Diciembre 26, 2024

Fuerzas de Irak y kurdos toman el control de poblados cercanos a Mosul

Fuerzas del gobierno de Irak y kurdas, con apoyo terrestre y aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos, tomaron 12 ciudades y siete pueblos en los alrededores de la norteña Mosul, durante el primer día de la ofensiva para liberar la segunda ciudad más grande del país petrolero, conquistada por el grupo extremista Estado Islámico (EI) hace más de dos años.

 

 

Este es un momento decisivo en la campaña para infligir una derrota duradera al EI, señaló en un comunicado Ashton Carter, secretario de Defensa de Estados Unidos, al referirse a la ofensiva que comenzó en las primeras horas de este lunes.

 

Peter Cook, vocero del Pentágono, declaró en conferencia de prensa este lunes que por el momento, el primer día de la ofensiva se desarrolló como estaba previsto, a media jornada las fuerzas iraquíes casi habían alcanzado su objetivo, aunque aclaró que se tratará de una campaña difícil que podría llevar tiempo.

 

Josh Earnest, vocero de la Casa Blanca, dijo que con la importancia simbólica que el EI le ha investido a su control de Mosul, quitarlos de la ciudad será una ganancia estratégica.

Al menos 5 mil soldados estadunidenses bajo las órdenes de 12 generales de alto rango se han reportado para esta ofensiva en Irak. Los combates podría durar semanas, incluso más, precisó Stephen Townsend, el nuevo comandante de la coalición internacional antiyihadista dirigida por Estados Unidos.

Masud Barzani, presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, dijo en conferencia de prensa que fuerzas del gobierno y tropas peshmergas kurdas liberaron una superficie de 200 kilómetros cuadrados que se encontraba bajo control del EI, durante el primer día de la campaña para la liberación de Mosul.

La noche de este lunes las fuerzas iraquíes se encontraban presuntamente a 40 kilómetros de la ciudad. Esta es la primera vez que la sangre de los peshmergas y de militares iraquíes se mezclan en el campo de batalla. Espero que sea un buen augurio para el futuro, dijo Barzani al destacar la cooperación entre ambas fuerzas en su lucha por recuperar el bastión del grupo extremista en el norte de Irak.

Sin embargo, el control de las fuerzas kurdas parecía frágil y las ganancias de terreno simbólicas en gran medida. Algunas de las aldeas son tan pequeñas que no suman más de una docena de casas, y la mayoría estaban abandonadas.

Barzani, en un discurso pronunciado en el frente de batalla y rodeado de varios oficiales de alto rango, dijo que cree que los ataques en represalia pueden ser prevenidos y que las fuerzas kurdas e iraquíes trabajarán para asegurar que Mosul no sea otra Alepo, en alusión a la asediada ciudad siria.

A su vez, el primer ministro de Irak, Haider Al Abadi, prometió reconstruir la ciudad y otras localidades de la provincia de Nínive, y prometió llevar estabilidad. Muy pronto izaremos juntos la bandera de Irak en medio de Mosul y también en las localidades y aldeas, señaló Al Abadi en un mensaje televisivo, en el que pidió al pueblo cooperar con las tropas para derrotar al EI.

En la operación están involucrados unos 30 mil efectivos federales iraquíes, del ejército, la policía y agentes antiterroristas. La ofensiva cuenta con el apoyo de las milicias sunitas y de 10 mil combatientes peshmergas kurdos, la alianza supera claramente en número a la milicia del EI, que según cifras de la inteligencia kurda cuenta con sólo 4 mil combatientes en Mosul y sus alrededores.

Los peshmergas fueron entrenados por el ejército alemán durante meses para el uso del sistema antitanques Milan, provisto para frenar a los atacantes suicidas y para desactivar explosivos. Peshmerga es el término usado por los kurdos para referirse a los combatientes armados y literalmente significa aquellos que enfrentan la muerte.

Mosul, a orillas del río Tigris y de población mayoritariamente sunita, cayó en poder del EI el 9 junio de 2014, cuando el jefe Abú Bakr Al Baghdadi proclamó desde la gran mezquita el califato islámico en los territorios conquistados por los yihadistas en Irak y Siria durante campañas relámpago en 2014 y 2015.

Mientras tanto, Stephen O’Brien, vicesecretario general para Asuntos Humanitarios y Asistencia de Emergencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), expresó su profunda preocupación por cerca de millón y medio de civiles que viven en Mosul y señaló que teme un éxodo.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) estima que podrían huir de Mosul cerca de un millón de personas y 700 mil necesitarían asistencia humanitaria, y pidió 61 millones de dólares adicionales para proporcionar tiendas de campaña, campamentos, ropa de invierno y estufas para los desplazados y nuevos refugiados.

En otro foco bélico en la región, al menos 35 personas murieron en ataques aéreos contra barrios controlados por los rebeldese en la ciudad siria de Alepo, aseguró el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres.

El Ministerio de Defensa de Rusia anunció una pausa de ocho horas este jueves en los ataques contra Alepo para permitir al personal médico acceso sin límites a la castigada ciudad y para garantizar el rescate de los lesionados y los enfermos.

Rusia apoya militarmente desde 2015 al gobierno del presidente Bashar Al Assad, quien desde 2011 enfrenta a grupos armados, muchos de ellos con apoyo de Estados Unidos.

 

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