Noviembre 15, 2024

¿Y quiénes son los responsables de que arda Chile y sufra su pueblo?

Aquí, en este drama ecológico y humano terrible que vive Chile hay responsables de las condiciones facilitadoras de catástrofes de este tipo. ¿Qué hizo en su momento el Sr. Ricardo Lagos, ex presidente, para prevenir el riesgo recurrente de catástrofes naturales como los incendios forestales? Recordemos que Lagos es en este sentido más imputable que otros ex mandatarios.

 

 

En mayo del 2007 Ricardo Lagos fue nombrado por el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon miembro de una Comisión Especial de tres para analizar el cambio climático. ¿Hizo recomendaciones para Chile en aquel momento o justo después para evitar en algo los riesgos de los cuales necesariamente había tomado consciencia? No hay constancia.  

 

El candidato PPD, que hoy presenta un programa político para el futuro, en su momento no supo ejercer su influencia —que había aumentado considerablemente después de su mandato (los empresarios “lo amaban”)— para prevenir las catástrofes inminentes. Los estudios de paneles científicos acerca del inexorable calentamiento climático y los peligros del factor 2 (aumento de dos grados Celcius para este siglo ya estaban científicamente sentados. Estamos a 0.7-0.8 de aumento).

 

Recordemos que el Panel intergubernamental Acerca del Cambio Climático PICC, en inglés IPCC – Intergovernmental Panel on Climate Change fue creado en 1988 a pedido del G7 y está bajo el paraguas de dos instancias de la ONU, La Organización Meteorológica Mundial y el Programa de la Naciones Unidas sobre el Medioambiente. El mandato es actualizar el conocimiento acerca del cambio climático y hacer recomendaciones generales a gobiernos.

 

Elemental. Chile es un país pirógeno y telúrico. Con respecto a esto último, Lagos sabiéndolo, estuvo tentado, en un país con estas características objetivas, de resolver el problema energético construyendo centrales nucleares. Además, uno que otro académico chileno negaba el calentamiento global y, por supuesto los empresarios a quienes no les convenía hablar del tema. Esto era hace sólo 10 años (*).

 

Y como con Piñera gobernaron los tecnócratas al servicio de las forestales y las grandes empresas tampoco se utilizó el principio de precaución para calcular riesgos, prevenir, dotarse de equipos, formar brigadas de intervención profesionales y de voluntarios. En la cabeza de los empresarios y de sus tecnócratas obnubilados por el “crecimiento”, el recurso es explotable al infinito.

 

Por lo tanto se equivoca la Presidenta cuando declara “ésta, sin duda, es una catástrofe que excede las previsiones de cualquier sistema normal”. Se esperaba una reflexión más sensata de su parte.

 

Una catástrofe como ésta fue anunciada. Signos precursores sobraron años anteriores y meses recientes. Pero nada se hizo y un incendio creó las condiciones del otro, junto con una actitud de desidia y de incompetencia por parte del Estado y de los organismos pertinentes. Esto hoy se revela al gran día como una catastrófica tragedia humana abrumadora.

 

Un país con ínfulas de pertenecer al primer mundo de países desarrollados asiste pasmado a la vorágine de llamas que lo consume todo dónde llega. Por supuesto, en otras latitudes también han habido de manera circunscrita este tipo de tragedias producto de incendios devastadores.

 

En California ha sido recurrente la destrucción de zonas residenciales y, en Canadá, el de la región de Fort McMurray, en mayo 2016, llamado la “bestia” concitó la atención de los medios y del público. Debido a la gravedad, los gobiernos locales adoptaron planes de prevención efectivos y comenzaron a reflexionar acerca de la seguridad pública en un futuro caliente. En general en esos países los seguros contratados pagan los daños a los particulares.

 

En Chile es la precariedad total de la gente de pueblo y de campo. Parece que la naturaleza se ensañara con el pueblo que la habita. Y sin embargo ese pueblo no es responsable. Imposible de ignorar que el responsable directo es el modo de producción humano y sus agentes capitalistas que en todo el planeta han hecho aumentar la temperatura a niveles de riesgo y de peligrosidad extremas (**).

 

La sed de ganancias de las grandes forestales que pertenecen a los grupos Angelini (hoy afectadas en sus intereses) y Matte, junto con la obsecuencia de las elites políticas que copan la democracia representativa han destruido suelos y acrecentado el peligro.

 

Pero lo peor es que se ha querido ignorar el peligro que un modo de desarrollo forestal basado en la ganancia a corto plazo representa para el país. Por el Decreto Ley 701 el Estado y el parlamento se han entregado año tras año millonarias subvenciones a las forestales para que empobrezcan y destruyan los suelos en nombre del mismo crecimiento económico. “Fue en octubre de 1974 que se dictó el Decreto Ley 701 (DL701) impulsado por el entonces ministro de Economía, Fernando Leniz, e implementado por el director de Corfo de la época, Julio Ponce Lerou, actualmente conocido por sus negocios mineros y su condición de ex yerno del dictador”, escribe el periodista Alberto Gonzáles de Radio Bío-Bío. “La iniciativa implicaba una bonificación de un 75% para las plantaciones de pinos y eucaliptus, beneficio que fue hábilmente aprovechado por las grandes empresas: Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones -más conocida como CMPC- del poderoso Grupo Matte; y el Grupo Arauco, en manos de los Angelini”, señala.

 

Pinos y eucaliptos son altamente combustibles. Es sabido.

 

Hasta hace poco la casta empresarial adoptaba la actitud negacionista. Büchi, el ex ministro pinochetista negaba hace algunos años atrás el impacto del cambio climático para la sociedad humana.

 

Concluyendo, un Estado ineficiente, sin voluntad ni equipos técnicos ni humanos para defender el bien público y común que son las tierras, los bosques nativos y buenos, el aire respirable, el agua, los ríos, el paisaje, los montes, la flora y fauna; en suma, la vida buena de su gente. Ministerios incompetentes en la gestión de crisis. Los actores clave de la tragedia son: una casta empresarial ávida de ganancias que no reflexiona ante la consecuencia de la máquina capitalista desbocada que la mueve; medios que prefieren hablar de violencia mapuche y de pirómanos para desviar la atención y una casta política duopólica corrupta que durante años ha votado subvenciones a un empresariado depredador.

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(*) Leer sobre el tema: “Crisis ecológica y capitalismo: Al Gore, Lagos, y Kempf”:http://g80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=1131

(**) Leer sobre el tema: El Ecocidio Capitalista-neoliberal, el último libro de Naomi Klein: “El Capitalismo Contra el Clima”:http://g80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=20309

 

Por Leopoldo Lavín Mujica

    

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