Diciembre 26, 2024

“The Panama Papers”: Los secretos de chilenos en paraísos fiscales salen a la luz

La filtración de más de 11 millones de registros secretos del bufete Mossack Fonseca revela datos de cerca de 200 sociedades offshore vinculadas a Chile. Destacan las de Agustín Edwards, Alfredo Ovalle (ex presidente de la CPC), Hernán Büchi, Iván Zamorano y los controladores de Ripley y el BCI. También aparece el presidente de Chile Transparente Gonzalo Delaveau. CIPER trabajó junto a 109 medios, liderados por ICIJ, en esta investigación que devela negocios secretos de más de cien líderes mundiales y políticos, además de monarcas, futbolistas, dirigentes de la FIFA y traficantes de drogas y armas.

 

 

El bufete panameño de abogados Mossack Fonseca (Mossfon) –utilizado por clientes de más de 200 países y territorios para crear sociedades pantallaen paraísos fiscales y jurisdicciones con sistemas tributarios blandos–, está en el centro de una polémica mundial. Y no solo por la investigación que hace semanas inició el Ministerio Público de Brasil, tras detectar que sociedades creadas por Mossfon en Panamá habrían servido para blanquear dineros desviados de la estatal Petrobras en la “Operación Lava Jato”.

El domingo 3 de abril, la delicada situación que enfrenta la firma de abogados creada en 1977 tomó un color aún más oscuro. Una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) en conjunto con 109 medios de todo el mundo –entre ellos CIPER– dejó al descubierto los nexos ocultos que el bufete panameño ha mantenido históricamente con gobernantes, políticos, celebridades y empresarios en distintos países. También con un sinnúmero de “clientes” incluidos en listas negras internacionales, entre los que se cuentan estafadores, sospechosos de financiar el terrorismo, traficar drogas y proveer de armas a países azotados por guerras internas.

 

Mossack Fonseca también tiene un capítulo chileno. Aunque formalmente abrió oficinas en nuestro país en diciembre de 2012 de la mano del abogado Juan Cristóbal Recart Salas, sus vínculos con Chile son de larga data y abundantes. Hasta ahora CIPER ha identificado que desde fines de los ‘70 a la fecha, la firma panameña ha sido vehículo para la creación de cerca de 200 entidadesoffshore vinculadas a chilenos o a extranjeros con inversiones en Chile, en jurisdicciones como Panamá, Islas Vírgenes Británicas, Bahamas, Seychelles y Nevada (USA).

En algunos casos son sociedades instrumentales con un directorio de pantalla, conformado por ejecutivos de la misma firma Mossack Fonseca o testaferros. Valiéndose del secreto bancario y la opacidad que impera en esos territorios, uno de los propósitos de estas estructuras de papel es resguardar la identidad de los reales propietarios de los dineros que administran.

Los registros que investigó CIPER y más de un centenar de medios de 76 países, corresponden a11,5 millones de archivos secretos de Mossack Fonseca que abarcan desde 1977 a 2015. Los documentos fueron filtrados por una fuente anónima al periódico alemán Süddeutsche Zeitung, el que los compartió con ICIJ que organizó el trabajo colaborativo de investigación internacional.

Los más de 11 millones de archivos de Mossfon –que contienen certificados, pasaportes, actas de directorio, documentos legales y correos electrónicos, entre otros- permiten penetrar los esquemas de ingeniería tributaria que ofrece la compañía. Y, en muchos casos, esos registros proporcionan la llave para develar el secreto mejor guardado de esas sociedades: la identidad oculta de sus beneficiarios finales.

La investigación realizada por 376 periodistas de todo el mundo –entre ellos el equipo de CIPER- ilumina el oscuro y gigantesco subsuelo del mundo financiero internacional. Según cálculos conservadores del economista francés Gabriel Zucman (autor del libro “La riqueza escondida de las naciones: cómo funcionan los paraísos fiscales y qué hacer con ellos”), en los paraísos fiscales están alojados bajo secreto –y en ocasiones de manera ilícita–, cerca de 5,8 billones de euros, lo que representa el 8% del patrimonio financiero mundial.

En Chile no se sabe con certeza el total de capitales invertidos en paraísos fiscales. La única aproximación posible es a partir de las declaraciones realizadas por contribuyentes chilenos con dineros alojados en esas jurisdicciones. En 2015, según información entregada por el Servicio de Impuestos Internos (SII) a CIPER, existían US$11.200 millones, declarados por 408 contribuyentes con inversiones en Panamá, Islas Caimán e Islas Vírgenes Británicas. La cifra equivale al total de los préstamos que hizo en el mismo año el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en toda América Latina y el Caribe.

