La Superintendencia de Pensiones de Chile, la Superintendencia de Valores y Seguros (y la Comisión Asesora Presidencial sobre el sistema de Pensiones), no sólo avalan las diferencias que existen en los cálculos del sistema de las Fuerzas Armadas y nosotros, la mayoría de los mortales, sino que además nos deben explicar porqué, cómo y quién hizo (y cuánto costó) el “estudio” equivocado sobre las tasas de mortalidad de los chilenos, hombres y mujeres.
Mediante dicho estudio justifican la disminución de más de un 2 por ciento que se aplicará a las jubilaciones de todos los chilenos que se pensionen a partir del 1 de julio.
La página oficial de la Superintendencia de Pensiones dice textualmente: “La elaboración de las nuevas tablas contó con la asesoría técnica especializada de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y, como parte del proceso, también se realizaron consultas al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y al Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)”.
¿Y por qué no se preguntó a los científicos chilenos, especialistas en Gerociencia, quienes poseen y trabajan con las tablas de la OMS, Organización Mundial de la Salud?
Por qué no nos regimos con los parámetros otorgados por la OMS para Chile? Será porque es poco rentable para el sistema?
Dicho estudio establece una diferencia de 10 años en las tasas de mortalidad? 90 años dice “ studio” made in casa. 80 años dice estudio de la OMS. Es más, la Organización Mundial de la Salud estableció claramente que Chile registra la mayor tasa de mortalidad en América Latina, con promedio de 80 años de edad.
“Chile es el país de América Latina con mayor esperanza de vida media, 80,5 años, y el segundo de todo el continente americano, sólo por detrás de Canadá (82,2 años) informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según el estudio anual elaborado por la OMS sobre la salud global, Chile es el único país de la región que supera los 80 años de esperanza de vida media”, publicó la Agencia de Noticias EFE, el día 19 de mayo del presente año, y se replicó en los medios nacionales.
Y nadie dijo nada y el robo comenzó con las nuevas jubilaciones a partir del 1 de julio. PLOP! diría mi amigo Condorito.
Inés Llambías Wolff
PERIODISTA