Ya es cuestión definitiva. Los actuales líderes políticos no han aprendido nada, no han querido hacerlo. Tampoco asumen sus errores y, lo que es más grave, no los dimensionan.
Van a seguir tozudamente aplicando el mismo predicamento que les llevó – a ellos y a la acción política- a un nivel de desprestigio imposible de soslayar. El desdén que sienten por la gente (por el pueblo, por el electorado o como usted quiera llamar, amigo lector, a la sociedad civil chilena) es innegable, y se nota en muchas de sus acciones, tanto como en algunas de sus declaraciones y comentarios.
Los últimos años han sido fructíferos en enseñanzas respecto del mundillo político. Cada semana, y a veces cada día, los chilenos son sorprendidos con informaciones que apuntan a inmoralidades e ilícitos cometidos por diferentes actores y dirigentes de ese segmento. El desfile de políticos por los tribunales de justicia ha sido una constante en los noticieros centrales de radios y canales de televisión, pese a que en este último caso (la televisión) quienes tienen a su cargo el despacho de las noticias han sido más que contemplativos con los ladronzuelos de cuello y corbata, pues minimizan (cuando no omiten) las ‘hazañas’ de los susodichos. ¿Contemplativos, pusilánimes o… cómplices? La ‘galería’ tiene una clara opinión: cómplices, definitivamente.
La autocomplacencia de algunos políticos alcanza su grado máximo si se trata de ex Presidentes de la república, como Ricardo Lagos Escobar y Sebastián Piñera Echeñique, quienes transitan terrenos donde habita la mentira, y lo hacen con tal desparpajo que uno se obliga a pensar que ellos consideran que los chilenos pertenecen a una tropa de ingenuos e ignorantes, y en caso de no ser esa la respuesta surge entonces una razonable duda respecto de la salud mental de los mencionados ‘líderes’. La mitomanía es una enfermedad, sin duda. Estos dos presidenciales del duopolio sustentan en ella su accionar político.
A lo anterior, súmese la soberbia que acompaña muchos de sus actos y presentaciones. Dejan claro que de acuerdo a sus propias opiniones no hay en Chile persona alguna que pueda ocupar el cargo que ellos pretenden. Son los iluminados, los faraones, los seres transparentes procedentes del Olimpo. Si Luis XV, el año 1774, poco antes de fallecer expresó la frase que pasó a la posteridad: après moi, le déluge (después de mi, el diluvio), por estos rumbos criollos aparecieron imitadores que desean mejorar el dicho. Obvio, nuestros ‘monarcas’ expresan comentarios tan inaceptables como el del rey franchute; lo
hacen frente a una audiencia que mayoritariamente cuenta con educación media y, en muchos casos, con estudios universitarios. Si Luis XV supiera esto, empalidecería de vergüenza al sentirse sobrepasado en su divina indolencia.
Hace algunos días, en un programa emitido por Radio ‘La Clave’, dos periodistas –Beatriz Sánchez y Fernando Paulsen- entrevistaron en directo a Ricardo Lagos. Allí, el presidenciable del PPD tuvo que tragar la medicina anti veleidad, a disgusto por cierto, y se notó en la transmisión. En un momento de la entrevista Lagos le enrostra a Paulsen el no preguntarle respecto de las Fuerzas Armadas, a lo que el periodista contestó que podía preguntarle “25 cosas sobre lo que pasa en las Fuerzas Amadas”. Y se produjo el siguiente diálogo reproducido por “El Mostrador” en su página web:
< Lagos: “Me las puedes preguntar, pero lo que está claro es que no son actores políticos los Comandantes en Jefes, porque lo que está claro es que ahora la autoridad del poder civil sobre las Fuerzas Armadas es nítida, clara y nadie la discute”.