Entre los beneficiarios chilenos de las sociedades offshore creadas por Mossack Fonseca aún activas, figuran el ex presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), y socio del ex jefe financiero de la DINA, el abogado Alfredo Ovalle Rodríguez; el empresario Isidoro Quiroga Moreno,quien ha hecho millonarios negocios con la venta de derechos de agua entregados por el Estado (ver reportaje de CIPER); el dueño de la empresa El Mercurio S.A.P., Agustín Edwards Eastman; el ex ministro de Hacienda, candidato presidencial y hasta hace poco director de Soquimich, Hernán Büchi Buc; la familia Calderón Volochinsky, controladora de la empresa de retail Ripley; y los empresarios de las apuestas y juegos de azar, LuisLientur Fuentealba Meier, entre otros.   

Mención aparte merecen los abogados que aparecen en estos registros actuando como intermediarios entre los propietarios reales de esas sociedades y el polémico bufete panameño. Allí se encuentra el presidente de Chile Transparente (capítulo chileno de Transparencia Internacional), Gonzalo Delaveau Swett, quien ha gestionado a través de Mossack Fonseca la administración de una serie de sociedades offshore con domicilio en Bahamas, desde las que se controla un millonario proyecto minero e hidroeléctrico en la V Región.

Pese al secreto y al amplio pliego de resquicios que hacen de un paraíso fiscal un poderoso imán de capitales, abrir y mantener sociedades en esas jurisdicciones no es ilegal. Pero los hechos y los mismos registros de Mossack Fonseca demuestran que los paraísos fiscales han sido suelo fértil para albergar dinero proveniente de actividades ilícitas y para burlar o disminuir la carga tributaria –vía elusión o evasión– que deben pagar los capitales en los países donde éstos fueron generados.

La información disponible en los archivos de Mossack Fonseca vinculada a Chile no arroja evidencias de ilegalidades. Para romper ese cerco, se necesitaría contar con la información bancaria completa de esas sociedades y cruzar esos registros con bases de datos del SII y del Banco Central, pero esa información por ley se encuentra bajo secreto.

De las cerca de 200 entidades offshore vinculadas a Chile y que han sido creadas por Mossack Fonseca entre 1977 y 2015, alrededor de 70 están aún activas según los registros a los que tuvo acceso CIPER. A la mayoría de sus beneficiarios CIPER les envió una carta explicándoles de qué trataba la investigación y preguntándoles si sus sociedades offshore siguen activas; si éstas son poseedoras de cuentas corrientes; y si los dineros vinculados a esas cuentas se habían acogido o no a la repatriación de capitales durante 2015.

De las 50 cartas enviadas (muchos de los clientes de Mossack Fonseca tienen más de una sociedad),12 fueron contestadas.

 “UNA GRAN LAVADORA DE DINERO”

La firma de abogadosMossack Fonseca fue fundada en 1977 en Panamá por los abogados Jurgen Mossack y Ramón Fonseca, quien el 11 de marzo congeló su función de ministro consejero del gobierno del Presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, luego de que su firma fuera acusada de ser el eslabón de una operación de lavado de dineros provenientes del gigante brasilero Petrobras. Uno de los fiscales del caso, Carlos dos Santos Lima, catalogó a la firma como una “gran lavadora de dinero” (ver aquí).

Mossfon se define como una compañía líder en proveer servicios legales, fiduciarios y contables a clientes de todo el mundo. Cuenta con cerca de 500 colaboradores y 44 oficinas. En simple, lo que hace la firma es ofrecer a personas naturales y jurídicas la creación de estructuras offshore –sociedades, fideicomisos y fundaciones de interés privado– en territorios con sistemas poco transparentes para la administración de sus capitales bajo total discreción. Anguila, Bahamas, Islas Vírgenes Británicas, Nevada (USA), Panamá y Seychelles, son un puñado de las más de 15 jurisdicciones con las que trabaja Mossack Fonseca.

 

Los registros a los que tuvo acceso CIPER por intermedio del diario Süddeutsche Zeitung ICIJ, dan cuenta que desde su fundación a la fecha, Mossack Fonseca ha creado al menos 214.488 entidadesoffshore para clientes de más de 200 países y territorios.

