El presidente de la región de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pronosticó ayer un camino escabroso para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), tras la forzosa renuncia de su secretario general, Pedro Sánchez.
En declaraciones a periodistas antes de participar en un acto en Madrid, el también secretario general del Partido Regionalista de Cantabria (norte) se refirió a la convulsa actualidad política en este país, con un PSOE debilitado y fraccionado.
Asiduo participante en programas televisivos como analista político, Revilla vaticinó a la centenaria organización socialdemócrata una larga travesía en el desierto y animó a su dimitido líder a seguir luchando si se ve con fuerza suficiente.
Sánchez renunció el pasado sábado después de que la dirección de su agrupación rechazó su propuesta de celebrar unas elecciones internas y un congreso extraordinario.
Tras casi 12 horas de una tensa reunión, el Comité Federal -máximo órgano de dirección del PSOE entre congresos- votó en contra del proyecto de Sánchez de convocar a unas primarias el 23 de octubre.
Mediante esa iniciativa, el hasta entonces secretario general del principal partido de la oposición pretendía que fuera la militancia la que decidiera en las urnas el duro debate abierto en el partido sobre el futuro político de España.
La renuncia del dirigente, que en 2014 se convirtió en el primer candidato socialista en asumir las riendas de la organización a través del voto directo de las bases, se produjo en medio de una parálisis institucional en esta nación, con un gobierno en funciones desde diciembre de 2015.
Su intempestiva salida, forzada por un sector crítico del PSOE favorable a permitir otros cuatro años en el poder de Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular (PP), podría allanar el camino para la formación de un nuevo ejecutivo y poner fin a nueve meses de bloqueo político.
Según el presidente cántabro, el mismo sábado Sánchez le aseguró tras su dimisión que se presentaría a las próximas primarias para recuperar las riendas del partido, ahora en manos de una comisión gestora controlada por sus detractores.
Tiene enemigos muy grandes que quieren ‘cargárselo definitivamente’, advirtió Revilla.
No obstante, afirmó que, si estuviera en su lugar, él se presentaría a esas primarias.