El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició su primera semana en la Casa Blanca cumpliendo con sus promesas de anular acuerdos de libre comercio, retirar apoyo a los que ofrecen servicios de salud a mujeres, reducir la burocracia federal reiterar su amenaza de un impuesto fronterizo
contra empresas que trasladen empleos al extranjero. A la vez, prosiguen investigaciones oficiales sobre las relaciones de su equipo con rusos y se presentaron demandas legales en su contra que –esperan algunos– podrían llevar a su destitución.
Después de que entre 3 y 4.5 millones participaron en las Marchas de Mujeres en decenas de ciudades de este país en repudio al nuevo mandatario, 24 horas después de su toma de posesión (incluyendo una concurrencia tres veces mas grande, según expertos, que la de su toma de posesión en Washington), Trump descartó la importancia de estas expresiones y emitió una serie de órdenes ejecutivas relacionadas con algunos de los temas principales de su campaña, entre ellas contra los derechos reproductivos de las mujeres.
Trump firmó una orden ejecutiva en que Estados Unidos se retira del Acuerdo Transpacífico (ATP), declarando al firmar que es una gran cosa para el trabajador estadunidense lo que acabamos de hacer
. La decisión no sólo cumple con una promesa central de campaña y enviar un mensaje a países de la cuenca del Pacífico de que eso, después de casi siete años de negociación, se acabó, sino fue –por lo menos simbólicamente– un golpe al consenso de la cúpula política y económica de Estados Unidos que ha guiado la política económica internacional durante más de tres décadas, basada en la promoción del llamado libre comercio.
La orden también anuló una pieza clave del legado de su antecesor Barack Obama, quien invirtió enorme capital político en promover el ATP en coordinación con la cúpula republicana del Congreso (y en contra de tal vez la mayoría de los legisladores demócratas, los sindicatos, ambientalistas, pequeños granjeros, defensores de consumidores y otros que se oponían).
Pero en torno a migración, otro gran tema de la campaña, sobre el cual se esperaba acción ejecutiva inmediata, hoy el gobierno de Trump pareció echarse para atrás, sobre todo en torno al delicado asunto de qué hacer con los llamados Dreamers, los jóvenes indocumentados que llegaron como niños con sus padres al país. Trump había prometido, repetidamente, anular todas las órdenes ejecutivas de Obama sobre migración en su primer día de gobierno, incluyendo el programa conocido como DACA, bajo el cual aproximadamente 700 mil dreamers están protegidos, por ahora, de la deportación y se les permite estudiar o trabajar temporalmente.
Hoy, mientras defensores de derechos de los inmigrantes esperaban en suspenso una declaración u orden, Trump no abordó el tema. Más aún, en la primera conferencia de la Casa Blanca, el secretario de prensa, Sean Spicer, preguntado repetidamente sobre el tema, indicó que la prioridad
sería la deportación de indocumentado con antecedentes penales. Esto nutre lo que Trump había dicho recientemente de que vamos a desarrollar algo
para los beneficiados del DACA. El domingo, el nuevo jefe de gabinete, Reince Priebus, comentó que estarán trabajando con el Congreso para encontrar una solución de largo plazo a ese tema
. Todo esto implica que, por ahora, se continuará con la misma política migratoria de Obama.
El Departamento de Seguridad Interior continúa aceptando y procesando solicitudes para el programa DACA a falta de una orden de Trump, reportó CQ Roll Call.
En un día de actividad incesante en la Casa Blanca, Trump firmó otras dos órdenes ejecutivas, además de la del ATP: una congelando contratación de personal de toda la burocracia federal, con la excepción del sector militar, y la anulación de asistencia extranjera estadunidense a cualquier grupo u organización que ofrezca abortos o informe sobre ellos en el mundo.
El presidente tampoco emitió una orden sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte un día después de que se anunciaron reuniones con sus contrapartes de México y Canadá en los próximos días. Sobre el tema, Spicer sólo reiteró que había hablado con los mandatarios de los países socios sobre la renegociación dentro del esquema del acuerdo, pero que si eso no procedía, entonces habría cambios impulsados fuera de ese marco.
Trump sostuvo un par de reuniones, la primera con líderes empresariales, en la que reiteró su advertencia de que impondrá un impuesto fronterizo sustancial
a cualquier empresa que traslade la manufactura y empleo de este país a otros. Vale subrayar que el Ejecutivo no tiene el poder de crear impuestos, sería algo que tendría que ser promovido por acción del Legislativo, y aunque el partido de Trump goza de la mayoría en ambas cámaras, no hay consenso sobre este tipo de medidas entre los republicanos.
A la vez, Trump dijo que las empresas que mantengan sus operaciones en Estados Unidos serían beneficiadas por su intención de reducir regulaciones de todo tipo y la disminución de impuestos empresariales, y todo lo que tienen que hacer es quedarse
.
Poco después, el presidente se reunió con líderes sindicales, en su mayoría del sector de la construcción, quienes serán beneficiados con los proyectos de infraestructura que ha prometido.
Mientras tanto, continuaron los procesos de ratificación de su gabinete; representante federal Mike Pompeo, fue aprobado como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y todo indica que Rex Tillerson, ex ejecutivo en jefe de ExxonMobil, será aprobado como secretario de Estado.
Pero, a la vez, se reportó que continúan las investigaciones oficiales sobre otros integrantes de su nuevo gobierno, incluyendo a su muy influyente asesor de Seguridad Nacional, el general retirado Michael Flynn, por sus relaciones y comunicación con el gobierno ruso, entre otras indagaciones, según el Wall Street Journal y CBS News.
Demandan al presidente
Por otro lado, una agrupación de abogados y expertos presentó una demanda legal acusando que Trump viola una cláusula constitucional que prohíbe que un presidente o cualquier funcionario acepte pagos de gobiernos extranjeros. La demanda, interpuesta por Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética (que incluye abogados prominentes como Laurence Tribe, de Harvard, y otros que anteriormente trabajaron en la Casa Blanca bajo ambos partidos), afirma que los negocios de Trump están recibiendo pagos de potencias extranjeras cuando diplomáticos usan sus hoteles o con representaciones de otros gobiernos rentan oficinas en sus edificios.
Otra iniciativa para buscar el impeachment por esta misma violación fue lanzada desde el viernes (www.impeachdonaldtrumpnow.org). Estas son las primeras iniciativas de varias de este tipo que serán impulsadas en las próximas semanas.
A la vez, la desaparición de la página en español del sitio digital de la Casa Blanca inmediatamente después de la toma de posesión fue interpretada como un mensaje ominoso del nuevo régimen y ampliamente comentada por medios y agrupaciones latinas, pero hoy Spicer aclaró que es solo temporal. Vale recordar que durante la campaña Trump repitió que este es un país donde hablamos inglés, no español
, y que su sitio de campaña y su propaganda nunca tuvieron versión en español y tampoco compró publicidad en ningún medio en español.
Finalmente, los medios seguramente quedaron más tranquilos hoy cuando el vocero Spicer en su primera conferencia de prensa diaria aseguró a los que cubren la fuente: nuestra intención es nunca mentirles
.