Estudiantes de universidades públicas y privadas de todo el país se han puesto en actividad en una movilización que se visualiza como la más extensa y unitaria desde el año 2011. En instituciones de educación superior se han iniciado paros indefinidos y la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) resolvió realizar marchas y acciones de protesta para mostrar que los estudiantes serán un factor decisivo en esta fase de la discusión sobre la reforma educacional. En paralelo, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), iniciaron tomas de liceos y acciones callejeras de protesta, en diversas comunas de Santiago y del país.
La Confech postula aumentar la matrícula en la educación superior estatal y disminuirla progresivamente en las universidades privadas que no cumplan estándares mínimos de calidad. Propone el término total del lucro y someter a las instituciones públicas y privadas al cumplimiento de estrictos procedimientos en administración, democracia interna, infraestructura, trato igualitario, transparencia en el uso de recursos y mejoras en las condiciones laborales de los funcionarios. Plantea asimismo que la gratuidad debe ser concebida como un derecho de cobertura universal y financiarse principalmente a través de aportes directos y no mediante becas individuales, poniendo fin al crédito universitario y condonando las deudas generadas por ese concepto.
Las propuestas estudiantiles chocan con la concepción del gobierno, que insiste en mantener el financiamiento mediante becas y bonos individuales.
EFERVESCENCIA EN REGIONES
PF entrevistó a Mauricio Rivas Sepúlveda (23), presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC). Hijo de un profesor primario y de una madre que trabaja como mesera, Rivas cursa el último semestre de la carrera de auditoría de la Facultad de Economía. Recibió la enseñanza básica y media en la educación pública, egresando del Liceo Vicente Palacios de la comuna de Tomé. En 2011 fue presidente del centro de alumnos de ese liceo. Antes de ser elegido presidente de la FEC, fue secretario general de la Federación y presidió el centro de estudiantes de su carrera. La directiva actual de la FEC está integrada por el Colectivo Sumar, que agrupa a varias organizaciones políticas de Izquierda, entre las cuales está la Fuerza Universitaria Rebelde (FUR), en la que milita Mauricio Rivas.
El presidente de la FEC dice que el movimiento estudiantil en la región del Bío Bío ha elevado su capacidad de movilización, con un aumento significativo de estudiantes en las marchas; no solo de las universidades tradicionales sino también de universidades como la Andrés Bello. En el ámbito de los estudiantes secundarios se registra un fenómeno similar. Esto pronostica un alto grado de participación de los estudiantes en comunas como Lota, Coronel, Tomé y Los Angeles en las movilizaciones que se están preparando.
“Hay universidades -dice Mauricio Rivas- que tienen ritmos más lentos de participación, pero sus estudiantes comparten varias propuestas nacionales que han calado profundamente. La demanda de poner fin lucro, por ejemplo, es fundamental, especialmente cuando en la Nueva Mayoría y en Chile Vamos aparecen propuestas que relativizan el fin de la educación de mercado e intentan dejar la puerta abierta para que ciertas instituciones sigan lucrando. Para nosotros no hay espacio a concesiones en este terreno. Nuestra posición irreductible es que en educación no debe existir ningún espacio para el negocio privado”.
El dirigente agrega: “Tenemos que avanzar hacia el control social de la gestión educacional, a través de la participación de los distintos estamentos de la comunidad universitaria en el gobierno de la educación superior. En este aspecto es fundamental terminar con la precarización laboral al interior de las universidades, una práctica que responde a la lógica neoliberal y que resulta incompatible con un sistema basado en el derecho a la educación, que debe crear relaciones diferentes entre autoridades, académicos y funcionarios no académicos”.
Mauricio Rivas insiste en que luego de implantarse la reforma, no debe quedar espacio para la banca privada, entendiendo que los estudiantes no se benefician con el actual mecanismo de financiamiento, hecho a la medida del negocio bancario. “Opino que la Nueva Mayoría está gobernando para el empresariado, no para el conjunto de la sociedad. En su cuenta pública del 21 de mayo, la presidenta Bachelet le habló más a Luksic y Angelini que a los movimientos sociales. No respondió satisfactoriamente ni una sola de las demandas que levantan las mayoría ciudadanas”.
Añade que cuando el gobierno plantea la gratuidad, lo hace con la lógica del vouchery del financiamiento a cada estudiante en particular, sin preocuparse por el fortalecimiento de las instituciones de educación superior sin fines de lucro, que es lo que el movimiento estudiantil demanda.
Recuerda que el Ejecutivo planteó una cobertura de gratuidad inicial para más de 160 mil estudiantes. Pero a un año del anuncio solo se ha entregado educación gratuita a 125 mil alumnos, una cobertura equivalente al 14% de la matrícula, que actualmente supera el millón de estudiantes. Destaca que un alto porcentaje de los jóvenes que serán financiados este año ya percibía beneficios de gratuidad a través de la beca Bicentenario. “En buenas cuentas, lo único nuevo es el cambio de nombre de la beca Bicentenario, que pasa a ser beca de gratuidad”, concluye con ironía.
