Noviembre 19, 2024

Un día triste para la democracia latinoamericana: Dilma Rousseff destituida

Como se venía anunciando – no usaré el término del lugar común de “la crónica de la muerte anunciada”, mal empleada por periodistas un tanto siúticos y relamidos, emulando el título de una obra de gran escritor Gabriel García Márquez – el senado de Brasil iba a aprobar por amplia mayoría la destitución, hecho  que se hizo realidad el miércoles, 31 de agosto del año en curso, por 61 votos por el SÍ contra 20 por el NO.

 

 

El Partido de los Trabajadores, con apenas 8 senadores, una votación suficiente para evitar la inhabilitación por ocho años para ocupar cualquier cargo público, con una votación de 42 a favor de la inhabilitación contra 36 por el rechazo, no cumpliendo los dos tercios necesarios para para que la ahora ex Presidenta de la República no pudiese ocupar ningún cargo público. Con este resultado, la ex Presidenta puede presentarse a elecciones y continuar como líder vigente del PT.

Con la destitución de Rousseff, el otrora vicepresidente, Michel Temer, asumirá la presidencia de la república hasta el año 2018. Temer, que había sumido interinamente el mando, cuenta sólo con el 10% de apoyo en las encuestas de opinión y, además es rechazado y despreciado por la gran mayoría de los brasileros.

Michel Temer está implicado en graves delitos  de corrupción, en especial del llamado Lava Jato, en los cuales también está comprometida la mayoría de los parlamentarios y dirigentes políticos de todos los partidos políticos, desafortunadamente, incluido el PT.

Temer, una vez asumido el cargo de Presidente, de inmediato se dirigirá a la reunión de las ocho grandes potencias (G20) y, como se sabe usurpador del poder y, además su mandato su surgió de la soberanía popular, sino de un golpe de Estado, estás tratando de desvirtuar la tesis del “golpe parlamentario”, que lo deja en mal pié, incluso, internacionalmente.

No es tarea de un columnista prever el porvenir, pero no es descartable que Temer sea llamado por la justicia a fin de que responda por los actos de corrupción propios y de su familia y, de esta manera, tenga que dejar el poder y haya que convocar a elecciones presidenciales.

Brasil ha sido y seguirá siendo la principal potencia latinoamericana: tiene más de 200 millones de habitantes y un enorme territorio que lo hace, prácticamente, un verdadero continente; tiene fronteras con casi todos los países de Sudamérica y, además pertenece a los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), que no descarta que Estados Unidos a sus yanaconas y vendidos de siempre.     

Brasil es como una cachalote agonizante: en primer lugar, está sufriendo  un crecimiento negativo desde hace varios semestres, es decir, se encuentra en recesión – que se declara luego de 12 meses continuos -; en segundo lugar, tiene una alta inflación y una permanente devaluación del real respecto del dólar y del euro. Es evidente que esa crisis económica que se arrastra por años, colocó en  mal pie el gobierno de Dilma Rousseff.

Inácio Lula Da Silva había logrado sacar de la pobreza a millones de brasileros, que muy pronto se convirtieron en lo que los siúticos economistas llaman “clase media emergente”, que en épocas de auge se les puede favorecer en buenos servicios sociales, pero en  la pobreza fiscal, darle satisfacción al pueblo se hace más difícil.

Dilma Rousseff había llegado a bajas cifras de popularidad y, a su vez, previo al Mundial de Futbol, se convocaron poderosas manifestaciones en las principales ciudades del país, que culpaban al gobierno de despilfarro de recursos fiscales, tanto en la construcción y equipamiento de estadios, como en la organización de dicho evento, en desmedro de una buena locomoción y atención hospitalaria.

Roussoff ha demostrado valentía, pero no mucha habilidad política para acercarse a los opositores y lograr un bloque político fuerte, que fuera capaz de frenar el impeachement. El quiebre con el Partido Democrático Brasilero (PDB), la dejó en minoría en ambas ramas del Congreso, incluso, si hubiese sido repuesta en el poder, habría ten ido que llamar a elecciones, pues es muy difícil gobernar con minoría y, además, no se visualizaba una alianza posible a corto plazo.

En Brasil, la Prensa está dominada por grupos económicos, en colusión con el empresariado y la derecha burguesa, que es tan corrupta y desagradable, como ocurre en todas partes del mundo. La fronda parlamentaria de la derecha estaba decidida a sacar a la Presidenta Dilma Rousseff.

El verdadero peligro para la derecha lo representa Inácio Lula Da Silva – ya no es el obrero de los sindicatos de San Bernardo, sino avezado político que, por cierto, tiene los defectos y cualidades de todo líder político. También se le acusa de actos de corrupción. La derecha empresarial se indignó cuando la Presidenta lo nombró ministro, para protegerlo, según ellos, de la justicia.

A pesar de la gravedad del juicio político, la movilización popular en apoyo a la Presidenta no ha sido lo suficientemente fuerte como era de esperar: hay que considerar que en Brasilia, por ejemplo, hay menos habitantes que en Río de Janeiro y Sao Paulo, por consiguiente, la resistencia popular ha sido menor.

Las diversas reacciones en América Latina, ante la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff, han sido diversas: Venezuela, Bolivia y Ecuador no han reconocido hasta ahora el gobierno de Michel Temer; la de Chile, a pesar de que valora el gobierno de Dilma Rousseff, pero usó la expresión “de respecto a los asuntos internos de otros Estados”. Como siempre, nuestra deficiente Cancillería se lava las manos cual Poncio Pilatos.

Si sumamos a Michel Temer, a Mauricio Macri y a Sebastián Piñera – que postula a la presidencia con algunas  posibilidades de ganar – se nos viene una ola derechista neoliberal y empresarial en nuestra pobre América latina. Una vez más, los yanaconas van a traicionar a Atahualpa, pues nuestro continente ha estado siempre bajo maldición de la indígena  Malinche.             

Votación por destituirla

 

A favor        61

En contra    20

 

Por  inhabilitarla   políticamente

Si    42

No  38

 

Siglas

Partidos

Senadores

PDB

PARTIDO  DEMOCRATICO BRASILEÑO

17

PSDB

PARTIDO  DE  LA SOCIALDEMOCRACIA

16

DEM

DEMOCRATAS

14

PT

PARTIDO DE LOS TRABAJADORES

8

PDT

DEMOCRATICO LABORISTA

6

PTB

LABORISTA

6

PR

DE LA REPÚBLICA

4

PRB

REPÚBLICANO

2

PSB

SOCIALISTA

2

PCB

COMUNISTA

1

PP

PROGRESISTA

1

PSC

SOCIALCRISTIANO

1

PSOL

SOCIALISMO Y LIBERTAD

1

PV

VERDE

1

TOTAL

 

81

 

Fuerza de la oposición

EL  PDB      17    PARTIDO  DE MICHEL TEMER HOY PRESIDENTE

EL  PSDB     16   PARTIDO  AECIO  NEVES  CANDIDATO OPOSITOR

                      33 VOTOS

 

Fuerza del gobierno

Partido de los trabajadores        8

PC                                                    1

 

Crecimiento -3.5  2015

Tipo de cambio  dólar  3.95 reales

Inflación 10,67 2015

Desempleo  10,67 %

GINI 51

SUBEMPLEO  16 2013

EXPORTA

USA  11  %

ARGENTINA  8

CHINA 6

Pobreza 21,4 %

Precio del petróleo  44,5 dólares en barril

Moody s  quito al bono de Petrobras el grado inversión  sale todos los fondos  de inversión más reputados

Sube el precio de la deuda

El bono se hace especulativo

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

01/10/2016

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