Conciudadanos de Santiago:
Ya todos lo saben: mi primo Joaquín, ayudado por Bracitos Cortos, que por problemas naturales no me podía empujar, fue el que me empujó desde las alturas con las consecuencias ya conocidas. No fui más candidata a la alcaldía y me tendré que acostumbrar, como mi prima concejala de La Florida, a morir como concejala.
Pero esto no podía quedar así. Joaquín, el autor de mi desaparición, no podía llegar y ser mi reemplazante y candidato a defenestrar a Cogotito de Pollo. Había que apostar al flaco Alessandri, que está obsesionado, como su pariente de Zapallar, con llegar a la cumbre, como lo hizo su tatarabuelo, el del perro Hulk. El Ñaño ya habló con él, con Ale.
Cité a todos los parientes humillados por Joaquín (la concejala por La Florida, que bien pudo ser candidata por Santiago utilizando el apellido; la candidata a alcaldesa por Maipú, que pudo también cambiarse a Santiago, pero que Joaquín mira para abajo porque era bailarina de poca monta; Joaquincito, mi sobrino diputado que, me ha dicho la Marcela Sabat, podía renunciar a la Cámara e ir por Santiago, y hasta mi primo ermitaño, que podía trasladarse a vivir al cerro San Cristóbal y postularse hasta con el apoyo de Bracitos Cortos, que lo admira por vivir con menos del sueldo vital) para proponerles bajar a Joaquín.
De la reunión familiar en Santiago Centro salió el acuerdo: pediríamos reunión con el jefe del flaco, de apellido Moncky, y con el jefe de la UDI, de apellido Larrén, gran amigo del finado Paul Scheffer, para abortar a Joaquín, ahora que está de moda el aborto y su hijo diputado es partidario de ese crimen.
La conversación de nuestra familia con los jefes de la UDI y RN fue larga y discutida.
En un principio los jefes nos dijeron que Joaquín debía ser el candidato a alcalde porque, ganando, le dejaba la cancha abierta a Bracitos para intentar volver a La Moneda. Que recordáramos que Joaquín había sacado tantos votos como Bracitos para llegar a palacio y que sólo el apoyo de los comunistas a Richard lo había liquidado en la segunda vuelta. Eso nos dijeron, además de repasarse a Ossandón, a Chaguán y hasta a Espina, que no cuenta.
“Lo importante es lo de Bracitos Cortos” nos dijeron los dos jefes, “Y por eso lo de Juaco”. Ellos le dicen Juaco, no Joaquín.
“No puede ser Joaquín” les dijimos. “Él fue el que traicionó a la prima y la empujó para abajo y ha trapeado con toda la familia. No aguantamos más. Se ha creído siempre más que todos, y sube y baja a los parientes. Si no se le baja ahora puede haber consecuencias muy graves, recuérdese que todos, menos el Ñaño, fuimos o somos suboficiales pinochetistas, gente de acción, patriotas”.
“Además, dijo el Ñaño, el flaco Ale puede ser el candidato a alcalde, él también es partidario de Bracitos como candidato a la presidencia”.
“¿Cómo es eso?” preguntaron los dos jefes, “¿No era el flaco partidario de Ossandón e integrante de los candidatos manos limpias?”.
“Era…, dijo el Ñaño, pero anoche cambió cuando supo que nosotros íbamos a bajar a Joaquín y que Ossandón era de chorro corto comparado con Bracitos”.
“Ah, entonces, todo resuelto, el flaco Ale será ahora el candidato nuestro y, por cierto, de Bracitos Cortos. Bracitos ha bajado a muchos y muchas, ha sido amigo de Robinson Crusoe y ha apoyado a Ho Chi Minh cuando era cabro ¿por qué no deshacerse de su amigo Juaco?” concluyeron al unísono Larrén y Moncky, gente limpia, viejos amigos de Paul Scheffer y don Augusto.
Y así fue, compatriotas de Santiago. Ahora Joaquín se dedicará a aserrucharle el piso a algún otro candidato o candidata a alcalde, no muy bien posicionado, a los que hoy apoya y asesora como Generalísmo Nacional de Campaña, pero en Santiago no se meterá, el flaco Ale será el candidato de Larren y Moncky y se perderá y yo seguiré siendo concejala, como mi prima floridiana.
¡Que nadie se crea eso de la encuesta! Esa es chiva para los que te dije. Ésta es la pura verdad. ¡Palabra de Lavín!
Es todo lo que puedo informar a Uds.
La Prima.