Si retrocedemos en la historia de la Humanidad y nos detenemos en la época medieval, se podría concluir que en ese periodo se asientan y estructuran los pilares más importantes de discriminación de la mujer, que se mantienen hasta hoy. Esa sociedad concibió la familia bajo un poder patriarcal absoluto, que obedecía al rol que jugaban el hombre y la mujer en el sistema productivo agropecuario y en las campañas militares.
Con el avance de la navegación y la tecnología lentamente fueron emergiendo otros actores económicos. Contra la administración de Luis XVI, el 5 y 6 de octubre de 1789, una multitud de mujeres marchó hasta el Palacio de Versailles para exigir pan al rey de Francia. Ese acontecimiento marca en la historia el inicio del protagonismo social y político que la mujer tendría en el futuro.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer surge como parte del proceso de desarrollo del movimiento obrero a finales del siglo XIX y comienzos del XX en América del Norte y Europa. Recuerda, entre otros hechos, que el 25 de marzo de 1911 más de 140 trabajadoras murieron en el incendio de una fábrica de camisas en Nueva York. Naciones Unidas consagró en 1975 el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.
Miles de mujeres se han incorporado en Chile a la lucha social, política y de género en el transcurso del siglo XX. En especial durante el proceso sociopolítico de los años 60 y 70 participan en los partidos que buscaban cambios en la sociedad, lo cual fue castigado como se sabe con cárcel, torturas, violencia sexual, desapariciones y ejecuciones. Sin embargo hoy se mantienen prácticas de discriminación y desigualdad de la mujer, como la menor jubilación por tener una esperanza de vida mayor. Según diversos estudios, la incorporación de las mujeres al mundo laboral no implica mejora en su calidad de vida, especialmente en las jefas de hogar.
CRONOLOGÍA DE LA LUCHA
DE LA MUJER CHILENA
La lucha de la mujer por reivindicaciones de género no puede entenderse disociada de la aspiración de conquistas sociales, económicas y políticas. En el proceso de esta lucha histórica destacan, en los albores de la independencia, Javiera Carrera y Paula Jaraquemada, entre otras. En 1812 José Miguel Carrera dicta un decreto para crear escuelas para mujeres.
En las elecciones de 1876 las mujeres votaron por Benjamín Vicuña Mackenna. Ante los reclamos de los conservadores, el ministro Ignacio Zenteno sostuvo que ellas podían votar porque la Constitución de 1833 y la ley electoral de 1874 señalaban que podían votan los chilenos, sin distinción de sexo. Sin embargo, una ley de 1884, prohibió el derecho a voto de las mujeres.
El 6 de noviembre de 1877, sin embargo, se dicta el Decreto Amunátegui (por el nombre del ministro de Educación, Miguel Luis Amunátegui), que permitió el acceso de las mujeres a la enseñanza universitaria.
En 1887 se fundó en Valparaíso una sociedad mutualista femenina con el nombre de Sociedad de Obreras Nº 1, presidida por Micaela Cáceres. Tenía 150 socias.
En 1904 Clotilde Ibaceta, delegada sindical de Valparaíso, fue elegida en el primer Congreso Nacional de Mancomunales, organizaciones de carácter territorial que se agrupaban por provincias. En 1907 Carmela Jeria habla en el acto del Primero de Mayo y es despedida de su trabajo. En 1910 María Espíndola es elegida delegada a la primera Federación Interamericana de Mujeres.
HUELGA DE LAS “COCINAS APAGADAS”
En 1913 se promulga la Ley de la Silla, que obligaba a los empleadores del comercio a poner asientos para los trabajadores que permanecían todo el día de pie. La activista española Belén de Sárraga inicia en esa época sus conferencias en Chile (ver págs. 16 y 17). Su influencia fue decisiva para elevar la conciencia de género en las mujeres asalariadas. Surgen los Centros Feministas Belén de Sárraga y en 1917 se crea el Consejo Federal Femenino, adherido a la Federación Obrera de Chile (Foch).
