La “ley del embudo” parece ser frase y actitud favoritas de este parlamentario aplaudido por xenófobos y nacionalistas calenturientos
Hace décadas (año 1968) Eugenio Lira Massi publicó su obra cumbre, “La Cueva del Senado y los 45 senadores”, y con ella dejó una huella que ha quedado cual impronta indeleble al momento de definir a esa caterva de peligrosos entes llamados (o auto proclamados) “honorables”. Meses más tarde, aquel inigualable periodista de oficio (como son los verdaderos trabajadores de las comunicaciones escritas) escribió “La Cámara y los 147 a dieta”.
Lira Massi no conoció a Jorge Tarud Dacarett, pero sin embargo acertó al medio de la diana cuando a varios parlamentarios socialistas de entonces los definió en chunga como “amargados que le pegan al resentimiento”. ¿Políticamente es así Tarud? No lo creo, pero sí sé que a su currículo hay que adjuntar ciertos detalles relevantes, como por ejemplo su desaforado nacionalismo que ya es chovinismo y xenofobia sin ataduras, lo cual dibuja ante los ojos de la sociedad civil latinoamericana un Chile prepotente y lleno de soberbia barata. Sin lugar a dudas, se trata de un flaco favor a la tarea de nuestra Cancillería, la que tampoco se caracteriza por su capacidad y habilidad en materias de relaciones internacionales, como ha quedado claramente demostrado en los últimos entreveros con Perú y Bolivia.
Usando y abusando de la popular “ley del embudo”, este diputado –merced a los micrófonos y cámaras que siempre están disponibles para reportear el lenguajeo de cualquier parlamentario- se ha permitido abrir la mayor cantidad de flancos posibles a objeto que desde allende nuestras fronteras el gobierno chileno de turno sea duramente criticado y cuestionado.
“La ley del embudo”… y no es broma. Tarud exige a otros exactamente lo que él jamás hace. Años atrás, a través de su cuenta en Twitter, el parlamentario criticó duramente las palabras del embajador del Reino Unido en Chile, Jon Benjamin, acusándolo de entrometerse en asuntos internos. “¿Por qué este señor siempre opina de asuntos internos?, no le compete”, escribió Tarud en la red social. Ante ello y por la misma vía, el embajador se defendió señalando que en dos oportunidades durante una entrevista al diario La Tercera sostuvo que las leyes en Chile dependen de los chilenos. Pero de inmediato, el diputado, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, retrucó: “Usted siempre se hace la víctima. Procure por su cargo no opinar de asuntos internos como lo hizo con el tema Chile Perú”.
Benjamin rechazó tal acusación y conminó a Tarud a exponer cuándo y dónde había hablado sobre ese asunto. Entonces, el parlamentario dijo que se refería a una intervención en el diario ‘La Tercera’ y que Cancillería lo tenía muy presente. “Un verdadero embajador no hace lo que Ud. Hace, no se entromete en asuntos internos. Por eso en UK estaba a cargo del Rock“, añadió, apuntando también que en el pasado “el Reino Unido estuvo siempre bien representado” (negrillas y subrayados me pertenecen).
Tarud no ha perdido oportunidad para atacar con indisimulados odios –desde su silla en la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados- a los gobiernos de Perú, Bolivia y Venezuela, entrometiéndose de lleno en asuntos internos de esas naciones, insultando y bravuconeando incluso, amparado en la certeza de que nadie vendrá desde esos lugares a exigirle explicaciones cara a cara. En muchas ocasiones, el ‘fuero’ parlamentario más que permitir, ampara estupideces.
Este ‘legislador’ ha declarado verdaderas atrocidades en materia de política internacional desde su curul en la Cámara. Alan García, Ollanta Humala, Evo Morales, Rafael Correa, Cristina Fernández, Raúl Castro…son sólo algunos de los mandatarios que han recibido burlas e insultos de nuestro diputado linarense. Sin siquiera sonrojarse, se ha entrometido de lleno en la política interna de naciones como Perú, Bolivia, Argentina… ¿quiere ejemplos?
Luego de los polémicos dichos de este inefable diputado sobre los fallos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya, tanto por el diferendo marítimo que hubo entre Chile y Perú como la actual discusión que nuestro país mantiene con Bolivia por una salida soberana al océano Pacífico según pretende el gobierno altiplánico, la Comisión Política de su propio partido (PPD) hubo de rechazar rápida y públicamente las declaraciones chovinistas y xenófobas emitidas por este ‘honorable’ miembro del poder legislativo.
Y ya que ningún muerto ahogado puede volver a asfixiarse, con su última “perlita” el diputado abandonó el terreno de la cordura, y obliga a sospechar que algo no anda bien en su sesera de ente legislador. Vea usted.