Acusa además que el presupuesto para educación universitaria se está destinando en su mayor parte a comprar cartera privada y a financiar créditos universitarios, y no a dotar de fondos basales a las instituciones de educación superior.
LAS PRIORIDADES ESTUDIANTILES
El presidente de la FEC dice que el movimiento estudiantil no está dispuesto a ceder en sus demandas de terminar con el lucro, lograr la gratuidad universal y la democratización de la educación superior, que incluye también el fin de la precariedad laboral del personal universitario. También considera fundamental la expulsión de la banca privada del sistema educativo y la condonación de la deuda de los estudiantes con crédito universitario, porque “ya las instituciones financieras obtuvieron suficientes ganancias”.
Mauricio Rivas sabe que con el presupuesto con que cuenta el Ministerio de Educación no es posible asumir toda la deuda de arrastre, pero destaca que lo que interesa a los estudiantes es que el gobierno dé una señal clara de que su voluntad es cambiar el sistema basado en el lucro y que reconozca a la educación como un derecho social.
Añade que la reforma tributaria no logró el objetivo de recaudar los fondos necesarios para dar gratuidad a los 160 mil estudiantes de educación superior que el gobierno esperaba financiar. Los propósitos de la reforma tributaria terminaron desviándose en la cocina del senador Andrés Zaldívar para beneficiar a los empresarios. Recuerda además que fue el sector educación el que sufrió más recortes en el reciente reajuste del presupuesto 2016.
“Con esta falta de compromiso del gobierno con su propia política es difícil lograr cambios estructurales en el modelo educacional -sostiene Rivas-. Los recursos fiscales están mal distribuidos y vemos cómo el Estado entrega subsidios a las empresas forestales y salmoneras, que cuentan con medios propios para solventar sus operaciones. Queremos terminar con la lógica de despilfarrar el dinero público regalando plata a los privados”.
El dirigente estudiantil reitera que en última instancia lo que falta es voluntad del gobierno y del Congreso Nacional para impulsar la reforma educacional. La carencia de recursos es sobre todo una excusa, recordando que Codelco entrega todavía el 10% de las ventas brutas de cobre a las FF.AA.
EL ESTADO RESPONDE
CON VIOLENCIA
Mauricio Rivas agrega que a medida que avanza la capacidad organizativa y de movilización popular, el Estado invierte más dinero en dotar a las fuerzas policiales de equipamiento para funciones represivas. El Estado, dice, se esmera en defender los intereses de los empresarios y la perpetuación del actual modelo a través de una conducta represiva, directamente proporcional a la masividad y capacidad de articulación que adquieren el movimiento estudiantil y otros movimientos socio-políticos que comienzan a levantarse en el país. “No queremos que otro estudiante u otro trabajador se sume a la larga lista de víctimas en las protestas sociales”.
Afirma que cuando un estudiante lanza una piedra a un carro blindado de Carabineros, lo acusan de violento. “Pero es mucho más violento ese carro blindado que atropella y deja herido a un estudiante que sostenía un lienzo. También es incoherente que el carabinero que gana lo mismo o menos que nuestros padres, nos golpee por protestar contra la injusticia social”.
LA FUERZA DE LA UNIDAD
Para Mauricio Rivas es importante que el movimiento estudiantil amplíe sus vínculos unitarios con otros actores de la lucha social. La educación gratuita no solo beneficia los estudiantes y sus familias, también sirve para implantar un sistema de enseñanza al servicio de toda la comunidad, donde los profesionales y técnicos que forme sientan el compromiso de retribuir a la sociedad los conocimientos adquiridos. “Eso ayudará a cambiar la sociedad en su conjunto”, enfatiza.
“Queremos cambiar el paradigma de que el estudiante vela solo por sus intereses inmediatos y el trabajador solo por lo suyo. Cada actor social debe estar relacionado con lo que hacen los otros. Catorce federaciones de estudiantes universitarios decidimos no asistir a una reunión de la Confech, en mayo en Iquique, porque consideramos más importante acompañar a las comunidades de Chiloé y de la Región de Los Lagos que protestaban por el desastre ambiental provocado por las salmoneras”, dice.
“Cruzamos hasta la Isla Grande, estuvimos en Ancud y conversamos con los dirigentes. Fuimos a coordinar la entrega de ayuda y en los días siguientes, salieron desde Concepción cuatro camiones con ayuda. Mucha gente ha quedado sin trabajo en Chiloé y el bono otorgado por el gobierno no será suficiente”.
Afirma Rivas que la FEC seguirá apoyando a todos los que se atrevan a levantar la voz para denunciar los problemas que les afectan. “Cuando estuvimos con los compañeros en Chiloé -dice- les transmitimos nuestra experiencia en conflictos prolongados y cómo entablamos negociaciones con las autoridades. Los pescadores y mariscadores, a su vez, nos relataron lo que significa dirigir un conflicto territorial. Así, unos y otros construimos lazos para coordinar futuras movilizaciones conjuntas”.
RUBEN ANDINO MALDONADO
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 853, 10 de junio 2016.