<Entonces, Beatriz Sánchez fue más allá y manifestó: “Perdón ex Presidente, con todo respeto se lo digo, cuando uno mira lo que pasa hoy día con las Fuerzas Armadas -voy al Ejército específicamente- cuando hay un aprovechamiento, un robo al Estado de millones de dólares de un fondo que todavía no se discute en Chile, que es este fondo que viene del cobre para las FF.AA. para comprar armamento, cuando se descubre ese fondo y el ministro de Defensa casi no habla del tema y el Comandante en Jefe del Ejército ni siquiera se le ocurre renunciar o lo sacan frente a este escándalo, yo no veo que haya realmente una postura civil fuerte frente a las Fuerzas Armadas”.
<A continuación, la periodista preguntó: “¿Cuándo en este país vamos a conversar sobre las pensiones en las Fuerzas Armadas?. ¿Cuándo vamos a conversar sobre el sistema de salud que es distinto al resto de los chilenos?”
<“Si no se quiere conversar es porque no se quiere pisar los callos a ese sector. A mi no me queda la idea de que todo el aparato civil esté por sobre las Fuerzas Armadas hoy día”, concluyó.
<Lagos contestó la arremetida señalando que “(estos temas) hay que abordarlos. Pero lo que nosotros hicimos fue subordinar las FF.AA. al poder civil. Lo que nosotros hicimos fue atrevernos a plantear el tema de prisión política y tortura, que ningún país lo ha hecho. Ningún país ha conformado la Comisión Valech”.
<Sánchez no dejó pasar la oportunidad y reclamó: “No hay total verdad”.
<“Nunca tendrás total verdad de lo que pasó en aquellos años oscuros. Pero aquí se avanzó y se avanzó en serio. ¿Cuántos le dicen no al ex Presidente Bush en la guerra de Irak? Estamos orgullosos de lo que hicimos, estamos conscientes de que hubo errores”, respondió Lagos con cierto tono de auto complacencia>>.
Según Lagos Escobar sólo en Chile –y gracias a la Concertación- se planteó el tema de prisión política y tortura, lo que equivale en gran medida a asegurar que solamente en nuestro país hubo reconocimiento ‘oficial’ de esos actos y una posterior estructura de juicios.
Pareciera que don Ricardo continúa con el predicamento de que todos los chilenos son iletrados e ignorantes a fuerza de realities y teleseries, lo que le permite pontificar utilizando cualquier argumento y seguir suponiendo que nadie le saldrá al paso para corregirle. Ello le otorga certezas ficticias respecto al pensamiento público sobre eventos lamentables habidos durante su administración, tales como el Transantiago, las modificaciones que permitieron a las AFP’s cargar al cliente los costos de sus propias metidas de pata, las concesiones leoninas (para el usuario) de carreteras y vías entregadas a empresas extranjeras, el incremento insoportable de la brecha económica debido a la pésima distribución de la riqueza, el robo brutal cometido en el caso bautizado MOP-GATE, la insoportable faramalla mediático-política-económica ejecutada con el fallido renacimiento del tren al sur, los miles de estudiantes sometidos a una larguísima asfixia económica gracias al CAE (gran negocio para la banca, una vez más), etc., etc., asuntos todos que don Ricardo llama “algunos errores”, así, con minúscula, como si se tratase sólo de detalles carentes de importancia.
Dejemos a Ricardo Lagos Escobar y veamos lo que ha venido realizando política y económicamente Sebastián Piñera Echeñique, hoy muy complicado judicialmente debido a su participación en el caso conocido como Bancard-Exalmar, cuestión que para muchos chilenos deslinda con una traición a la patria.
En realidad, no constituye despropósito decir que la mayoría de los últimos negocios realizados por Piñera –o por sus representantes- son fronterizos a la ilegalidad. No sólo aquellos efectuados en Chile, sino también algunos de los concretados en el exterior, como es el caso de LAN en Argentina, ya que allí Piñera fue imputado por la justicia acusado de coimear al gobierno durante la administración de Néstor Kirchner.
