Se conmemora un nuevo aniversario de la victoria popular del 4 de Septiembre de 1970. Esta termino trágicamente y el campo popular no se ha podido recuperar hasta el día de hoy de la derrota. Es bueno recordar las muchas y enormes adversidades que ese proceso revolucionario enfrentó.
Fuimos una revolución pobre, sin apoyo internacional, enfrentados a la oligarquía nativa y a la agresión del imperio más poderoso en la historia de la humanidad que sólo contó con sus convicciones y un creciente apoyo popular, que no eran poca cosa; eso explica la magnitud de la masacre.
Sus adversarios actuaron dentro y fuera de la ley. Acudiendo desde el debate púbico al terrorismo con asesinatos incluidos.
La Unidad Popular surge desde lo más profundo de la realidad y las necesidades de Chile.
La voluntad de conformar un frente de trabajadores que propusiera al país un proyecto independiente y propio, cuya necesidad quedó en evidencia con el desenlace del Frente Popular (1938) en una seguidilla de gobiernos radicales, corruptos, claudicantes ante el gran capital y que terminaron incluso ilegalizando al partido comunista a partir de los dictados de EEUU (1947), no fue tarea fácil ni breve.
El partido comunista que se entendía una sección chilena del campo socialista encabezado por la Unión Soviética aceptaba y proponía que en estas latitudes sólo era posible una revolución por etapas de las cuales sólo se podía emprender, de momento, la democrática, es decir; de características puramente anti imperialista y antifeudal con apoyo de la burguesía nacional (que nunca apareció por ninguna parte). Esto orientaba alianzas de clase amplias, en las que ya sabemos como terminan los trabajadores.
Estas concepciones no calzaban con la realidad chilena cuyas metas democráticas se habían obtenido ya. Con lo que si se mostraban coherente era con la política internacional de la URSS que ponía como centro la coexistencia pacífica de regímenes sociales distintos (Krushev / XX Congreso 1956), lo cual obviamente se podía ver afectada por gobiernos revolucionarios fuera de su zona de influencia, y Latinoamérica lo estaba.
La decisión de Allende de presentarse como candidato presidencial en 1952, no es algo personal. Se postuló por el frente del pueblo, para lo cual abandono el partido socialista, que agrupaba a una pequeña minoría del partido y las expresiones públicas del partido comunista, aún proscrito y reprimido contra toda la marea politico-electoral que representaba el ibañismo, catalizador de un sentimiento popular de crítica a la clase política. En esa derrota esta el germen de la victoria de 1970. Es el inicio de una política independiente de la izquierda
En el PS se venía incubando la teoría del Frente de Trabajadores, con una lúcida reflexión de Raúl Ampuero, y es por eso que el socialismo dura poco en el gobierno de Ibañez, en una huelga textil el presidente apoyó a los empresarios, generosos aportantes la la caja de campaña y los socialistas a los trabajadores; fin de ese matrimonio político. Por ello también Allende vuelve al PS sin problemas, eso en lo organico, en lo politico el PS se suma a Allende.
En 1958 la formula unitaria de la izquierda estuvo a punto de alcanzar la victoria, la diferencia de votos que le da el triunfo a Alessandri es menor que la que lo derrota en 1970.
La lógica implacable de la realidad se impone a la subjetividad del análisis soviético y aparece la revolución cubana, que en poco tiempo y por razones de fría objetividad toma un rumbo socialista. Fidel no era comunista sino un militante del partido ortodoxo, del cual además no era líder. Se alza contra el dictador Batista, luego de la victoria se da cuenta rápidamente que EEUU es enemigo de cualquier cambio social en América Latina.
La unidad política y electoral socialista-comunista en Chile aparece como un peligro mayor. Con un gran esfuerzo los norteamericanos y su agencia CIA con la concomitancia del Vaticano habían logrado derrotar electoralmente este binomio en Italia. Para esos efectos crearon al partido democratacristiano.
En 1964 el Frente de Acción Popular liderado por Allende se muestra con la posibilidad de triunfar. La derecha alarmada no presenta candidato y se subordina a la CIA que actúa directamente con millones de dólares y cientos de agentes actuando en nuestro país (hay información abundante en los informes Church y Hinchey del Senado de EEUU) la cual repite la formula italiana; un candidato democratacristiano.
Se implementa la campaña del terror, tanques rusos frente la Moneda,(en la realidad terminarían siendo chilenos), hijos denunciando a sus padres, fusilamientos de sacerdotes y monjas , los niños llevados a Cuba. Trajeron a Juana Castro hermana de Fidel, que en un lloroso discurso radial ratificó esta propaganda la noche anterior a la elección, lo que no díjo era que su odiosidad al socialismo devenía de la entrega que su hermano había hecho de su inmenso latifundio familiar a la reforma agraria de la revolución cubana.