Desde hace algunos años, Mossfon se ha visto envuelta en sucesivas polémicas. Fue el intermediario para la creación de 123 sociedades de papel domiciliadas en el estado de Nevada (Estados Unidos), cuya propiedad ha sido atribuida al empresario vinculado a la familia Kirchner Lázaro Báez.

Los archivos filtrados de Mossack Fonseca también conducen a sociedades creadas por el círculo cercano del Presidente ruso Vladimir Putin, se adentran en los secretos de la FIFA yevidencian cómo familiares de líderes mundiales, como el Primer Ministro británico David Cameron, y celebridades como Lionel Messi, han encontrado en los paraísos fiscales un albergue confiable para depositar sus riquezas.

Los documentos también conectan a la firma con al menos 33 personas naturales y jurídicas incluidas en listas negras del gobierno estadounidense por sus vínculos comerciales con carteles de droga en México y con traficantes de diamantes en África, con organizaciones terroristas como Hezbollah, y con países como Corea del Norte e Irán (ver reportaje central de ICIJ).

 

LOS CHILENOS DE MOSSFON

El martes 22 de marzo, CIPER contactó por teléfono y correo electrónico al abogado tributarista Juan Cristóbal Recart (del estudio Recart, Bilbao, Villalobos), quien desde diciembre de 2012 representa a Mossack Fonseca en Chile. El propósito era pedirle su versión sobre la información a la que tuvimos acceso. El  abogado se excusó señalando que el jueves de esa semana tenía un viaje, aunque se mostró dispuesto a conversar a su regreso (con posterioridad a la publicación de este reportaje). CIPER insistió en la urgencia de la cita, pero Recart no volvió a responder.

 

De quien sí recibimos respuesta fue de Felipe Lyon, en calidad de apoderado deAgustín Edwards Eastman, dueño de El Mercurio S.A.P. y beneficiario de la sociedad offshore Aladin Marine Corporation, domiciliada en Islas Vírgenes Británicas desde mayo de 1994. Aladin Marine Corporation sería la propietaria del yate “Anakena” (40 metros de eslora y 150 toneladas), propiedad de Edwards, y construido por el prestigioso astillero holandés Royal Huisman.

En su respuesta a CIPER, Lyon –quien junto a María Luisa del Río, esposa de Edwards, tiene desde diciembre de 2014 poder para representar a esta sociedad– señaló que Aladin Marine Corporation era “una sociedad holding de inversiones” y que la totalidad de sus activos están radicados en Estados Unidos. Agregó además que las inversiones de la sociedad en el extranjero, se habían financiado “con fondos tributados en Chile” y con ingresos provenientes de “su trabajo (de Edwards) en una empresa norteamericana, durante la época en que debió abandonar el país por razones de seguridad personal y de su familia”.

La empresa norteamericana a la que refiere Lyon es Pepsico Inc., compañía de la cual Agustín Edwards fue vicepresidente entre 1970 y 1975. Edwards llegó a Estados Unidos en septiembre de 1970, pocos días después de que Salvador Allende fuese electo presidente. Archivos desclasificados en mayo de 2014 por Estados Unidos revelaron la reunión clave que tuvo Edwards con el jefe de la CIA, Richard Helms el 14 de septiembre de 1970. Esa mañana, Edwards tomó desayuno en Washington con Henry Kissinger, entonces asesor de Seguridad del presidente Richard Nixon y fue el propio Kissinger quien le pidió al jefe de la CIA que se reuniera ese mismo día con Edwards para que lo informara de la situación en Chile. En esa reunión participó además de Helms y Agustín Edwards, el presidente de Pepsi Cola, Donald Kendall (amigo de Nixon).

La desclasificación del “memcon”, la transcripción oficial de lo que se habló en esa reunión, reveló que la cita fue clave en el impulso que se le dio a partir de ese día a la acción desestabilizadora emprendida por el gobierno de Nixon en contra de Allende. Al día siguiente (15 de septiembre), el propio Nixon ordenó a Helms iniciar un conjunto de acciones encubiertas para “hacer que la economía chilena chille” y así provocar un golpe para evitar que Salvador Allende asumiera la presidencia

 

Agustín Edwards no es el único empresario chileno con vínculos con Mossack Fonseca. Los registros secretos del bufete panameño muestran cómo el ex presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Alfredo Ovalle Rodríguez, montó una compleja estructuraoffshore en Panamá para administrar los capitales que generan sus inversiones en Chile, principalmente las relacionadas al grupo minero Las Cenizas.

En 1976 Ovalle, junto a su socio Raimundo Langlois Vicuña (ambos abogados), crearon la primera de una serie de empresas con el jefe del Departamento Financiero de la DINA,Humberto Olavarría Aranguren, ex oficial de Armada y amigo de Manuel Contreras. Algunas de esas sociedades fueron constituidas cuando Olavarría controlaba el aparato financiero de la policía secreta del régimen de Pinochet. Ovalle fue también el nexo entre Olavarría y el ex presidente panameño entre 1990 y 1994, Guillermo Endara Gallimany, a quien había conocido en Nueva York en la década de los ‘60. El mismo año en que Ovalle y Olavarría pusieron en marcha su primer emprendimiento, Endara constituyó varias sociedades pantalla para la DINA en Panamádestinadas a financiar laOperación Cóndor (ver reportaje de CIPER).   

Mossack Fonseca fue el vehículo con el que Ovalle creó en 1987 la sociedad Sierra Leona, con domicilio en Panamá. Parte de las acciones de esa sociedad se emitieron al portador y otro tanto a nombre de otras dos compañías también registradas en ese país: Thames Global Corporation yBlue Hill Group Incorporated.

Sierra Leona es a su vez propietaria o tiene participación en una serie de empresas mineras, agrícolas y de inversiones en Chile de las que Ovalle es dueño.  En octubre de 2008 todas las acciones de Sierra Leona fueron traspasadas a una nueva estructura creada en Panamá por el ex timonel de la CPC: la Fundación Bello Amanecer. En palabras de la propia firma Mossack Fonseca, una fundaciónoffshore ofrece la posibilidad de mantener con mayor resguardo “la confidencialidad respecto del propietario de los capitales, incluso una vez disuelta”, “puede funcionar como un holding” y “como vehículo para recaudar royalties y otro tipo de retornos”, entre otros beneficios.

 

Alfredo Ovalle ha tomado todas las precauciones para mantener su identidad lo más desconectada de las entidades offshore que controla. La administración de Sierra Leona está en manos de un “directorio pantalla” conformado por ejecutivos de la propia Mossack Fonseca. Los mismos nombres se repiten una y otra vez en los directorios de cientos de sociedades creadas por el bufete panameño en distintos paraísos fiscales. Este directorio ficticio, con poderes para representar a la sociedad, recibe instrucciones de manera remota (por email) para formalizar en actas las decisiones que se toman en Chile respecto de reestructuraciones, aumentos de capital, apertura de cuentas bancarias y otras operaciones financieras.

Sierra Leona ha abierto cuentas corrientes con distintos bancos, como el HSBC, Credit Suisse y Multibank, domiciliados en Panamá. En los papeles de Mossack Fonseca no existen registros que permitan cuantificar el monto de los capitales que Ovalle maneja en ese país, aunque un correo electrónico de octubre de 2012 ofrece una aproximación.

El 16 de octubre, un alto ejecutivo de Mossfon le escribió a una subgerente del Credicorp Bank de Panamá explicándole que tenía un cliente chileno muy importante (Alfredo Ovalle) que necesitaba abrir una cuenta corriente. “Las sociedades son tenedoras de acciones de unas empresas chilenas que a su vez poseen acciones en una compañía minera allá en Chile. Las sociedades panameñas y las cuentas que tengan, se usan para recibir sus dividendos respectivos. ¿Tiene el Credicorp Bank algún reparo con esto? (…) El promedio sería de 1MM anualmente (NdR: un millón de dólares)”.

Ni Alfredo Ovalle ni Raimundo Langlois respondieron a CIPER.

 

Otro de los clientes de Mossack Fonseca es el ex ministro de Hacienda de Pinochet, ex candidato presidencial y director de Soquimich (dejará el cargo a fines de abril),Hernán Büchi Buc. En los registros del bufete panameño, Büchi aparece como accionista de Compton Investment Inc., sociedad registrada en Seychelles en enero de 2011 y cuya directora es la abogada argentina y esposa del ex ministro, María Eleonora Urrutia. La sociedad se abrió a través de las oficinas de Mossack Fonseca en Montevideo, Uruguay, y según los registros aún se mantiene activa. En octubre de 2012, la mitad de las acciones de Compton fueron absorbidas por la sociedad Deleo International Corp., con domicilio en Islas Vírgenes Británicas, a la que los archivos de Mossfon identifican como “propietaria de inmuebles fuera de Uruguay”.

