Noviembre 18, 2024

Millares despiden a Fidel en su paso desde La Habana a Santiago de Cuba

La caravana que lleva las cenizas de Fidel Castro retomó su marcha este jueves, luego de pasar la noche en el mausoleo del Che Guevara, en Santa Clara, la escala más simbólica del trayecto que terminará el sábado en Santiago de Cuba.

 

 

Luego de dos días de homenajes en La Habana, la urna de madera que contiene las cenizas del líder de la revolución cubana comenzó el miércoles un recorrido por 13 de las 15 provincias de Cuba, que recorre en sentido inverso la marcha victoriosa del movimiento guerrillero que lideró Castro desde las montañas de Sierra Maestra y protagonizó la revolución de enero de 1959.

En Santa Clara, las cenizas de Fidel Castro fueron llevadas al monumento donde reposan los restos de Ernesto Che Guevara. Ahí permanecieron antes de otro multitudinario homenaje este jueves.

La provincia de Santa Clara fue el lugar en el que Fidel y el Che, íconos de la rebeldía, se vieron por última vez en 1966; el argentino fue ejecutado en Bolivia un año después.

Fidel Castro conoció a Ernesto Che Guevara en México en 1955 por intermedio del hoy presidente Raúl Castro. Treinta años después de su muerte en Bolivia, en 1967, el Che fue enterrado con honores en una ceremonia en Santa Clara encabezada por Fidel Castro. La relación entre ambos fue tan estrecha que Castro llegó a admitir que soñaba con él años después de su muerte.

Pasa el tiempo y, a veces, uno sueña con el compañero que murió; uno lo ve vivo y conversa con él, dijo en la entrevista con Ignacio Ramonet, publicada en el libro Cien horas con Fidel.

Cubierta por la bandera cubana, la urna de cedro con las cenizas de Fidel Castro partió el miércoles desde La Habana sobre un armón adornado con flores blancas que arrastra un vehículo militar.

El recorrido siguió por las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey, donde la caravana hizo su segunda parada la noche de este jueves.

Temprano, la caravana pasó por la ciudad central de Sancti Spíritus, casi 400 kilómetros al este de La Habana, que recibió los restos de Castro con algunos de sus edificios engalanados con inmensas banderas cubanas en las fachadas.

Entre los vehículos que viajan figuran cuatro jeeps UAZ verdes de fabricación rusa que llegaron a Cuba en los años 80 para uso de las fuerzas militares.

Miles de adultos, jóvenes y niños vestidos con uniforme escolar, que llevaban en las manos fotografías del ex presidente y pequeñas banderas cubanas que ondeaban casi de manera sincronizada, se formaron ordenadamente a los lados de las estrechas calles y avenidas de Sancti Spíritus para saludar el cortejo mientras algunos gritaban vivas a Castro.

La habitual tranquilidad de Camagüey se vio interrumpida con la llegada del cortejo. Miles salieron a las calles y adornaron las hermosas casas coloniales con grandes banderas cubanas y del Movimiento 26 de julio, que fundó Castro al inicio de la lucha revolucionaria tras el fallido ataque al Cuartel Moncada de 1953.

En las entradas de algunas viviendas los pobladores levantaron altares improvisados con fotos de Fidel Castro en diferentes momentos de su vida y le colocaron rosas rojas y girasoles. Canciones revolucionarias comenzaron a escucharse incesantemente en algunas calles y animaron aún más el ambiente.

Algunos habitantes de Camagüey, como el ex combatiente José Ramón Santos, de 64 años, se instalaron a los costados de la avenida de la Libertad para aguardar el paso del cortejo. Tengo apretado el corazón, confesó emocionado Santos, quien portaba una chamarra verde oliva con media docena de medallas.

Las cenizas de Castro serán depositadas el 4 de diciembre en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, donde descansan los restos de José Martí, héroe de la independencia cubana.

 

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