El escritor y periodista mexicano, Ricardo Ravelo Galo, advirtió que cada vez más criminales han llegado al poder en el país, cuyas reacciones se han reflejado en casos como Iguala y los asesinatos de reporteros.
Al presentar su libro “Ejecuciones de periodistas, los expedientes”, destacó que la delincuencia organizada empezó cobrando cuotas a las autoridades, pero ahora las rebasó e incluso toma decisiones acerca de la planeación de obra pública y es el hampa quien designa a candidatos de elección popular.
“El crimen organizado se propuso como objetivo tomar el poder y entonces a las presidencias municipales, a las gubernaturas y a las diputaciones federales, a las senadurías están arribando personajes que están relacionados en el menor de los casos sino que es que ellos son cabeza de grupos criminales”, expuso.
Ravelo Galo señaló que las reacciones de tales autoridades corresponden a las de criminales en el poder, como en el caso Iguala, cuando son incomodados o matando reporteros.
El periodista especializado en temas del narcotráfico sostuvo que el caso de Veracruz es muy grave.
“En ningún lugar del mundo en un siglo y dos años han ocurrido tantas muertes de periodistas como han ocurrido en cuatro, a lo mucho en un lustro, en Veracruz”, manifestó.
Reiteró que hay casos en los que los periodistas asesinados presuntamente estaban ligados al crimen organizado.
Sin embargo, enfatizó que aún no se establece si los comunicadores se vincularon con el hampa en forma voluntaria o bajo coacción, pues ninguno mostró enriquecimiento ilícito.
Tampoco mencionó que el Gobierno de Veracruz o el priista Javier Duarte de Ochoa esté detrás de los homicidios, que calificó con demasiada de saña, como el caso de Gregorio Jiménez de la Cruz.
Ricardo Ravelo, quien tuvo acceso a varios expedientes sobre los asesinatos de periodistas en Veracruz, reveló que algunos casos fueron atraídos por la Procuraduría General de la República (PGR), pero se desconoce cuándo serán esclarecidos, pues continúan impunes.
También criticó el silencio oficial ante esta situación y abundó en que hay expedientes, como el de Gabriel Fonseca, reportero desaparecido en Acayucan, de apenas 25 hojas a diferencia de otros con más de siete mil.
Agregó que la seguridad de los reporteros empieza por ellos mismos, pues rechazó la asignación de escoltas a comunicadores bajo amenaza y, en ese contexto, consideró que la autocensura también es un elemento de autoprotección, pues recordó que muchos periodistas son espiados y acosados.