Noviembre 18, 2024

Candidatura presidencial alternativa: La victoria de Valparaíso es el camino

El triunfo en las municipales de Jorge Sharp, en nada menos que Valparaíso, puerto mundialmente conocido por ser patrimonio de la humanidad, le muestra el rumbo a una izquierda alternativa que quiera actuar desde la estrecha, pero siempre útil vía institucional. Es obvio que los obstáculos que desde el duopolio se le impondrán a la Alcaldía dirigida por el joven luchador popular y universitario serán enormes. Valparaíso y Barcelona —¿por qué no? — ambas mirando al mar y con altitud de miras pueden ser referentes mundiales de una administración municipal que se apoya en las bases ciudadanas para hacer política democrática. Pero puede ser más que eso …

 

 

CUANDO LA POESÍA ES POLÍTICA POPULAR PARA COMBATIR A LAS DERECHAS

En efecto, esa manera de obtener una victoria inesperada es el modelo para levantar una candidatura presidencial y programática de izquierda alternativa. Se trata de aplicarlo a escala nacional.  

 

No hay por dónde enredarse entonces. Cuando un experimento social como una campaña electoral, fruto de la práctica política organizada de ciudadanos de abajo es un éxito, el buen sentido y la razón política misma llaman a reproducirlo para obtener los objetivos ya previstos o acercarse a ellos, para más tarde, en otra oportunidad, si es necesario, enmendar el tiro y continuar. Repetir creativamente adaptando el modelo y el proyecto a las nuevas contingencias es el método. Intentarlo con realismo pragmático y esperanzador. Evitando las trampas sistémicas de la política politiquera.

 

En un mundo donde parece ser una fatalidad  que ganen los propietarios de cuantiosas fortunas con medios financieros y comunicacionales enormes, para con demagogia de derecha y fascista manipular los temores, prejuicios, carencias y aspiraciones populares conviene reproducir las victorias obtenidas por las experiencias de quienes, salidos de las luchas populares, tienen la voluntad y la aspiración de cambiar las cosas sumando fuerzas.

 

Conviene aprender de los y las que han hecho converger luchas y han articulado las demandas ciudadanas y populares. Los y las que han osado dar el salto a la lucha institucional (por conquistar posiciones ahí, pero que no deberían quedarse entrampados ahí) y han ganado.

 

TRUMP Y LAS OPINIONES DE LOS GIRARDI, WALKER Y PEÑA EN EL MERCURIO

Claramente. El destino de Chile no puede quedar en manos de Piñera, el chileno émulo de Trump, político corrupto, demagogo y amante del dinero (hoy sabemos que el ex presidente invirtió en pesqueras peruanas después del fallo de la Haya), ni en las de Lagos, el bien “amado” de los empresarios por sus servicios privatizadores.  Además de adulado por los banqueros como Jorge Awad por haberles entregado el CAE para lucrar con el endeudamiento de los universitarios de familias de las clases medias y populares.

 

El senador Girardi tiene el descaro de comparar a Lagos con Bernie Sanders. Tales dichos no sólo muestran la calaña oportunista de los PPD sino su falta de rigor en el análisis político. Sanders tuvo el coraje de hablar de Socialismo nada menos que en la campaña estadounidense, de “Revolución política y social”, y Lagos se reclama aún de la Tercera Vía (que demostró ser el neoliberalismo de la socialdemocracia) como lo hizo Bill Clinton, Tony Blair y su compinche el “mayordomo de las multinacionales españolas” (dixit Pablo Iglesias) Felipe Gonzáles. 

 

¿Y Guillier? Hasta el momento, el senador que no sabe lo que firma, es una carta más en la manga de la Nueva Mayoría. Un político errático, sin convicciones profundas, el MEO algo prudente de la NM.

 

Hay que desplazar el debate. En Chile se ha dejado de lado la victoria de Jorge Sharp y su equipo en Valparaíso. Y hasta el momento el joven alcalde electo ha demostrado no sólo ser una cara nueva y simpática sino un político inteligente que concitó amplios apoyos.

 

Las fuerzas políticas conservadoras enquistadas en los sistemas representativos se dan un placer loco agitando el cuco del triunfo del magnate Trump en los EE.UU. Nos están queriendo decir: “Conténtense con lo que tienen porque puede ser peor”.