La abogada Urrutia respondió a las consultas de CIPER: “No soy ciudadana chilena y, dado mi estatus, no me ha correspondido tributar en Chile en base a mi renta global”. Además señaló que la sociedad de Seychelles no tiene cuentas bancarias en ninguna jurisdicción offshore.

COBRE, CARBÓN Y APUESTAS

Entre los papeles de Mossack Fonseca hay registro de una serie de otras sociedades offshorevinculadas a empresarios y abogados chilenos. Entre ellos figura el presidente de Chile Transparente,Gonzalo Delaveau Swett. El abogado mantiene una relación con la firma panameña desde al menos 2006, cuando integraba el estudio jurídico Guerrero, Olivos, Novoa y Errázuriz. Delaveau, socio del estudio Honorato-Delaveau, es también director de la minera Andes Copper, compañía de capitales canadienses y titular del proyecto Vizcachitas para la extracción de cobre y molibdeno en Putaendo (V Región). El proyecto –que contempla la instalación de una hidroeléctrica de pasada– tiene en pie de guerra a la comunidad local por el uso intensivo que hará la minera de los recursos hídricos de la zona.

 

Mossack Fonseca aparece como el agente de al menos cinco sociedades offshore con domicilio en Bahamasvinculadas a Andes Copper y en las que el abogado Delaveau ha tenido un rol clave en calidad de director o secretario de algunas de ellas: Turnbrook Corporation(mayo de 2006), DK Corporation (mayo de 2011), Heatlhey International Inc. (agosto de 2011),Turnbrook Mining Ltd. (diciembre de 2011) yVizcachitas Ltd. (existe desde 2006, pero fue incorporada en diciembre de 2013 a los registros de Mossfon).

Según información financiera de Andes Copper,Turnbrook Mining Ltd. posee el 51,6% de la minera, en la que también participa como director el empresario chileno Eduardo Covarrubias Noé.

Ambos, Delaveau y Covarrubias, contestaron a CIPER señalando que no eran los beneficiarios de esas sociedades, sino que solo participaban en calidad de directores de algunas de ellas. El presidente de Chile Transparente dijo que solo era director en Turnbrook Mining, y que su relación con las otras sociedades era “por temas profesionales en mi calidad de abogado o secretario de las mismas”.

El empresario Isidoro Quiroga Moreno, dueño del holding Asesorías e Inversiones Benjamín, también recurrió a los servicios de Mossack Fonseca. Quiroga, con importantes inversiones en los rubros minero, hidroeléctrico y salmonicultura, entre otros, ha logrado amasar parte de su fortuna en el desregulado mercado del agua en Chile. Una investigación de CIPER reveló que Quiroga es propietario de enormes cantidades de agua desde Antofagasta a Coihaique. En los últimos años, Quiroga ha ingresado a su holding cerca de US$25 millones por la venta de derechos de agua entregados gratuitamente por el Estado (ver reportaje de CIPER).

Asesorías e Inversiones Benjamín participa de tres sociedades offshore creadas en Panamá y que en 2012 se incorporaron al portafolio de  Mossack Fonseca: Carbones Andinos, Metalúrgicos de Colombia y Rivergate Properties.

La respuesta del empresario a CIPER señala: “El año 2008, a través de una filial de Asesorías e Inversiones Benjamín S.A., celebré determinados contratos mediante los cuales ingresé, junto a otros inversionistas chilenos y colombianos, a la propiedad de esas sociedades. Se trató de una inversión en capital de riesgo para el desarrollo y potencial explotación de minas de carbón ubicadas en Colombia”. Luego puntualizó que los resultados de su inversión no fueron los esperados “generando solo pérdidas para mí y los demás inversionistas que participaron de este negocio”.

