Soldados y unidades blindadas del Ejército del reino feudal de Marruecos vienen de ocupar posiciones (14/0872016) en la zona de Al Gar-Garat, punto que hasta aquí era considerado una suerte de “tierra de nadie”, ubicado en la intersección entre Mauritania, Marruecos y los territorios saharauis liberados en control del Frente Polisario. El punto ocupado ilegalmente por Marruecos se sitúa en la ruta en que mauritanos, marroquíes y saharauis transfieren mercancías al territorio mauritano, según un convenio firmado entre Marruecos y Mauritania.
Esta nueva y temeraria agresión guerrerista de Marruecos tiene como trasfondo la agresión sistemática contra el pueblo saharaui y su dirección nacional encabezada por el Frente Polisario y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Sin embargo, esta vez la operación de Marruecos se inscribe en una escalada de conflicto con Mauritania con quién el pueblo saharaui y su gobierno mantienen estrechas y productivas relaciones.
Esta nueva acción política militar marroquí demuestra la profunda desesperación y el aislamiento de la política exterior Marroquí para impedir el referéndum de autodeterminación para la descolonización e independencia definitiva del pueblo saharaui. Se trata de una nueva acción agresiva más propia de “un manotazo de ahogado” que de una acción con alguna claridad táctica y estratégica en el conflicto.
La política exterior del Rey Mohammed VI a nivel global, regional y vecinal ha llegado a un punto de aislamiento y fracaso que permite entender la reciente acción cometida por su Ejército.
En el ámbito mundial, luego de la visita de Ban Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, a los territorios liberados en control del Frente Polisario y a los campamentos de refugiados saharauis, Marruecos tomó una decisión unilateral de expulsar a los funcionarios civiles de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum de Autodeterminación ( MINURSO ) y al poco tiempo tuvo que aceptar a regañadientes su retorno nuevamente en su territorio, quedando aislada en el Consejo de Seguridad de la ONU pese a los esfuerzos de sus cada vez más escasos aliados Occidentales.
Luego de aquello, Marruecos desplegó una agresiva estrategia en el África para ingresar a la Unión Africana (de la cual nunca ha sido parte por su rechazo a sus estatutos fundacionales y en la cual los saharauis son miembros fundadores), la que fue derrotada en toda la línea quedando completamente aislada. Su intento de ingreso fue rechazado por sus miembros a pesar de sus presiones, chantajes y sobornos sobre algunos funcionarios de gobiernos africanos. La reciente Cumbre de la Unión Africana ratificó su solidaridad permanente con la autodeterminación saharaui reafirmando sin ambigüedades la membresía plena a su organización de la República Árabe Saharaui Democrática.
En aquella operación fracasada de Marruecos quedaron en evidencia también pagos y coimas a un Ministro de Zambia (hoy preso por corrupción) y a altos funcionarios del gobierno de Senegal. Ninguno de sus métodos de chantaje y corrupción surtió efecto y más bien generaron reacciones contrarias en los gobiernos y en la opinión pública africana.
Con Europa, ha experimentado derrotas sustantivas como la reciente resolución de la Unión Europea al declarar nulos sus acuerdos e intercambios comerciales con Marruecos que afecten y se basen en la expoliación de zonas saharauis bajo su ocupación ilegal marroquí por tratarse de territorios pertenecientes al pueblo saharaui.
Las relaciones vecinales de Marruecos han seguido experimentando tensiones con la República Democrática y Popular de Argelia sumados a una escalada de conflictos con Mauritania generadas, entre otros, por el apoyo encubierto a un intento de golpe de Estado en Mauritania y las recientes y agresivas denuncias proferidas por autoridades de Marruecos en contra del gobierno Mauritano sobre la falta de condiciones para realizar una Cumbre de Países Árabes en ese país. Estas tensiones se verán agravadas por la reciente acción militar marroquí que demuestra su nivel de desesperación y aislamiento frente a la creciente presión internacional para la realización inmediata de un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui y convierten la política del reino de Marruecos en un verdadero peligro para la estabilidad y la paz en la región.
En América Latina y a pesar de sus permanentes chantajes a gobiernos, ofrecimientos “comerciales” que nunca se materializan y sus millonarias invitaciones de viajes (con todo pagado) a parlamentarios, políticos y autoridades de gobiernos con el objeto de “promocionar” su fracasada pretensión de autonomía anexionista del Sáhara Occidental, la causa saharaui continúa obteniendo importantes triunfos políticos y diplomáticos y recabando apoyo de gobiernos y organizaciones sociales y políticas en la región.
La República Árabe Saharaui Democrática ha continuado cosechando reconocimientos y profundizando relaciones con gobiernos y Estados, al mismo tiempo, el Frente Polisario ha recibido el respaldo activo de la gran mayoría de las fuerzas políticas progresistas democráticas y de la izquierda en Centroamérica, El Caribe y América del Sur. A lo anterior, hay que sumar la importante y decidida acción en favor de la descolonización y autodeterminación saharaui ejercida por la República Bolivariana de Venezuela en la presidencia de la Cuarta Comisión de Descolonización y en el Consejo de Seguridad de la ONU junto al Uruguay.
En los últimos meses, un Marruecos con sesgada visión y desesperado apostó a fragilizar la unidad nacional del pueblo saharaui luego del fallecimiento de su líder y Secretario General Mohammed Abdelaziz , hecho lo que se vio completamente desmentido por la férrea unidad del Polisario eligiendo unánimemente a Brahim Gali como su nuevo líder, Secretario General y Presidente de la RASD.
Esta última provocación Marroquí ocurrida en la localidad de Al Gar-Garat contra Mauritania y contra la autodeterminación saharaui demuestra el aislamiento y desesperación del Rey y sus subordinados. Se trata literalmente de una acción guerrerista peligrosa pero sin destino, es decir, un “manotazo de ahogado” en pleno desierto.
Esteban Silva Cuadra
@amigosaharaui
Santiago de Chile, 14 de agosto de 2016