En 1918 se realiza la huelga de las “cocinas apagadas” en la pampa salitrera. Los obreros, que debían votar la huelga, cuando llegaban a almorzar se encontraban con que sus compañeras se habían ido al sindicato y tenían que seguirlas.
En 1919 se produce una activa participación de las organizaciones femeninas en la Asamblea Obrera de la Alimentación. Esta organización fue un frente amplio donde se unieron por primera vez los sindicatos, las organizaciones de mujeres, de empleados (as), la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, pobladores de los conventillos y trabajadores de la cultura. Se crea el Consejo Nacional de Mujeres, orientado por Amanda Labarca. En 1920 las costureras crean el primer Sindicato de Trabajadoras de la Aguja, presidido por Micaela Cáceres.
DEL PARTIDO CÍVICO FEMENINO
AL MEMCH
En 1922 se crea el Partido Cívico Femenino, orientado por Graciela Mandujano, Ester La Rivera y Eloísa Rojas. Recibieron la experiencia de los partidos femeninos de Brasil y Argentina. La colectividad editó la revista Acción Femenina. Aparecen el Comité Pro Derechos de la Mujer, respaldado por la Foch, y el Círculo Femenino de Acción Social, en Valparaíso. La chilena Celinda Aguirre es una de las organizadoras del Congreso Panamericano de Mujeres.
Teresa Flores, compañera de Recabarren, es elegida en 1923 en el Consejo Ejecutivo de la Foch: la primera mujer dirigente nacional de una central sindical en Chile.
En 1925, en la Asamblea de Obreros e Intelectuales, el Movimiento Cívico Femenino plantea a través de Bertina Pérez, Isabel Díaz y Berta Recabarren, el derecho a voto de las mujeres. En 1931 se conquista ese derecho pero sólo a nivel municipal para las mujeres de más de 25 años.
En 1935 se funda el Movimiento por la Emancipación de la Mujer Chilena (Memch), bajo la dirección de Elena Caffarena. Confluyen mujeres de distintas corrientes políticas, e independientes. Convoca a mujeres de todas las clases sociales, sin distinción de credos políticos ni religiosos para luchar por la liberación social, económica y jurídica.
DERECHO AL ABORTO
Ya en 1936 el Memch plantea la “emancipación de la maternidad obligada”, pidiendo “el reconocimiento del aborto a fin de que pueda ser practicado científicamente”(1). La organización edita la revista La Mujer Nueva, que difunde sus objetivos.
En 1943 se logra la separación de bienes en el matrimonio. En 1944 se crea la Federación Chilena de Instituciones Femeninas, que dirigen Ana Figueroa, María Marchant y Amanda Labarca. Se efectúa el Primer Congreso Nacional de Mujeres. En 1946 en la masacre de la Plaza Bulnes, muere Ramona Parra. Adriana Olguín de Baltra es la primera mujer ministra de Justicia y Amanda Labarca la primera mujer embajadora.
El 15 de diciembre de 1948 se aprueba en el Congreso el proyecto que otorga el derecho a voto a la mujer. El 8 de enero de 1949 se promulga la ley respectiva de sufragio de la mujer(2). Ese mismo año, miles de mujeres participan en la “huelga de la chaucha”, contra el alza de las tarifas de la locomoción.
En 1953 se promulga la Ley de Asignación Familiar, que debe ser pagada a la mujer. Se legisla que el marido no puede enajenar bienes raíces sin el consentimiento de la esposa.
LAS MUJERES ENFRENTAN
EL PARO EMPRESARIAL
En 1958 Inés Enríquez Frödden, del Partido Radical, es la primera mujer elegida diputada. De inmediato presenta un proyecto de ley de divorcio. En 1965, Fidelma Allende es elegida dirigente nacional de la Central Unica de Trabajadores. Entre 1965 y 1969 se organizan centenares de centros de madres en las poblaciones, los que adquirieron personalidad jurídica.
