Noviembre 18, 2024

España, 80 años

El pasado 18 de julio se cumplieron 80 años del  inicio de la Guerra Civil española. Fecha histórica. Y ha sido gracias a mi amigo franco español escritor, periodista y cineasta Jean Ortiz, hijo y nieto de republicanos, que pudimos enterarnos que un día antes de ese importante aniversario el diario madrileño “El Mundo” daba cuenta de un insólito encuentro que de algún modo se compadece con lo que ha sido la historia trágica de luchas, represión brutal, y acuerdos vergonzosos en esa nación europea que nos toca tan de cerca.

 

 

En efecto, fue en Madrid, en donde  para conmemorar de modo singular la histórica fecha, la prensa derechista logró reunir para platicar amigablemente en una misma habitación a Enrique Lister, hijo del general republicano del mismo nombre, a Francisco Franco, nieto del dictador, a Andrés Rojo, hijo del estratega republicano Vicente Rojo, a José Moscardó, nieto del general fascista del mismo nombre, a  María Eugenia Yagüe, hija de Juan Yagüe, militar fascista autor de la matanza de Badajoz y ministro de Franco, a José Luis Escobar, nieto del general republicano Antonio Escobar, a Rafael Dávila, general en la reserva, ex ayudante de Campo del Rey Juan Carlos y nieto del general Fidel Dávila, quien fue estrecho colaborador de Franco, a Casilda Varela, hija del general franquista José Enrique Varela, que encabezó el levantamiento en Cádiz. Casilda, dicho sea de paso, fue la primera esposa de Paco de Lucía, a Alfonso Gámir, nieto del general republicano Mariano Gámir, a Carlos Vega, hijo del teniente coronel del ejército republicano Etelvino Vega.

El grupo de “reconciliados” intercambió no sólo tarjetas y promesas de encuentros particulares más distendidos, sino apretones de manos y hasta abrazos y hablaron largo rato comentando incidencias del histórico conflicto como si analizaran un partido de futbol o una fiesta de cumpleaños. Una reunión para mí repudiable y que no la veo más que como un nuevo logro de los herederos de hoy de la vieja derecha fascitoide de ayer y de siempre.

¿Es sólo problema de amnesia colectiva? ¿Es que no les dolió a algunos hijos y nietos el cobarde asesinato de los suyos? ¿Reconciliación entre víctimas y victimarios?

Bueno, también en Chile surgen cada cierto tiempo voces que levantan la opción de la “reconciliación” y que no sólo provienen del pinochetismo. Pagar el precio de la impunidad les parece aceptable a todos los que, desde una u otra trinchera, están por mantener el modelo económico que favorece a los grandes grupos económicos. 

Es que en todos lados “se cuece habas” a costa de los vencidos.

Para ver como andamos por casa basta con no olvidar el descarado intento de impunidad que acompañó los primeros años de la “transición” chilena y que, aunque derrotado parcialmente, dicho intento persiste hasta estos días. Entre las últimas maniobras está por ejemplo la propuesta para dejar en libertad a los asesinos mayores de 75 años “por razones humanitarias”. Recordemos que es un proyecto actualmente en curso en el Parlamento. Ojo con eso porque no le faltan apoyos transversales a los principales responsables de los crímenes de humanidad.

Y no podemos dejar de referirnos a la publicación acá en Santiago de Chile a página entera en “El Mercurio” del pasado domingo 7 de agosto. Fue la página C 7 del diario golpista, financiada por los familiares de los autores de crímenes de lesa humanidad actualmente encarcelados y que pretenden burlar sus condenas. No se fijan en gastos estos personajes y sus financistas que no son otros que aquellos que hicieron crecer sus fortunas al precio de la sangre de miles de chilenas y chilenos.

Pero volvamos a España que es el tema de esta nota. En el periódico digital “Barómetro Internacional”, hace unos días pude leer un artículo de Rafael Angel Ugalde sobre la pérdida de memoria de los españoles en que  subraya “ la capacidad que tienen sus representantes de convivir orondos, tanto en el Partido Socialista Español de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, como en el Popular de Mariano Rajoy, y José María Aznar etc….

