Noviembre 19, 2024

La Reserva Federal y el dólar en estado de emergencia

 

Una noticia muy trascendente que ha pasado desapercibida por la mayoría de la gente, provino de la FED (Reserva Federal de Estados Unidos), el organismo más poderoso que mueve el dólar, donde se cita al Consejo de la Reserva Federal a una reunión realizada el lunes 11 de abril de 2016, mediante procedimientos acelerados según lo establecido en la sección 26lb.7 del Reglamento de la Junta, para tratar las tasas de avance y de descuento que aplicarán los Bancos de la Reserva Federal. Después de dicha reunión la presidenta del organismo, Janet Yellen, procedió a reunirse con el presidente Barack Obama y el vicepresidente Joe Biden en una reunión extraordinaria.

 

 

Al día siguiente se citó a una segunda reunión, a puertas cerradas, a la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, para el martes 12 de abril de 2016, cuya materia oficial a tratar fue un Banco de Supervisión de la materia. Luego, se volvió a citar a una tercera reunión a la Junta de Gobernadores de la FED,a puertas cerradas, para el miércoles 13 de abril del presente, cuyo tema según información oficial fue, reunión informativa periódica y de debate sobre los mercados financieros, las instituciones y la infraestructura.

 

Tres reuniones a puertas cerradas de la Junta de Gobernadores de la FED y una reunión extraordinaria con el presidente y el vicepresidente de los Estados Unidos, no son para ver un asunto trivial e indica que algo grave está sucediendo, en especial cuando se hace referencia a un “Banco de Supervisión de la materia”, respecto del cual no se tienen mayores antecedentes.  A pesar del hermetismo anterior, la revisión de información de los últimos acontecimientos financieros que han estado ocurriendo, nos dan algunas pistas sobre qué puede ameritar la gravedad para reunirse con el presidente y vicepresidente de Estados Unidos, según comentamos a continuación.

 

El economista Dennis Gartman de Fast Money, en un programa de la cadena CNBC., realizada el 5/4/2016, explicó la correlación que proviene del hecho que la mayor parte de las materias primas se valora en dólares y cuando el dólar sube, empuja hacia abajo todas las materias primas que se adquieren con dicha moneda y viceversa, cada vez que el dólar baja, menos de aquellas materias se pueden comprar con él, lo que eleva el valor de las materias primas, para concluir en que, “esta lógica está en vías de extinción”.

 

Los países están cambiando su mecanismo de fijación de precios para cortar la dependencia del dólar de Estados Unidos y  los inversores están comprando materias primas en la moneda de su elección, eliminando  a los agentes de intermediación (bancos). Este fenómeno se está observando en Asia, donde cada vez más, los contratos de petróleo son pactados en yuanes chinos, los metales básicos se contratan en yenes japoneses, los cereales en Europa en euros, etc., motivando una alza entre 5 y 9% de estas últimas monedas respecto al dólar. “Esto comenzó, ante todo, debido a una pérdida de confianza en Estados Unidos”, “Somos menos fuertes de lo que solíamos ser y se supone que nos estamos debilitando”, sintetizó  D. Gartman, considerado un gurú financiero de Fast Money.

                                                                                                                                                         

Lo señalado podría ser una opinión más entre las miles que circulan en los medios informativos financiero, sin embargo, existen sucesos financieros  de gran relevancia que están ocurriendo, y que al relacionarlos con lo anterior, pueden ser considerados como asuntos de alta gravedad  para Estados Unidos y para el mundo.

 

En primer lugar está la noticia surgida en Singapur, que señala al mayor consumidor de oro del mundo que es China, que pone en marcha un punto de referencia de oro denominados en yuanes, un paso de gran envergadura para ejercer un mayor control sobre el precio del metal y aumentar su influencia en el mercado mundial de lingotesdominado durante mucho tiempo por Londres y Nueva York.  El precio de referencia chino, derivado de un 1 kg/contrato negociado por los 18 participantes en el  SGE (Shanghai Gold Exchange), se fijó en 256.92 yuanes (US$ 39.69) por gramo de oro,lo que equivale a US$ 1,234.50 la onza.

 

Pero eso no es todo. En el mercado de la plata se necesitaron cuatro años, desde de abril 2012 a abril 2016, para que los inventarios de plata en Comex que opera JP Morgan, el principal operador occidental, pudiera  elevar sus inventarios desde 4 millones de onzas a 69,4 millones de onzas de plata al día de hoy. El contraste lo puso las existencias de plata delSHFE (Shanghai Futures Exchange) el principal operador de metales chino, que saltó de 7,5 millones de onzas en agosto de 2015 a 54,7 millones de onzas en abril del 2016, es decir, en apenas ocho meses han captado una enorme cantidad de plata y la pregunta que nos podemos hacer es, ¿qué saben los chinos que nosotros no sabemos?  La respuesta tiene que ver con decisiones de China y de la Reserva Federal.

 

Aún cuando los operadores de la industria argumentan que China va en camino a establecer el precio del metal y que cuando China tome el control para fijar el precio del oro, va a imponer una gran presión sobre el dólar de EE.UU., lo que parece estar creando mucha inquietud, abriendo una opción a los grandes inversores que están mirando cómo empezar a protegerse a sí mismos.La semana pasada, la Casa de Moneda de EE.UU. vendió 33.000 onzas de oro y 6.000  Búfalo e Eagles de oro, lo cual es una gran cantidad de  oro vendido en una semana en comparación con 38.500 onzas vendidas en todo el mes de marzo.  Sólo en las tres primeras semanas de abril de este año, las ventas de águilas de oro han llegado a 87.500.   Esto es tres veces las últimas cifras de años.

