“Una tarde de noviembre, cerca de la desembocadura del río Sin Nombre en el Pacífico, un hombre y un perro, de pie uno, echado el otro, parecían vigilar sobre una roca las entradas de los estrechos que forman allí las islas del archipiélago. La soledad y el silencio cercaban al hombre y al perro: al frente, el mar y las islas; a sus espaldas, los altos picachos nevados y las tierras inexploradas aún. Parados sobre la roca, agitados por el viento y salpicados por el rocío de alguna ola que reventaba con fuerza, vigilantes, inmóviles, eran lo único humano que alentaba, por allí.”
Este hombre, que presenta Manuel Rojas en el comienzo de “Ciudad de los Césares”, pudo haber sido un chono, un kawésqar, alacalufe, aónik’enk, tehuelche o patagón.
La historia acontece justamente en el territorio donde aun se ubica el fin del mundo y que Hernando de Magallanes llamó «Provincia de la Trapananda» a su costa y «Tierras de Diciembre» a su interior.
Es el último territorio chileno en ser explorado.
“Soldados, frailes, aventureros se lanzaron, sin más datos que los proporcionados por indios mentirosos y soñadores en trances, sobre este territorio inmenso y desconocido, en busca de la misteriosa Ciudad de los Césares, de la cual tantos hablaban, pero que nadie sabía dónde estaba. Como era de esperar, no la hallaban.” Es el relato de Rojas sobre la búsqueda de oro, una austral fiebre del oro.
Oro, … bosques nativos, huemules y cóndores, fiordos, glaciares, cipreses, agua en todas sus formas: La verdadera Ciudad de los Césares es la región completa, fragmentada y aislada.
Darwin se dio bien cuenta en sus exploraciones científicas de 1834 por estos confines que realizó junto a Fitz Royen el Beagley lo dejó escrito en su diario de viaje: “Es notable que sean semejantes todas las circunstancias relativas a los lagos salados en Siberia y Patagonia. Siberia, como Patagonia, parece haber salido recientemente de las aguas del mar.” Es una tierra nueva. Para nosotros también.
La Ciudad de los Césares fue violentada por el exterminio de sus habitantes originales, y violentada más tarde por la colonización que la hizo arder a fuego intenso durante décadas. Hoy, está poblada por pioneros y sus hijos, y sigue estando aislada esta tierra del sinfín. Violencia atenuada en la forma de injusticia social.
La Región de Aysén es en cierto sentido toda ella una isla, algo olvidada, algo marginada, en el fin del mundo.
Es un territorio Extremo.
…
¡Así, en el bosque en que se exilia mi espíritu
Un viejo Recuerdo suena a pleno soplo de corno!
¡Pienso en los marineros olvidados en una isla,
En los cautivos, los vencidos!… ¡En muchos otros también!
(El Cisne, Baudelaire)
Asi, en ese extremo, en el año 2015 se creó una nueva Universidad, estatal.
La Universidad de Aysén definida como una institución estatal, con carácter de organismo social, se constituye por una comunidad universitaria conformada por académicos, estudiantes y trabajadores,articulada con lasociedad de la Región de Aysén. Esta comunidad universitaria, como el cuerpo dinámico de la universidad, es la fuente primaria de todas sus funciones que se relacionan con el cultivo y desarrollo de los saberes,su generación y transmisión, en un contexto histórico y con inscripción social: docencia, investigación, creación, vinculación con el medio y administración, organizados en una estructura que favorece la integración más que la fragmentación disciplinaria.
Es ese mismo carácter comunitario y su capacidad deliberante, el que define la relación esencial entre la universidad y la sociedad. Y es en esta misma capacidad deliberante que se funda su autonomía, su vocación de servicio y la que determina su estructura de gobierno: Rector o Rectora, y cuatro órganos colegiados, relacionados y articulados entre sí:
1. un Senado Universitario, que se aboca a la deliberación sobre los propósitos históricos de la institución y las estrategias de desarrollo en su contexto, unida a la formulación de las normas y políticas que rijan la concreción de tales propósitos;
2. Un Consejo Superior, que se ocupa de la determinación y ejecución de las tareas y acciones que se derivan de esos mismos propósitos y de su formulación proyectiva por lo cual, en conjunto con el Rector o Rectora, tiene la responsabilidad ejecutiva de la institución;
3. un Consejo Evaluativo para el Aseguramiento de la Calidad, que de forma permanente aborda la evaluación de los resultados y de las acciones e iniciativas emprendidas por los organismos, grupos y miembros individuales de la universidad en el desempeño de sus tareas respectivas, entendiendo que la finalidad de saber que la rige define prioritariamente la excelencia como requerimiento esencial de la vida universitaria;
4. un Consejo Social, que resguarda la pertinencia y compromiso de la institución con su contexto histórico y social, como elemento consustancial a la búsqueda de excelencia y de calidad en cada una de las funciones que le son propias y a la articulación de la libertad incondicionada del saber con la responsabilidad del servicio público.
Pero este gobierno universitario no rige todos los aspectos de la vida universitaria, ni busca la programación de sus fuerzas de cambio. Por el contrario, se considera la participación de la comunidad universitaria, entendida como relación reflexiva y dialogante, como el contrapeso imprescindible a una inevitable verticalidad de la estructura que asegura la responsabilidad de todos sus integrantes con la vida y el desarrollo institucional. Si en la comunidad universitaria reside la fuente primaria de todas sus funciones,los órganos colegiados de gobierno son, en consecuencia, expresión de la reflexión y la voluntad de ella. Por la misma razón, tales órganos de gobierno están integrados por representantes de la comunidad universitaria o de la sociedad, de forma que pueda hacer valer su carácter de fuente primaria, más allá del derecho de elegir representantes.
