ES DIFÍCIL PASAR por alto el notable intercambio bilateral y las intenciones por incentivar el proceso de normalización entre Estados Unidos y Cuba. Salvo las salvedades. Ambos países retomaron el miércoles el diálogo regulatorio, instaurado en
En este nuevo diálogo, que tiene como sede a Estados Unidos, participan la secretaria norteamericana de Comercio, Penny Pritzker, acompañada de representantes de los Departamentos de Comercio, Tesoro y Estado, y el ministro cubano del Comercio Exterior y
Es oportuno indicar que tanto la vicepresidenta para las Américas de
En este escenario acaba de firmarse en Cuba el Memorándum de Entendimiento sobre aviación civil que permitirá un servicio regular de transporte aéreo entre ambas naciones a partir del próximo otoño. El documento dispone la posibilidad de realizar hasta 30 vuelos regulares diarios entre aeropuertos de Estados Unidos y Cuba. Aunque habría que ver, digo yo, hasta dónde nuestro país puede resistir, con sus actuales infraestructuras, el aluvión que se nos anuncia, en medio del beneplácito de las principales líneas aéreas norteamericanas, que se preparan para iniciar sus solicitudes de autorización al Departamento de Transporte a partir del próximo 2 de marzo.
Pero hay que apuntar que la línea de bandera de la nación caribeña, Cubana de Aviación, queda fuera de las licitaciones pues de volar alguna aeronave a territorio estadounidense podría ser embargada debido a “litigios” en el país, según declaró el subsecretario de Estado adjunto para Asuntos de Transporte, Thomas Engle. Es decir, que la apertura en determinados cotos cerrados hasta ahora no es un camino de doble vía.
Además, una empresa estadounidense, aprovechando que se permite la exportación de maquinaria agrícola desde Estados Unidos, obtuvo la autorización del Departamento del Tesoro para abrir una fábrica de tractores en Cuba. Sin embargo los equipos, con un valor por unidad de unos 10,000 dólares no se venderían a entidades gubernamentales, sino a campesinos y cooperativas.
En tanto una delegación integrada por siete congresistas, ha permanecido varios días en Cuba, informándose sobre temas relacionados con el intercambio comercial, las inversiones y sobre el levantamiento del bloqueo y la actualización del modelo económico cubano. Entre ellos se encontraban Tom Emmer, congresista republicano por Minnesota, quien patrocinó en 2015, junto a la congresista Kathy Castor, demócrata por Florida, una propuesta que busca la eliminación del bloqueo. También el congresista republicano de Arizona, Paul Gosar, autor de otro proyecto de ley que propone la eliminación de Ley de Ajuste Cubano, a la que calificó de discriminatoria y afirmó que “todos los migrantes deben ser tratados por igual”.
En fin, la aguja de telar se mueve incesante en el intento de crear un nuevo tejido de relaciones sin el peso vivo del acoso.
*Investigador y analista político cubano.