Un tiroteo ocurrido en las primeras horas del sábado dejó tres muertos y un herido en Mukilteo, una zona ubicada en los suburbios de la ciudad estadounidense de Seattle. La alcaldesa de esta localidad, Jennifer Gregerson, ofreció esta mañana una conferencia de prensa donde aseguró que, con este hecho, “la comunidad fue sacudida hasta la médula”.
Los reportes dados a conocer destacan que el incidente, que involucró entre 15 y 20 personas, ocurrió durante una fiesta en el barrio de Chennault, y que las víctimas fueron trasladadas de inmediato al Centro Médico Harborview.
La policía confirmó el arresto de un sospechoso en el condado de Lewis, a unos 160 kilómetros al sur del lugar del suceso.
Los voceros de la policía no dieron más información a los medios de prensa acerca de las motivaciones del tiroteo, ni sobre el estado de la persona herida que se encuentra hospitalizada.
Según la alcaldesa Gregerson, “hay muchas preguntas sin respuesta acerca de lo que pasó anoche en Mukilteo”.
El tema del uso indiscriminado de las armas de fuego y su correspondiente cuota de víctimas fatales en Estados Unidos, es uno de los temas más polémicos en la sociedad norteamericana.
En los primeros seis meses de este año, la cifra de muertos a consecuencia del uso de armas de fuego asciende a 156, lo que mantiene casi idénticas las cifras registradas en 2015, que cerró con 372 tiroteos masivos y 367 víctimas fatales.
En plena campaña electoral por la presidencia, demócratas y republicanos se enfrentan en el tema de establecer controles más férreos sobre el uso de armas automáticas de alto poder de fuego y, en particular, en si se debe o no restringir el derecho a comprar armas a individuos con antecedentes criminales o vinculados a hechos calificados como terroristas.
Por un lado, Hillary Clinton y los demócratas siguen abogando por frenar el uso de armas, mientras por el otro, Donald Trump se niega y cuenta con el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle.