos de la UDI y de la dictadura, se  apresuró en dar tranquilidad al gran empresariado señalando que el mercado debe seguir jugando su papel. “No desmantelaremos todo”, aclaró y hasta citó como  modelo competitivo de la banca privada a  las Cajas de España olvidando los problemas que éstas han generado. En el estilo autosuficiente que caracteriza al personaje se refirió al “gatopardismo” de la Nueva Mayoría, aseguró que “Cuba es una dictadura” y, obviamente, lanzó sus críticas a Salvador Allende.

Flor de candidato para una agrupación supuestamente de avanzada. Pero mejor es saber de una vez la realidad concreta ; aunque en rigor estas “sorpresas” del camino no son tan sorpresivas. La realidad es como es……. Por eso hay que luchar por cambiarla.

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