Los políticos de ambos partidos, continúa la nota, “ llevan más de medio siglo negando a los españoles que la “madre patria” es el segundo país del mundo, después de Camboya, que tiene el mayor número de desapariciones y tumbas clandestinas en los últimos años”.

Es que la prescripción aplicada en España a los asesinatos y desaparecimientos de personas cometidos por los agentes de Franco vulneran abiertamente las normas de los tratados y convenios internacionales relativos a crímenes de lesa humanidad. Es una grosera contradicción que mientras se abrió proceso en Madrid para juzgar a Pinochet, cuyos delitos con ese criterio deberían estar igualmente prescritos,  se impida abrir en su propia casa juicio por el genocidio fascista.

Es más, como nos recuerda la nota que he citado, “el intento de investigar los crímenes del dictador Francisco Franco entre 1936 y 1952 le costó al juez Baltasar Garzón una acusación por prevaricato y la suspensión en el cargo”. Esa es la realidad y en ella está la mano culpable no sólo de la derecha propiamente tal sino también del PSOE, hoy su aliado.

Quienes conocemos de cerca la situación de los procesos judiciales en materia de derechos humanos en diversos lugares, sabemos bien que en España nunca ha habido información oficial de los terribles delitos cometidos, que  no  ha existido jamás una política de Estado en materia de verdad, ni mecanismos para establecerla, pese al abnegado trabajo de años de familiares de las víctimas y de destacados abogados de derechos humanos de ese país para lograr el esclarecimiento de la verdad y la aplicación de la justicia.

Es decir, prohibidos los juicios, pero ni siquiera el derecho a que se investigue.

Lo que no ha impedido que en más de alguna ocasión políticos del Partido Popular y del PSOE vengan a América Latina a hablarnos de derechos humanos y a sumarse, por ejemplo, a las campañas en contra del gobierno venezolano u otros gobiernos progresistas. No olvidaremos, por ejemplo, el insolente “¿porqué no te callas” que el corrupto rey español le gritara al Comandante Hugo Chávez.

Son de nuevo los factores reales del poder político los que hoy mismo tienen a España, 80 años después, en la profunda crisis en que se encuentra. Largos meses sin capacidad de organizar gobierno, profundización de la crisis económica, temas del salario mínimo y los desahucios, la rebaja o pérdida de las pensiones, entre tantos otros elementos. A lo que hay que sumar los factores internacionales, entre ellos las presiones de una Unión Europea también en crisis, el retiro de Gran Bretaña, la presencia hispana en la guerra de Irak, etc..

Es preciso profundizar en el análisis respecto de lo que allí sucede. No puede resultarnos indiferente desde luego que el pacto de izquierda Unidos Podemos haya perdido ¡ más de un millón de votos ! en la última elección en tanto que aumentó sustantivamente la votación del Partido Popular de Rajoy, una entidad preñada de corrupciones tanto o más que la derecha pinochetista chilena lo que es mucho decir. ¿Qué explica lo sucedido?

Julio Anguita, histórico dirigente de la izquierda española, decía hace unos días en una entrevista televisiva que lo que él llamó “la España profunda” es  una sociedad conservadora, de gente mayor que teme a los cambios ; una sociedad – dijo Anguita – “que no protesta, que aguanta todo y sólo sigue a quien esté en el poder”. En cuanto a las fuerzas progresistas le parece que hubo mucha tardanza en conformar las alianzas y que Unidos Podemos enfatizó más en los diagnósticos y en darle duro al PP que en proponer soluciones concretas que estuvieran acordes con su inicial punto de partida. Tal  vez, consideró Anguita, el que Podemos hubiera logrado en un año nada menos que 70 diputados “ dejó poco tiempo para unir a sus diversos componentes  ”.

Como ha ocurrido a lo largo de la historia nada de lo que allí suceda puede sernos indiferente y lo cierto es que, a 80 años del inicio de la guerra civil, España sigue sin encontrar su camino propio y sin superar la trágica herencia del fascismo.

Observando lo que aquí sucede es válido sostener que cualquier parecido con la historia de una conocida nación latinoamericana del extremo sur y de cara al Pacífico no es simple coincidencia………… lamentablemente.

 

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