El retirado líder cubano Fidel Castro criticó al presidente estadounidense Barack Obama por hablar dulcemente al pueblo de Cuba durante su visita a la isla la semana pasada e ignorar los logros de su gobierno comunista, en un artículo de opinión publicado el lunes por los medios de comunicación estatales.
El objetivo de la visita de Obama era consolidar una distensión entre los otrora intratables enemigos de la Guerra Fría, y el mandatario estadounidense dijo en un discurso al pueblo cubano que es hora de que ambas naciones dejen atrás el pasado y vean el futuro “como amigos y como vecinos y como familia, juntos”.
“Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras”, escribió Castro en su columna “El hermano Obama”, calificando las palabras de “almibaradas” y recordando a los cubanos los múltiples esfuerzos de Washington para derrocar y debilitar al gobierno comunista.
Castro, de 89 años, entrelazó su artículo de opinión con el sentimiento nacionalista y, enfurecido con la oferta de Obama para ayudar a Cuba, dijo que el país fue capaz de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitaba con el esfuerzo de su pueblo.
“No necesitamos que el imperio nos regale nada”, escribió.
Fidel Castro tomó el poder en la revolución de 1959 y gobernó a Cuba hasta 2006, cuando enfermó y pasó la presidencia a su hermano Raúl. Vive en relativo aislamiento, aunque ocasionalmente expresa su opinión en artículos o es visto en la televisión y en fotos de reuniones con dignatarios visitantes.
La influencia de la figura icónica ha disminuido en su retiro y luego de que Raúl introdujo reformas económicas, pero Fidel Castro todavía tiene autoridad moral entre muchos residentes, especialmente las generaciones de mayores.
Obama no se reunió con Fidel, de 89 años, durante su visita de tres días, ni lo mencionó en sus apariciones públicas. Fue la primera vez en 88 años que un presidente de Estados Unidos va a Cuba.
Fidel Castro criticó a Obama por no referirse en su discurso al exterminio de los pueblos nativos tanto en Estados Unidos y Cuba, por no reconocer las ganancias de Cuba en salud y educación y por no aclarar lo que él podría saber acerca de cómo Sudáfrica obtuvo armas nucleares antes del fin del apartheid, presumiblemente con la ayuda del Gobierno estadounidense.
“No sé qué tendrá que decir ahora Obama sobre esta historia. Ignoro qué sabía o no, aunque es muy dudoso que no supiera absolutamente nada. Mi modesta sugerencia es que reflexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana”, dijo.
Castro también apuntó a la industria del turismo en Cuba, que ha crecido aún más desde el acercamiento de Obama con Raúl Castro en diciembre de 2014. Dijo que estaba dominada por las grandes corporaciones extranjeras que daban por sentado ganancias de miles de millones de dólares.