 

El establishment chilensis o las elites políticas sacan provecho de la crisis política institucional de los sistemas parlamentarios capitalistas de Occidente diciendo: “En los sistemas representativos, que es lo que hay, no les queda otra que elegir a los que tengan propuestas reales y no sean demagogos. Sigan votando por los partidos que condujeron la transición” (recordemos que por ahí mismo se metieron el fascismo italiano y el nazismo alemán y se puede meter la Marina Le Pen del FN francés). Ese es el discurso del DC Walker en las páginas editoriales de El Mercurio del domingo 13 pasado. Los DC son fieles seguidores del ordoliberalismo alemán. (Ver mi columna sobre la DC(*).

 

Como si en Chile no hubiera quedado claro que el problema político no es una cuestión de ideas o promesas programáticas sino de voluntad política y de construcción de fuerza social convergente y de manejo del conflicto para enfrentar la desigualdad, la corrupción política y el neoliberalismo empresarial defendido por el duopolio en bloque (Vamos y NM). Y al mismo tiempo construir las condiciones para institucionalizar el bienestar del pueblo con pensiones dignas, salud y educación pública a las grandes mayorías. Es decir derechos sociales inscritos en una Constitución redactada por una AC.

 

Por supuesto, a la hora de analizar las raíces del problema que arrastra Chile, para explicarlo a partir de factores políticos, sociales y económicos, los ideólogos de la elite no lo hacen. Prefieren adoptar oscuros discursos psicologizadores y, sobre todo, el del miedo que resulta de la amenaza económica, como el del neoliberal de Hacienda Valdés, en el cual son expertos (el chantaje de una baja del “crecimiento”  y de la “productividad o de ruptura de la “regla fiscal”).

 

Cabe extraer conclusiones de los discursos del poder neoliberal. Ver por ejemplo cómo el articulista vedette de El Mercurio Carlos Peña, rector de la UDP, él mismo un producto mediático mercurial enlatado, para salvar la “modernización capitalista” criolla o “globalización feliz”, le echa la culpa a los medios de comunicación y no a la cuantiosa fortuna de Trump y a las políticas neoliberales y timoratas del Partido Demócrata de H. Clinton por haber posibilitado el trago amargo de un furibundo capitalista presidente de la potencia militar.

 

La lectura de Peña en su columna ¿Trump en Chile? (**), reveladora del espíritu sesgado del oportunista ideólogo derechista, tiene por objetivo darle duro a Guillier a quien trata de “embaucador” mediático, su enemigo del momento, y así levantar las cartas de su dupla preferida, Lagos-Piñera.

 

VALPARAÍSO: EL EJEMPLO DEL TRABAJO CONJUNTO DE LAS FUERZAS ALTERNATIVAS CIUDADANAS Y DEMOCÁTICAS

En Chile entonces, la sorpresa política de la cual ya no se habla mucho y cuyo ejemplo es y fue la manera de infligir una gran derrota a las fuerzas del duopolio en su conjunto, además del efecto benéfico sobre las subjetividades como es el hecho de proyectar las esperanzas y demostrar el “sí es posible, también aquí”, fue el triunfo de Jorge Sharp en Valparaíso.

 

Cabe entonces estudiar y aplicar las condiciones ganadoras que se construyeron en Valparaíso durante la campaña municipal para que lo que fue un relámpago quede como un faro.  Aquí están resumen. No es un catecismo político en pocas letras. Es un guía para la acción:

 

El periodista pregunta: “¿Creían de verdad que iban a ganar la elección?” La respuesta de jorge Sharp es: “Por esa cantidad, no. Teníamos la sensación y lo veíamos en la calle. Lo que se expresó fue una década de trabajo de organizaciones y movimientos sociales. Es la sociedad organizada la que en Valparaíso le pegó un cachetazo a la política tradicional. Se articularon fuerzas donde está el movimiento Autonomista, Revolución Democrática, el Partido Humanista, el Partido Igualdad, fuerzas sociales, como el Pacto Urbano La Matriz o el Movimiento de Defensa de Valparaíso. Es la alianza política y social más amplia que se ha articulado fuera de los partidos tradicionales. No fue una mesa de negociación ni un acuerdo de café. Y tenemos objetivos de corto, mediano y largo plazo. La idea es generar una confluencia que le haga frente al neoliberalismo en Chile y que sea capaz de desdibujar los márgenes de la política actual, presa de la inercia del binominalismo”.

 

 

No hay por dónde perderse entonces … Se puede … Y después veamos … Eso sí hay que trabajar con los que no creen en la vía institucional para cambiar las cosas, pero bien sabemos que las síntesis creativas se hacen en la práctica.

*http://g80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=18596

 

**http://www.elmercurio.com/blogs/2016/11/13/46540/Trump-en-Chile.aspx

 

Leopoldo Lavín Mujica, B.A. en Philosophie y M.A. en Communication publique de l’Université Laval, Québec, Canadá

 

 

  

 

 

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