Noviembre 17, 2024

La inesperada evolución del panorama electoral en Francia

Los analistas esperaban un enfrentamiento Fran cois Hollande-Nicolás Sarkozy en las presidenciales en Francia, pero las circunstancias los llevaron a un plan B, Alain Juppé-Manuel Valls, y finalmente todo terminó en un escenario insospechado: Francois Fillon- Benoit Hamon.

 

 

Aunque en las elecciones galas habitualmente compiten cuatro, cinco, o más candidatos, la atención se centra en las dos grandes formaciones identificadas de forma general con el campo de la derecha (Los Republicanos-LR) y la izquierda (Partido Socialista-PS).

En un inicio, siguiendo el curso habitual de los acontecimientos, se pensaba que Hollande, presidente del país, tendría asegurado su puesto en la lucha por la reelección, mientras Nicolás Sarkozy, líder de LR y exjefe de Estado, avanzaría con luz verde en su terreno.

Sin embargo ese panorama se trastocó a partir de las encuestas de opinión realizadas con vistas las primarias de ambas tendencias: en el caso de la derecha Juppé encabezó durante meses la intención de voto y así consiguió desplazar la atención del muy mediático Sarkozy.

Entre los socialistas, los sondeos daban a Hollande niveles tan bajos de popularidad que el mandatario renunció a buscar la reelección, y se convirtió así en el primer presidente de la quinta República en desistir voluntariamente.

Aunque el veterano Juppé se convirtió en el protagonista de la derecha y Valls en el de los socialistas, el panorama siguió evolucionando para mostrar que nada está escrito hasta el conteo del último voto.

En los debates previos a las primarias de derecha, Fillon comenzó a ganar apoyo y en cuestión de días logró imponerse como el favorito, para finalmente ganar en la segunda vuelta con una amplia ventaja frente a Juppé.

La película se repitió casi idéntica en el bando socialista, donde gracias a los debates televisivos Benoit Hamon se hizo cada vez más dueño de la situación hasta vencer por casi 20 puntos al exprimer ministro Valls.

Hace apenas seis meses muy pocos apostaban a que el representante conservador sería Fillon, y el de los socialistas Hammon, un desenlace sorpresivo cuyo origen se halla en la entrada de las primarias como una nueva figura dentro del proceso electoral en Francia.

Por primera vez en la historia, las dos principales formaciones políticas del país realizaron primarias, iniciativa que comenzó en el 2011, cuando solo los socialistas estrenaron este método de selección a través de voto, y no mediante arreglos internos partidistas.

Las primarias francesas, que trastocaron por completo el panorama hacia las elecciones, se han ganado tanto defensores como detractores.

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