Es pues, una Universidad estatal EXTREMA. En su extremo sentido de comunidad, en su extrema apertura a la sociedad que rompe la “muralla que marcaba la diferencia temporal entre universidad y actualidad”, en su oposición al modelo de mercado que ha signado la educación superior chilena desde la dictadura hasta hoy.
En ese territorio aislado del fin del mundo, no sería posibleotra Universidad.
Así, ahí, la Universidad Posible No es neoliberal, nace desmercantilizada.
Está fuera del mercado, no se compra ni se vende: es gratuita, en grado extremo.
Docencia-Investigación-Pertinencia o Vinculación con el medio, son inseparables desde nuestra perspectiva extrema. En marzo de 2017 recibiremos a los primeros estudiantes fundadores y esperamos, tal como lo dijo Enrique José Varona (Cuba, Sobre la educación, 1882-1902) a fines del Siglo 19, que
“… Reunidos esos jóvenes mejor dispuestos y más capaces, la universidad ha de procurar ante todo formar con ellos un verdadero cuerpo moral. No ha de consentir que se consideren como unidades dispersas, ni siquiera como grupos independientes, que penetren en sus aulas y laboratorios sólo para adquirir la destreza necesaria y las ideas precisas para ejercer después una profesión lucrativa. … ha de procurar que sepan que están colaborando en una gran obra colectiva, de la que es parte, pero sólo parte, su provecho personal. El estudiante por serlo, ya tiene su puesto en la escala de los valores sociales,con todas las prerrogativas y todos los deberes de quien ha empezado a ser artífice consciente en la elaboración de la vida nacional…”
Cómo se podría no concederle entonces, a los estudiantes derechos políticos para profundizar la democracia institucional?
La Universidad Posible, en el extremo aislado, no es una empresa, el Rector o Rectora no es un gerente, sus académicos y funcionarios no son meros empleados, los estudiantes claramente, no son clientes. Son todos y todas integrantes de una comunidad abierta.
Docencia-investigación-pertinencia son inseparables, hemos dicho.
“La universidad estudiará también las especialidades de la sociedad chilena bajo el punto de vista económico, que no presenta problemas menos vastos, ni de menos arriesgada resolución. La universidad examinará los resultados de la estadística chilena, contribuirá a formarla y leerá en sus guarismos la expresión de nuestros intereses materiales. … Todas las sendas en que se propone dirigir las investigaciones de sus miembros, el estudio de sus alumnos, convergen a un centro: la patria.” Es lo que proponía Andrés Bello.
En Aysén, nos ha tocado partir revisando las estadísticas del estudio de canasta única del INE que arrojó resultados muy controversiales pues se pretende usarlos para justificar decisiones de políticas públicas que afectarán la vida de muchos.
Nos tocará la Marea Roja, y el retroceso de los glaciares.
El 10 de junio de 1834, Darwin anotó en su diario de viaje “Casi todos los brazos de mar que penetran hasta el interior de la cadena más alta, … terminan en «tremendos y asombrosos glaciares». Grandes masas de hielo se desprenden frecuentemente de estos helados cantiles, y el choque con el agua reverbera como la andanada de un buque de guerra por la extensión de los solitarios canales.” Venía a eso Darwin, a completar trabajos de hidrografía de la Patagonia.
Se juntan los extremos, re-aparece una nueva Universidad, que no es sino la misma. Una creación que no parte de su propio origen, es más bien una reconstitución, un regreso, creo que podría decir que se trata de una suerte de Apocatástasis.
Cuando la fiebre del oro va siendo superada, dice Manuel Rojas -de este otro oro, con saqueo y lucro-, “en un ambiente de revuelta, sabían unos y otros que la cuestión no se decidiría si no arma contra arma”, mientras, “Los demás retornaron despacio a la ciudad, la pequeña y misteriosa Ciudad de los Césares, que un día asombrará al mundo con su riqueza y su sencilla vida y que mientras llega ese día trabaja en silencio, perdida en un rincón imaginario de la cordillera del sur”
Parafraseando a Bello, si corresponde fielmente a las miras de la ley y más aún al Estatuto, que le ha dado su nueva forma, la Universidad –La Universidad de Aysén, estatal, gratuita, desmercantilizada, abierta, extrema- será un cuerpo eminentemente expansivo y propagador.
En un territorio extremo solo es posible esta universidad extrema. Pero Chile, que limita al centro con la injusticia, en palabras de Violeta, es en su totalidad un territorio extremado, abusado por el fundamentalismo ideológico neoliberal.
El extremo ya está puesto como centro : ese desplazamiento, ese movimiento, ES la posibilidad de la Universidad.
Aunque sigan intentando frenar ese movimiento, aquellos poderes que ayer como hoy, nos sacan del Congreso, avanzamos hacia la Educación Superior como un derecho social y un deber estatal.
Se citan en este texto a Manuel Rojas, Charles Darwin, Baudelaire, Julio Verne, Enrique José Varona, Andrés Bello, María Olivia Mönckeberg, Willy Thayer, Violeta Parra y Pablo Oyarzún.
· Rectora de la Universidad de Aysen.