Esteban Silva, del Socialismo Allendista, quien desde la Fundación Constituyente XXI es integrante y vocero de la Plataforma ciudadana Chile Mejor sin TPP acusa que “la firma del TPP por parte del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet hipoteca e impide cualquier cambio de política económica estructural que queramos hacer. Es un condicionante que opera como un sólido candado en la economía para profundizar su carácter neoliberal, injusto y asimétrico”.
Silva agrega que es muy incoherente y contradictorio plantear supuestas reformas estructurales en educación pública como pretende el gobierno y al mismo tiempo seguir profundizando el modelo neoliberal que privilegia las grandes ganancias de los privados y particularmente de las grandes corporaciones transnacionales otorgándoles enormes ventajas y garantías a sus inversiones y a la extracción de plusvalía y excedentes sobre nuestros suelos, nuestros mares y recursos naturales.
Dicen que están por impulsar reformas estructurales para corregir el modelo neoliberal pero en lo concreto lo profundizan de manera estructural en el ámbito de las patentes y derechos de propiedad, en el ámbito de darle mayores garantías a la inversión privada, en desregular nuestras normas y en bajar los mínimos de protección de los trabajadores y empleados frente al gran capital, señala Silva. En definitiva, el gobierno dice que promueve con su programa minimalista reformas estructurales que no son tales, pues al profundizar el modelo neoliberal, abierto y desregulado hacia el capital extranjero vía el Acuerdo Transpacifico TPP, lo que hace es profundizar el modelo y hacer cada vez más difícil su cambio en todos los planos: económicos, institucionales,jurídicos y Constitucionales.
El gobierno de la Nueva Mayoría pretende hacer creer a su propia base de apoyo y al país que el TPP es bueno para el país cuando se trata de un Acuerdo geopolítico y no solo económico que amarra aún más al país al modelo de desarrollo capitalista exacerbado que tenemos en Chile, el que está subordinado a las grandes corporaciones transnacionales y al capital financiero en el ámbito económico, en tanto y en el ámbito geopolítico está subordinado al Imperialismo de los EEUU.
En mi opinión, dice Esteban Silva, no es posible construir una política “progresista” o de centro izquierda mediante TLC’s, desregulación, privatizaciones estimulando con ello un pseudo libre comercio inexistente en el cual solo ganan los más grandes y las grandes corporaciones.
El gobierno de Bachelet con Heraldo Muñoz a la cabeza privilegia la Alianza del Pacífico y se la profundiza vía la suscripción y sumisión de Chile al TPP en abierta contradicción económica y política con América del Sur y su proceso de Integración el que se expresa en instancias como UNASUR, MERCOSUR y la CELAC, afirma.
La política internacional de Bachelet tiene algunas formas progresistas, aunque son más bien nominales y simbólicas y no reales pues su política real y su orientación es de derechas, claramente alineada con las versiones neoliberales y pro empresariales y grupos financieros y a nivel político basada en la trilogía Alianza del Pacífico, alineamiento de fondo con los EEUU y que considera UNASUR y la CELAC como espacios solo simbólicos y no económicos ni estratégicos reales, denuncia.