Lo último, lo más reciente de esta larga lista de negociados turbios no se remite al caso Bancard-Exalmar, donde Piñera, en ese entonces Presidente de la República, a través de sus hijos y de un amigo, efectuó la compra de acciones en la empresa peruana Exalmar, empresa que concentraba sus labores precisamente en la zona en litigio que el tribunal de La Haya finalmente dirimió en beneficio de Perú. No, pues, lo más reciente que se sabe de los negocios de don Sebastián dice relación con dos proyectos mineros, cuestión que fue develada gracias a una investigación periodística realizada por Radio Bio-Bio.
Sobre este “último negociado” de don Tatán, la página web “Gamba.cl” publica lo siguiente:
<<Una completa investigación de Radio Bío Bío, denunció los intereses que tenía Piñera cuando en el año 2010 anunció la bajada de la Central Termoeléctrica Barrancones: Su familia era una de los principales accionistas de un negocio que pretendía instalarse en el mismo sector con Minera Andes Iron, la sociedad matriz de Minera Dominga. Todo esto, en una operación por más de 6.765 millones de pesos. Estamos hablando del segundo escándalo de corrupción de Piñera revelado en la semana, luego que apareciera un correo clave que comprueba que él y su familia estaban al tanto de las inversiones que Bancard realizaba en Perú mientras era Presidente.
<<Sebastián Piñera llevaba apenas seis meses como Presidente de Chile cuando el 26 de agosto de 2010 anunció que la Central Termoeléctrica Barrancones ya no iba más. Aunque sólo dos días antes la Corema de Coquimbo había aprobado el millonario proyecto energético que la empresa franco-belga Suez Energy (actualmente Engie) pretendía construir y operar en la costa de la IV Región, él, con sólo una llamada telefónica desde La Moneda, pactó con los representantes de la firma su retirada y la búsqueda de una nueva locación para reinstalarse.
<<Lo que no mencionó Piñera en esa oportunidad -ni en ninguna otra- es que él, sus cuatro hijos, dos de sus ejecutivos de mayor confianza y un amigo cercano, tenían profundos intereses comerciales en la zona donde se instalaría la termoeléctrica. Todos formaban parte de un proyecto que se venía gestando desde hacía más de un año, que por esos días agarraba fuerza y que sólo unos meses después empezaría a tramitarse en el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA). Cuando el Presidente bajó Barrancones, su familia era uno de los principales accionistas de Minera Andes Iron, la sociedad matriz de Minera Dominga. Nada de ello aparecía en sus declaraciones de patrimonio e intereses.
<<Radio Bío Bío rastreó publicaciones en el Diario Oficial y distintos documentos en notarías y el Archivo Judicial que dan cuenta de que en la génesis del proyecto minero y portuario Dominga, Sebastián Piñera fue clave: no sólo tenía inversiones allí; él y su familia eran los socios mayoritarios>>.
Paso a pasito va saliendo al aire la verdad, pues durante semanas el candidato derechista desmintió estas informaciones… ahora que la Fiscalía se apresta a interrogarlo, él se apresura en afirmar que esos negocios sí existieron, pero que eran “totalmente legales”. Tan ‘legales’ no deben haber sido, ya que dos de sus más importantes competidores internos en el escenario de la derecha, sus compañeros de ruta, Manuel José Ossandón y José Antonio Kast, han manifestado tener serias dudas respecto del accionar de Piñera.
Pero, ahí está don Sebas…. insistiendo en que él es puro y casto en materias legales, además de auto convencerse ser la ‘solución para Chile’, pues alardea diciendo que gracias a su gobierno (2010-2014) el país creció, y que la gente –incluso la perteneciente a los quintiles menos favorecidos económicamente- le impetran regresar a la Moneda.
El duopolio nos presenta una oferta de dos dioses, dos monarcas sudacas, para continuar usufructuando del poder y de la corrupción. Una de esas ofertas proviene del mundo académico devenido en lacayo del mundo patronal. La otra oferta proviene del mundo financiero, específicamente del sector de los especuladores que no se detienen en asuntos morales ni sociales a la hora de seguir enriqueciendo sus faltriqueras. Ambas ofertas se igualan en veleidad, en soberbia… y en hacer de la mitomanía una acción de gobierno.