Los hermanos Luis y Lientur Fuentealba Meier, controladores del Casino de Talca a través de laCorporación Meier SAC (con inversiones también en Perú) y dueños de Australis Limitada, dedicada a la comercialización de máquinas tragamonedas y mesas de juego, han tenido una prolífica relación con Mossack Fonseca. Según sus estados financieros, el Casino de Talca obtuvo ganancias por sobre los $1.200 millones en 2015. En los papeles del bufete panameño, los hermanos Fuentealba aparecen vinculados –como propietarios o representantes– a seis sociedades offshore con domicilio en Nevada, Panamá e Islas Vírgenes Británicas: Bluefield Management LLC (septiembre de 2002),Lyon Investment Group LLC (julio de 2004), Ivory Holding Services (septiembre de 2004),Drywood Ventures (agosto de 2005), Astoria Company Design (agosto de 2005) y Lynton Trading Ltd. (octubre de 2010).

 

En mayo de 2012, uno de los accionistas minoritarios del Casino de Talca impugnó los estados financieros de la compañía, acusando que el arriendo de los tragamonedas se hacía a precios fuera de mercado, que se habían pagado asesorías sin aprobación del directorio y que existían deudas por pagar que no correspondían al casino, sino a sus socios mayoritarios. El tenedor de una de esas deudas, por un monto de $2.304 millones, era precisamente la Corporación Meier SAC, según informó El Mostrador.

Lientur Fuentealba respondió a CIPER señalando que hace 15 años planificó proyectos de negocios en el extranjero para lo que creó algunas sociedades como vehículos de inversión. Agregó que esos proyectos de negocios ya no están vigentes y si bien señala “no recordar los nombres de las sociedades, ni haber participado en ellas”, asegura que todas “se sometieron plenamente a la legalidad”.

RIPLEY Y ANDES TASK

Jorad Trading Inc. y Woodfell International Corp., registradas por Mossack Fonseca en agosto de 2002 y abril de 2012 respectivamente en Islas Vírgenes Británicas, son sociedades ligadas a los hermanos Andrés, Lázaro, Michel y Verónica Calderón Voloshinsky. A través de Inversiones R Matriz Limitada y de Inversiones International Funds S.A., la familia Calderón controla el 53% de las acciones de la empresa de retail Ripley Corp., la que en 2014 obtuvo utilidades cercanas a los$44.600 millones.

Ripley Corp. es, a su vez, propietaria del 40% de Woodfell International, sociedad que comercializa la marca de ropa Forever 21 en Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Panamá. Los registros de Mossfon indican que Jorad Trading se dedica al negocio de la exportación e importación en Chile, Perú y China.

En diciembre del año pasado, el SII se querelló contra Alberto Calderón Crispín, uno de los fundadores y accionistas principales de Ripley (padre de los hermanos Calderón Voloshinsky), por una serie de operaciones que tuvieron lugar en 2008. Se le acusa de que junto a su fallecido hermano Marcelo habrían constituido una sociedad acogida a un régimen simplificado de tributación, pese a que no cumplía con los requisitos, con el fin de no pagar los impuestos a utilidades generadas durante la venta de un paquete de acciones. En su primera denuncia, de 2014, el SII calculó que se habían evadido US$22,3 millones. La querella incluye a Jorge Andrés Saieh y Pilar Dañoboitía, ambos directivos del Grupo Saieh (principal financista de CIPER), que fue el que compró las acciones de Ripley Corp.

Desde Ripley no respondieron a CIPER. La empresa también está bajo la lupa del Ministerio Público luego de que rectificó ante el SII una serie de pagos por servicios no prestados y que habrían servido para financiar campañas políticas.

El escándalo del financiamiento irregular de la política y que investiga el Ministerio Público llegó hasta las oficinas de los ejecutivos de Mossack Fonseca en Panamá, A fines de 2015, evaluaron integrar a su portafolio a la sociedad offshore Unioncuatror Ventures Corp., con registro en Islas Vírgenes Británicas. El beneficiario de Unioncuatror es el contralor de Sigdo Koppers y propietario de la empresa Andes Task ConsultingAlejandro Reyes Pizarro.

 

Andes Task saltó a la palestra a mediados de 2015 cuando se descubrió que los pagos de bonos por desempeño de los dos principales ejecutivos de Chilevisión, canal de TV que en 2010 aún controlaba el ex presidente Sebastián Piñera, se hicieron a través de otras empresas, entre ellas Andes Task. Lo grave fue que los dos ejecutivos reconocieron no haber prestado servicios para esas empresas y que facturaron para ellas por instrucciones del gerente de Bancard, sociedad de Piñera. La historia fue ampliamente difundida por los medios de comunicación en los que se recogió la tesis de que Andes Task habría sido parte de un esquema de triangulación de dineros para financiar la campaña del ex presidente.

 

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