En 1964 se aplican programas intensivos de planificación familiar, píldoras y dispositivos intrauterinos. En 1970 se promulga la ley sobre guarderías infantiles.
Entre 1970 y 1973, con el presidente Salvador Allende, se estimula la participación de la mujer en diversas áreas. Participan en las nuevas organizaciones comunales, como los cordones industriales. Allende establece el medio litro de leche diario para mujeres embarazadas, lactantes y niños, aumentó el fuero maternal y se obligó a las empresas, con más de veinte mujeres, a tener salas cuna y jardines infantiles. En 1971 se crea la Secretaría Nacional de la Mujer.
En 1972, ante el paro empresarial, mujeres de la población José María Caro y de Santa Rosa con San Joaquín rompen los candados de los locales de los supermercados Unicoop para evitar el desabastecimiento. Trabajadoras de la empresa Soprole se toman la empresa para asegurar la distribución de leche y aumentaron la producción en 70 mil litros mediante el trabajo voluntario. En agosto de 1973 una asamblea de mujeres campesinas de cuatro provincias se reúnen en Bío Bío para impulsar los Centros de Reforma Agraria (Cera). Las uniones comunales de Centros de Madres llegaron a agrupar a cerca de un millón de mujeres.
LA MILITANCIA REVOLUCIONARIA
El golpe de Estado de 1973 desata una represión generalizada a las organizaciones de mujeres y a las militantes de los partidos de Izquierda. Un caso emblemático es el de la periodista Diana Aron Svigilsky, de 24 años. Fue detenida por la Dina el 18 de noviembre de 1974, cuando transitaba por Avda. Ossa. Intentó huir, resultó herida a bala y fue trasladada a Villa Grimaldi donde se la torturó y se le dio muerte. Diana Aron ejemplifica la incorporación de la mujer a la lucha social y política. Como estudiante de periodismo de la Universidad Católica, participó del proceso de reforma universitaria a fines de los 60, luego ingresó al MIR. Profesionalmente se desempeñó en Canal 13 y en la revista juvenil Onda.
Marta Ugarte Román, 42 años, es otra figura emblemática que la dictadura castigó con extremada crueldad. Fue profesora, modista, miembro del comité central del Partido Comunista, encargada nacional de Educación del PC.
Fue detenida el 9 de agosto de 1976 y trasladada a Villa Grimaldi donde se le torturó hasta la muerte. Su cuerpo fue lanzado al mar en un saco amarrado a rieles. El 12 de septiembre de 1976 el cadáver fue encontrado por un pescador en la playa La Ballena, en Los Molles, V Región. En el proceso se estableció que en el traslado de su cuerpo en helicóptero se constató que continuaba viva. Entonces el agente de la Dina Cristián Alvarez Morales la ahorcó con uno de los alambres con los que estaba amarrada, lo cual permitió que el cadáver se soltara y llegara hasta la playa.
Michelle Peña Herreros, 27 años y con 8 meses de embarazo, era estudiante de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Técnica del Estado (actual Usach), militante del Partido Socialista. Fue detenida el 20 de junio de 1975, junto a Ricardo Lagos Salinas, miembro de la dirección clandestina del PS, con quien compartía la vivienda. Ambos militantes socialistas desaparecieron.
Michelle Peña era hija de española y padre francés. Colaboró en distintas tareas en el gobierno del presidente Allende, entre otras con los sindicatos de las fábricas Mademsa y Cristalerías Chile, que formaron parte de los cordones industriales. Trabajó en el Instituto Chileno-Vietnamita de Cultura. Después del golpe pasó a la clandestinidad.
CARLOS ANTONIO VERGARA
Notas
(1)Luis Vitale, Cronología Comentada del Movimiento Sindical de Mujeres en Chile y del Movimiento Sindical Chileno, 1996, Santiago.
(2) Crónica del Sufragio Femenino en Chile, Diamela Eltit, Santiago, Servicio Nacional de la Mujer.
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 846, 4 de marzo 2016.