Ellos ignoran la esclavitud de la rutina y rechazan cualquiera coyunda que se les quiera imponer. Sus ojos miran el amanecer. Sus manos esparcen semillas fecundas en surcos vírgenes, como si la historia comenzara cada vez que una generación envejece y reemplazan su idearios por basteardados apetitos de los insaciables de siempre: la clase oligarca empresarial farisea agrícola/citadina sofofa y su testaferra burguesa clase politicastra, la vida pública se abisma en la inmoralidad, la corrupción, la impunidad y la violencia. En esa hora deben los jóvenes conscientes, empuñar la antorcha y pronunciar el verbo.
Es hora del cambio, de erradicar la odiosa plutocracia manejada por la taifa farisea sofofa, junto a la especulación financiera de los bancos usureros y las compañías de “seguros”. En esa patética realidad quiénes no naufragan por la corrupción, la inmoralidad, la impunidad y la indigencia educacional/cultural, escollan con el trabajo rutinario y embrutecedor. Es hora de regenerar el mundo moral, en ellos ponen su esperanza los Pueblos que anhelan ensanchar los cimientos de la justicia. Pensando en un modelo de sociedad a escala humana, libre, culta, soberana, socialista, defensora de la dignidad, los derechos del Ser Humano y el Entorno Ecológico.
Las grandes crisis ofrecen oportunidades múltiples a la generación incontaminada, pues inician en la Humanidad una fervorosa e irrefrenable regeneración ética/moral, ideológica e institucional. Una nueva consciencia histórica deviene en el mundo y transmuta los valores inveterados de la justicia, la educación, la cultura, etc. Intérprete de ellas, los que se comprometen con su desafío, siembran fuerzas morales generadoras del porvenir, luchando contra las resistencias inmorales que apuntalan el pasado, la oligarquía farisea sofofa, confabulada con la burguesía pragmática contemporizadora: la taifa castrense y la clase politicastra, todas corruptas, un siniestro contubernio.
Para mis profesores jesuitas, los jóvenes cuyos ideales expresan inteligentemente el devenir, constituyen una nueva generación –en la Universidad del Norte/Chile, desaparecida por la dictadura fascista cívico-militar- fueron los artífices del proceso de reforma de la Universidad Regional del Norte, y del proceso de la Universidad Chilena en general, construyeron un gimnasio con la ayuda económica de un día de sueldo de los trabajadores de Chuquicamata, etc. Ella, fue tal por su espíritu, no por sus años. Basta una sola juventud, pensadora, creadora y actuante para dar a su Pueblo personalidad continental y mundial. La justa previsión de un destino común, permite unificar el esfuerzo e infundir en la vida social normas superiores de solidaridad. El Pueblo está cansado de oligarcas sofofos, politicastros, castrenses y jueces corruptos. No quiere seguir sobreviviendo sus mentiras, corrupciones e impunidades que ha hundido al país en la maldad, la inmoralidad, la drogadicción, la indigencia educacional/cultural. Todo lo espera de una juventud entusiasta, honesta, porque constituye la levadura moral de los Pueblos.
La nueva generación, constituida unitariamente por la clase trabajadora y la juventud, luchará por la unidad de los Pueblos Latinoamericanos y caribeños, en una Patria Continente, con una misma nacionalidad continental, capaz de desenvolver la Justicia Social, convencida que si no llegara cumplirse tal destino, sería inevitable su colonización –tipo factoría puertoriqueña- por el odioso imperialismo capitalista yanqui salvaje globalizado que por décadas los acecha.
La juventud debe ser osada y entusiasta. Sin entusiasmo no se llevan a cabo hermosos ideales y se realizan utópicos sueños (se entiende por utopía el desafío que se opone al realismo moderno, el que se alcanza con el cambio que trae la justicia social). Sin osadía/resolución, no se acometen honrosas empresas. Un joven escéptico está muerto en vida, para sí mismo y para la sociedad, un joven entusiasta está expuesto a equivocarse, pero es preferible a un joven indeciso que no se equivcoca nunca. El primero puede acertar, el segundo jamás. El joven entusiasta corta las amarras de la aciaga, y aviesa realidad y hace converger su mente hacia un ideal, sus energías son puestas en tensión por la voluntad, persiguiendo la utopía soñada. Olvida las tensiones egoístas que empiezan en la prudencia y que acaban en la cobardía.