Sin embargo, el mayor impacto sobre el dólar con lo que está ocurriendo con el oro y plata, será una consecuencia lógica casi inevitable que ocurrirá en el tiempo, y es cuando  China declare la convertibilidad del yuan con respaldo en oro y plata provocando el derrumbe del dólar  o dejándolo medio moribundo. Es una lógica que tiene sentido porque China no tiene decenas o centenas de billones de yuanes en instrumentos financieros o en reservas diseminadas en el exterior, como si lo tiene Estados Unidos, por lo tanto, hacer efectiva esa medida requeriría de menos oro en respaldo para China que, si teóricamente lo pudiera hacer norteamericana, que no tiene como.

 

Actualmente en los mercados a futuro, la tendencia es de un dólar a la baja, probablemente debido al flujo de miles de millones de dólares que amenazan  regresar a los Estados Unidos, sin considerar los que ya han  regresado. Es lo que parece tener a la FED en reuniones extraordinarias, con participación del Presidente y  vicepresidente de EE UU. ¿Para qué el mundo acumulará dólares, si su valor es tautológico, es decir, un dólar vale exactamente solo otro papel de un dólar y nada más? A ello se debe la manipulación del mercado del oro a través de JP Morgan y Comex.

 

La economía de Estados Unidos no despega, y tiene un mercado laboral que mejora pero con empleos de menor calidad y otros de tipo informal, lo que unido al riesgo de estar incubándose una inflación latente con los dólares que están regresando a EE UU., que salieron de los países emergentes, algunos como consecuencias  de las sanciones a Rusia, que optó por cambiar sus contratos de petróleo a yuanes o de China que ha bajado sus reservas en dólares de US$ 4 billones a casi US$ 3 billones, además varios otros países que han dejado de acumular dólares. Cuando P. Volcker tomó el timón de la FED en agosto de 1979,  declaró inmediatamente la guerra a la inflación, alzó las tasas de interés a casi 20 %, produciendo un shock económico con desempleo a niveles no vistos desde la década de 1930. A. Greenspan hizo lo propio en la crisis Sub Prime, que aún pena a todo el mundo.

 

Todas estas consideraciones representan riesgos reales que podrían estar justificando  la creación de un Banco de Supervisión, según ha indicado la FED, que serviría para el salvataje a gran escala de la banca, considerando que la Reserva Federal está siendo arrinconada a subir las tasas, ante la necesidad de frenar el desequilibrio monetario y  aumentar el costo del dólar, lo que frenará más su debilitada economía, cuyos últimos datos en ventas de viviendas y autos nuevos está cayendo, facilitada por el dinero fácil y barato, en cuyos pilares se ha basado la recuperación artificial de USA., que está pasando la cuenta y reventará las burbujas con rebote en la banca. 

 

La  deuda fiscal de USA está cercana a los US$ 19 billones. Si consideramos el dato de algunos economistas que fijan la deuda total de Estados Unidos en US$ 210 billones, se trata de un monto impagable, lo que acrecienta la desconfianza en el dólar como medio de pago y pueda derivar al yuan, si China ofrece un yuan respaldado en oro. 

 

Según los informes no oficiales, China ha decidido que, “no puede haber conversión de respaldo en oro del Yuan, de dólares estadounidenses.”  Lo que China teme es que muchos países de todo el mundo van a querer cambiar sus dólares de reserva de los Estados Unidos por el nuevo yuan, impactando al dólar. Por eso, esta medida la aplicarían cuando estén resueltos los aspectos adversos que implica tal decisión. China aun tiene una montaña de dólares de EE UU., en reservas y no necesita más, a pesar de la escalada del crédito que están enfrentando para sostener el cambio de modelo de economía de exportación a una de consumo, con grandes excedentes en capital productivo para exportación, en especial para enviar productos a EE UU., que fabrica muy poco e importa casi todo.

 

Los tipos de intereses negativos también conocidos como políticas NIRP (Negative Interest Rate Policy), es una herramienta de política monetaria no convencional que fija los tipos de intereses de referencia nominales a un valor por debajo del 0%, no están dando resultados. ¿Porqué alguien estaría dispuesto a pagar por prestar dinero, si el prestamista es el que toma el riesgo de incumplimiento. Los bancos centrales donde operan tasas negativas, son el Riskbank de Suecia, el Banco de Japón (BoJ), el Banco Central de Suiza (SNB)este último con el nivel más bajo de todo el mundo ubicándolos en – 0,75%.  El premio Nobel de Economía de 2001 Joseph E. Stiglitz, dijo, “En ninguna de las economías en las que se ha intentado el experimento poco ortodoxo de las tasas de interés negativas, ha habido una vuelta al crecimiento y el pleno empleo”.

 

La gran duda que ronda en todas partes es si, en caso de una gran crisis, será posible rescatar a todos los bancos, entre ellos, probablemente al Deutsche Bank.  Pero si no cae la banca primero, existe un  peligro mayor que se llama Japón, el que inevitablemente entrará en crisis. Incluyo una frase extractada de un artículo que publicó el sitio Droblo el 26 de abril de 2016, sobre Japón, ¿Cómo entonces hace este país para no quebrar si no tiene capital propio suficiente y la inversión exterior es mínima? Porque tiene un banco central que lo compra todo. No sólo deuda pública, también acciones e incluso fondos cotizados. Preguntaréis por qué no lo hacen todos los países. Es sencillo, la deuda de Japón crece y crece y aun así lleva 5 recesiones en los últimos 7 años, no es ninguna solución. Y ya supera el 230% que llega al 400% si se suma la deuda privada (cifra mucho mayor si lo medimos en función de sus ingresos fiscales), récord mundial.  Respecto a aplicar la política japonesa, agrega, “Sería un error porque antes o después, la burbuja nipona estallará y si ese país cae, algo a lo que está abocado, el crash mundial será antológico”.

 

Mario Briones R

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