Se ofrece una revolución (la necesidad de esta hace amplio consenso) sin sangre, después de la masacre de pobladores de Puerto Montt Fidel responderá que en Chile hay sangre sin revolución.
Allende, la izquierda y el campo popular pelean solos contra la burguesía nacional, los terratenientes y el imperio norteamericano y son derrotados.
La sensación que en estas condiciones no se puede vencer electoralmente hace surgir al MIR.
Ellos levantan al Che como bandera pero se saltan las primeras líneas de su texto “Guerra de guerrillas” donde señala que no puede haber lucha armada exitosa en un país donde quede un atisbo de institucionalidad cosa que ratifico en el Paraninfo de la Universidad de Montevideo ante la estupefacción de su auditorio revolucionario.
Los norteamericanos y la oligarquía chilena respiran tranquilos. Con todo, la DC hace cambios no menores: sindicalización campesina, que hace entrar a la vida social a una clase social entera, reforma educacional, promoción popular y chilenización del cobre. Son avances progresistas, impuestos por la realidad, pero que en su limitado alcance no logran satisfacer los anhelos populares. Pero si comparamos a Frei padre con Frei hijo, papá es un revolucionario.
En 1970 Allende va a su cuarta postulación. Hay escepticismo en la izquierda el MIR llama a no votar primero y luego deja en libertad de acción , no tienen peso electoral pero su política da cuenta de un estado de ánimo.
El candidato real de los comunistas es Alberto Baltra aunque formalmente presenten a Pablo Neruda. Ellos quieren algo más moderado. Han estado trenzados en una dura disputa política con la política que surge de la revolución cubana, en el diario del Che en Bolivia hay durísimas palabras para los chilenos.
Los norteamericanos no descuidan Chile, pero creen que lo peor ya pasó y no intervienen directamente sino que desatan la operación “Ruina” que son muchos millones de dólares destinados a arruinar la campaña de Allende. Además en Vietnam están recibiendo palos como para negocio.
Entre los socialistas los partidarios de la revolución cubana hacen mayoría, su política de frente de trabajadores se impone en la naciente Unidad Popular, en cuanto al programa y en cuanto al candidato. Pero, reiteremos que la política del frente de trabajadores (una izquierda y un pueblo con proyecto político propio) es anterior a la revolución cubana, esto ratifica su viabilidad histórica, con todo lo que ellos significa políticamente.
Los socialistas ha sido acusados porque en su Congresos de Chillan y la serena señalaron que un enfrentamiento armado era inevitable. Lo que no cuentan es que el partido de la derecha, el Partido Nacional, tuvo en su declaración de principios una definición de país que es explícitamente una dictadura militar. Los socialistas no divagan en el aire.
Corre el mito que los socialistas no querían a Allende candidato, eso no es así. La primera votación al interior del Comité Central respecto al candidato tiene varias abstenciones, hay una explicación en la política doméstica; Altamirano ha sido diputado por Valdivia gracias a Aniceto Rodríguez senador muy poderoso en la zona, que también pretende la postulación presidencial, esas abstenciones es cuanto puede hacer ante la solicitud de apoyo de quien “lo puso” como diputado.
El 4 de Septiembre de 1970 una coalición de partidos de izquierda que proclaman la revolución chilena encabezados por un médico que se declara “marxista sin atenuación” obtiene democráticamente la presidencia de la república.
En EEUU cunde la alarma, el ejemplo chileno puede repetirse en Europa. Socialismo con democracia es una fórmula más que atrayente.
Además tiene una cosa intolerable para los americanos: la nacionalización del cobre. Los terratenientes nativos leen otra parte del programa: reforma agraria.
La dupla Nixon-Kissinger pone en marcha dos vías para impedir que asuma Allende, una legal y la otra ilegal, terminarán matando al comandante en jefe del ejército chileno, que el pasaría Chile si montáramos institucionalmente una operación que asesinara al comandante en jefe del ejército norteamericano?.
En Moscú ven venir un problema. En La Habana, los únicos amigos y compañeros reales que tuvo la revolución chilena miran con simpatías, aunque también con cierto escepticismo, los chilenos pretenden algo que nunca se ha visto en la historia; cambiar un régimen social pacífica y democráticamente.
En lo que viene haré una síntesis de las adversidades de la revolución chilena que tan determinantes serán en la tragedia del pueblo chileno (Continuará).
ROBERTO AVILA TOLEDO