A una semana del inicio de las clases en Argentina, sindicatos de docentes del país advirtieron que ven un “horizonte de conflicto” debido al “empantanamiento” de las negociaciones de actualización salarial para 2016, que están “congeladas”, en palabras del líder gremial, Roberto Baradel.
El titular del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación bonaerense (SUTEBA) afirmó que “es una cuestión inentendible” que la semana pasada el Ministerio de Educación argentino explicitara públicamente una propuesta, aceptada por los docentes, y que finalmente, junto con la cartera de Trabajo, no aceptara formalizarla.
Dicha oferta establecía que el salario mínimo pasara de los actuales 6.060 pesos mensuales (unos 405 dólares) a 8.500 pesos (unos 568 dólares) a partir de julio, lo que implicaría una mejora del 40,2 %.
Las distintas provincias deberán negociar individualmente por encima del mínimo acordado a nivel nacional.
“Lo que han logrado con eso es, no solamente un empantanamiento de la paritaria a nivel nacional, sino un congelamiento de las paritarias a nivel de las provincias”, porque no hay una cifra de referencia para que las partes negocien, dijo hoy Baradel a radio Del Plata.
Los gremios interpretaron la decisión del Ejecutivo de Mauricio Macri como un intento de presionar para que los aumentos no sean tan elevados, con el comienzo de las clases -el próximo lunes- a la vuelta de la esquina.
En declaraciones a la prensa, el jefe del Gabinete, Marcos Peña, señaló hoy que en el medio de la discusión se quiso “manipular” los números por parte de algunos gremios docentes, por lo que el Gobierno nacional consideró que “había que esperar para firmar la paritaria (negociación) nacional hasta tanto se avanzara en las distintas provincias, que es lo que está ocurriendo ahora”.
“En todas las provincias hay instancias de diálogo. Obviamente queremos que se resuelva lo más rápido posible para que las clases comiencen normalmente, y esa es nuestra aspiración”, añadió.
Peña agregó que el Ministerio de Educación está conversando con todas las gobernaciones provinciales y la ciudad de Buenos Aires para poder coordinar una política única en con el fin de establecer un piso mínimo en todo el país, en torno a los 8.500 pesos (568 dólares).
Baradel reclamó una reactivación “inmediata” de las conversaciones y advirtió que ahora mismo el “horizonte” es de “conflicto”, “generado por el propio Gobierno con estas idas y vueltas”.
Además, en rueda de prensa junto a otros referentes sindicales, Baradel denunció que le llegaron amenazas anónimas a través del correo electrónico de su hija.
Los docentes también anticiparon que este miércoles se unirán al paro convocado por sindicatos de empleados estatales, en protesta por el despido masivo de funcionarios por parte del Ejecutivo de Macri.
Las discrepancias en la mesa de la negociación paritaria han provocado demoras en el comienzo del curso escolar en varias provincias argentinas en los últimos años, en especial en 2014, cuando el inicio de las clases se retrasó 17 días.
“Somos optimistas y creemos que con buena fe y sentándonos en la mesa de trabajo vamos a poder llevar ese tema a buen puerto y avanzar en temas acuciantes en la educación como la calidad educativa”, aseveró Peña.