Diego Ancalao, profesor y dirigente político asegura frente a la crisis financiera que arrastra la Universidad ARCIS, que “el administrador provisional podría faltar a la ley”. Porque “el Artículo Nº 11 de la Ley Nº 20.800 –referido a la reestructuración- establece que todo el plan de las medidas de reestructuración tienen que ir acorde con el proyecto institucional y no se puede alterar el modelo educativo, ni los planes y programas institucionales. Al parecer, no se estaría cumpliendo, por parte del administrador provisional – y esto afecta a la universidad, a su proyecto educativo en su conjunto y, eso no se puede permitir”.
Ancalao afirmó que “espera que la autoridad competente respete los incisos mínimos de la ley, porque los beneficiarios de este proceso son los estudiantes. No pueden olvidar que la Universidad ARCIS es una corporación sin fines de lucro, a diferencia de otras instituciones de educación superior que, claramente, lucran, mientras aquí hubo otro problema que ocurrió”.
En el programa “Sin pretexto” de Radio Universidad de Santiago, Diego Ancalao indicó que: “Estuve conversando con la ex rectora, Elisa Neumann y me decía que, fundamentalmente, en 2012, se produjo la salida de varios socios de la Corporación, vinculados al PC, por ejemplo, el secretario general, hoy es diputado (Daniel Núñez). Ella, dice que el problema es que al retirarse del directorio, lo que no tenía nada de malo, es que no le avisaron y un mes después se dio cuenta que no había los recursos necesarios para pagar los sueldos. Eso, es una dificultad que complicó a toda la universidad”.
¡Estudiante, un cliente!
Diego Ancalao hizo hincapié en que “este asunto de las universidades nace en 1981 bajo la dictadura y donde el estudiante se transformó en un cliente, de tal manera, que el Estado empezó a traspasarle el problema al estudiante. Ese problema es lo que aún tiene mercantilizada la educación en Chile. No es un problema específico de la ARCIS, esto ha ocurrido en otras universidades, porque lo que hay detrás es un error en el diseño”.
Ancalao, comenta, que “la Universidad ARCIS, en este momento está intervenida por el Estado. La Ministra (Adriana Delpiano) dijo que se iba a cerrar, después cambió la versión y hay, en definitiva, un problema que resolver. La pregunta que uno se hace es la siguiente: ¿cuáles son las vías de solución? Esta universidad está bajo un sistema que nació en dictadura y que se ha administrado con todos los gobiernos de turno y los estudiantes como clientes pagan el precio y los costos”.
Diego Ancalao recalcó, a modo de antecedente gráfico, que “en Chile, la mayor cantidad de la educación es privada, sólo un 19% de estudiantes están en universidades públicas y estatales. En Finlandia, por ejemplo, si alguien quiere estudiar en una universidad pública y estatal, lo hace gratis y, si en cambio, quiere estudiar en una universidad privada paga. En Chile, es al revés, porque en dictadura se crearon universidades en las cuales, ahora, el Estado tiene que hacerse cargo, porque la derecha utilizó el problema de los estudiantes sin recursos como justificación para meterlos en la bolsa de negociación que todos los chilenos tenemos que financiar con los impuestos. Si los grandes empresarios dueños de esas universidades privadas quieren que entren los más pobres, por qué no los subsidian ellos y si quieren que el Estado las financien por qué no permite que el estado las regule, como por ejemplo, regular los aranceles”.
Añadió que “lamentablemente, hoy día, esta crisis que está pagando la universidad no es el ejemplo de la corrupción, no es el ejemplo de que las cosas se hacen mal, es el ejemplo de que un sistema económico y político injusto aplicado a la educación no da las condiciones para que, este tipo de situaciones, se evite. En Chile, tenemos una crisis en la educación donde no se va a alcanzar a cumplir la promesa del 70% de gratuidad para las personas de escasos recursos y no se va a cumplir, porque en la negociación parlamentaria entre la derecha y la Nueva Mayoría se metieron más universidades privadas, que la gran mayoría, no cumplen los estándares mínimo de calidad”.
Ancalao afirmó: “Una de las educaciones más caras del mundo es la chilena y, precisamente, no es la mejor educación del mundo. Hay un problema grave, se está cobrando más de la calidad que se entrega y el Estado, en ese sentido, tiene incapacidad de regular. ¿Cómo es posible que el Estado no pueda regular? La respuesta es porque, aquí, insisto, la responsabilidad se le traspasó al alumno, entonces, el Estado financia al alumno, mientras que debiera financiar a las universidades para poder regularlas. No hay que satanizar a la ARCIS cuando tenemos un problema estructural”.
Por último, el dirigente político Mapuche dijo “no he visto a los parlamentarios de la Nueva Mayoría, que le corresponde, particularmente a los vinculados a la ARCIS, generar una defensa no hacia la universidad, sino a mejorar este tipo de situaciones, especialmente, de quienes participaron en el proyecto original y, hoy día, es una criatura que no tienen cómo tomar en brazos”.