La inercia/apatía frente a la vida es cobardía. Un joven incapaz de luchar es una sombra que se escurre en el ánimo de su Pueblo. Para ser chispa que enciende, fuego que templa, debe llevar la acción hasta el único límite como persona/Ser Humano su imaginación…
No basta en la vida pensar en un ideal, hay que aplicar todo el esfuerzo a su realización. Cada joven es cómplice de su propio destino. Siempre el destino puede ser mejorado, pero no puede cambiarse…
El pensamiento vale por la acción que permite desarrollarlo, el joven piensa para obrar con más eficacia y ampliar el área en que se desenvuelve su actividad. Anquilosan y corrompen el alma de la juventud los individuos pragmáticos contemporizadores que los hacen perder su tiempo en discusiones bizantinas en vez de capacitarla para tratar los problemas que interesan al presente y al porvenir de la Humanidad… “El primer mandamiento de la ley humana es aprender a pensar, el segundo es hacer todo lo que se ha pensado…”
Aprendiendo a pensar se evita el menosprecio de la propia energía. El fracaso es debido a simple ignorancia de las causas que lo determinan. Para hacer bien las cosas, hay que pensarlas certeramente. No la hacen bien los que las piensan mal, equivocándose en la evaluación de sus fuerzas como el niño que, errando el cálculo de la distancia, diera en tirar piedra contra el sol que se asoma en el horizonte.
Como colofón, el Prof. Dr. Osorio Santelices, acentuaba, “la energía juvenil crea la grandeza moral de los Pueblos. Cada generación debe llegar como la ola vigorosa, a romperse contra la mole reaccionaria arcaica del pasado para hermosear la historia con el iris de nuevos ideales. Juventud que no lucha –luchar es vivir-, es peso muerto para el gran desafío de su pueblo”.
El gran desafío, construir un modelo de sociedad a escala humana libre, culta, soberana, socialista, solidaria, defensora a raja tabla de la dignidad, los derechos del Ser Humano y del entorno ecológico.
En el proceso de reforma de la Universidad chilena y durante el Gobierno Popular del inolvidable compañero Presidente Dr. Salvador Allende Gossens, pudimos demostrar que la energía juvenil, que no se adquiere durante la infancia, adolescencia, muere sin ella. Sólo la juventud tiene la mente abierta y abarca el panorama de la vida y el brazo preparado para vencer las resistencias reaccionarias. Los individuos sin energía no cooperan en cosa alguna de común provecho: dudan y teme equivocarse, porque no han sabido pensar, y no creen en sí mismos para cometer los grandes desafíos. Recuerdo como colofón las geniales palabras del maestro y conductor de la juventud chilena, el Dr. Salvador Allende Gossens, presidente de Chile asesinado por la taifa castrense corrupta por orden del imperialismo yankee salvaje globalizado y su testaferra oligarquía empresarial farisea sofofa: “Un brazo vale cien brazos cuando lo mueve un cerebro ilustrado, un cerebro vale cien cerebros cuando lo sostiene un brazo firme”.
Educando la energía, enseñando a admirarla, se plasmarán nuevos destinos de los pueblos. Repitamos a la juventud de la Patria Continente América Latina y El Caribe, que ningún hermoso ideal fue llevado a cabo y realizó más de alguna utopía sin el entusiasmo y la osadía de la juventud: De l’audace, encore de l’audace, toujours de l’audace, los jóvenes que no saben mirar el porvenir y que luchan por y para él, son mentes canijas, rastreras, burguesas al servicio de la oligarquía empresarial empresarial farisea sofofa.
Como colofón, la juventud sin espíritu de rebeldía, acentúo y repito, es esclavitud precoz. Los jóvenes sin derrotero moral son nocivos para la sociedad.
Nada deben los Pueblos a los que anteponen el inmediato provecho individual/material, al triunfo de finalidades sociales. Todo lo esperan de jóvenes capaces de renunciar a bienes materiales, antes que traicionar la esperanza puesta en cada nueva generación.
Con esperanza y memoria: Sapere aude.
Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG
PS: IWA se refiere al reconocimiento, desde el año 1980 del Prof. Moreno Peralta como miembro de la Asociación Internacional de Escritores de los Estados Unidos.
El presente ensayo cordialmente se lo hago llegar al Lic. Felipe Godoy Lepe de la Universidad de Antofagasta, quién está realizando un trabajo de investigación sobre el movimiento estudiantil de Antofagasta en los años 1964 hasta 1973. Las reflexiones y los trabajos que el suscrito ha hecho llegar al investigador antofagastino Godoy Lepe se enmarcan en el plazo de 1965- enero 1970, fecha en que la Universidad del Norte Chile, desde Arica a Coquimbo, en una elección lo eligió como su representante ante el Consejo de Rectores de las Universidades