Grandes bancos franceses están presentando recursos legales para que el Banco Central Europeo (BCE) les conceda una exención y no les obligue a mantener capital a cuenta de sus recursos en un fondo de propiedad estatal, en lo que constituye el desafío más importante hasta la fecha a la supervisión de Fráncfort.
Junto con proporcionar financiación a los bancos de la zona euro, el BCE ha sido su principal regulador durante los últimos dos años, buscando poner fin a las cálidas relaciones entre el sector y las autoridades nacionales que han contribuido a la crisis financiera.
La institución, que tiene su sede en Fráncfort, ha sido demandada en varias ocasiones por sus programas de compra de bonos y por pequeños bancos que tratan de escapar de su supervisión.
Sin embargo, este es el primer caso de bancos importantes de la zona euro y es una inusual disputa entre la élite financiera francesa y el consejo de supervisión del BCE, dirigido por la ex titular del regulador bancario de Francia, Daniele Nouy.
BNP Paribas, Societe Generale, Credit Agricole, Credit Mutuel, Groupe BPCE y La Banque Postale entablaron las demandas en las últimas semanas, según documentos presentados ante el Tribunal Europeo de Justicia.
Fuentes con conocimiento directo de los casos dijeron a Reuters que los bancos se están quejando de la exigencia del BCE para que mantengan capital a cuenta de los depósitos especiales que tienen con la institución de inversión estatal (CDC).
La acción legal llega en medio de una gran tensión entre los bancos y el BCE, que está inundando el sector financiero con un exceso de dinero en efectivo para tratar de estimular el crecimiento.
“Se está viendo que cada vez más bancos acuden a los tribunales para impugnar al supervisor”, dijo una fuente legal de alto rango. “Hace años esto era impensable”.
El BCE y los bancos no quisieron comentar el tema.