@NicolasMaduro Eres una mierda de persona, un facista que abusa con las mujeres.Atrevete a venir a Chile…cobarde!”
Ese es el tuit (o ‘tweet’) que Jorge Tarud envió al presidente de Venezuela luego de haber escuchado -o leído- una información respecto a una visita de la señora Lilian Tintori a su marido Leopoldo López, detenido y encarcelado por orden judicial emanada de los tribunales de ese país. Luego de la comentada visita, la señora Tintori afirmó que fue “abusada” (por las gendarmes, mujeres), ya que para autorizar su ingreso al penal se le obligó a desnudarse, e incluso se le revisó su zona de entrepiernas. Ello fue suficiente razón para que nuestro “robespierre criollo’ saliera destempladamente, espada en mano, invitando a cruzar guantes en mortal duelo al mandatario venezolano… pero a la distancia, de lejitos. ¿No sabía el honorable parlamentario que en todas las prisiones de Chile (y tal vez del planeta) esa revisión es también un asunto casi usual cuando se visita a determinados reos ‘top’ de alta condición mediática y/o política?
Deseo hacer otra pregunta, la cual puede parecer irrespetuosa, sin embargo no lo es ya que se trata sólo de una duda razonable ¿estaba sobrio don Jorge cuando escribió ese tuit? ¿Se encuentra mentalmente estable y sano el diputado? Aparentemente parece que sí… pero, un examen médico podría demostrar lo contrario. Espero y deseo equivocarme, pues creo que Jorge Tarud no es sino un fanático chovinista, algo desquiciado en su actuar legislativo, particularmente cuando se trata de materias internacionales.
“Atrevete (sin tilde, así lo escribió) a venir a Chile…cobarde!”. Ningún político –mentalmente equilibrado- haría declaraciones como esa. Ni siquiera las hubo de tal estilo entre los Castro y los gobiernos de EEUU en los años candentes, ni entre Washington y Moscú durante las largas décadas de guerra fría.
Arropado por ese delgado abrigo que es la calidad de parlamentario, Tarud se permite emitir juicios lamentables como el ya mencionado, los que bien sabemos dejan a Chile y a sus gobiernos muy mal parados ante la opinión internacional.
No obstante, sus virulentos ataques a gobiernos de países hermanos se deshicieron cual azúcar bajo la lluvia al momento de interceder por el ‘bienestar’ profesional y económico de su hijo Jean Paul (nacido en los Emiratos Árabes Unidos y educado en el extranjero), perdiendo entonces todo recato y borrando con el codo lo que había escrito durante años desde su curul en la Cámara de Diputados, pues subió limpiamente al columpio del familisterio y del interés pecuniario los dichos que había utilizado para exigir a los gobiernos de nuestro país “moralidad intachable”, al más puro estilo del revolucionario Robespierre.
En su edición On Line, “El Mostrador”, en julio de 2013, informaba respecto de Tarud y su hijo Jean Paul, lo siguiente:
<<En el 2009 y con sólo 32 años el hijo del diputado Jorge Tarud (PPD), Jean Paul, fue nombrado embajador de Chile en Emiratos Árabes Unidos (EAU) por el entonces canciller Alejandro Foxley. Una fuente que ha trabajado en diplomacia explica que existen “reglas no escritas” que se respetan en las designaciones. “Una es que si alguien fue embajador en una parte, no puede volver a serlo en el mismo país. La otra es que un consejero comercial no es nombrado embajador. Nunca se nombra a alguien que era subalterno en la embajada.
<<Para otros, también vinculados a la diplomacia, Jean Paul “está protegido por la relación entre el gobierno y Tarud, quien nunca ha criticado directamente a la Cancillería. Tarud tiene buenas redes en el ministerio y eso protege a su hijo”. La misma fuente cree que Jean Paul se mantendría en el cargo “mientras su padre no sea crítico con el gobierno y la Cancillería”.
<<Una escena que grafica esta situación es comentada por una fuente que ha trabajado en diversas ocasiones con la Cancillería. “En una oportunidad en reunión con el canciller (Alfredo Moreno), a propósito de Perú y sobre cómo manejar la presentación de la demanda, alguien comentó que el único que se podía salir de la fila era Tarud. Moreno le respondió que a Tarud lo manejaban ellos”, dice la fuente>>
Además, y esto provocó escandalera en su momento, una publicación del Gulf Times, en la que sugirió que el Estado chileno vendería agua de los glaciares a EAU, situó a Jean Paul Tarud (en ese momento embajador de Chile ante los EAU) en la mira pública. La noticia fue desmentida por la Cancillería y a esto sumó la defensa de su padre vía Twitter. “Es falso y hay mal intencionados. No existe ofrecimiento de exportar agua mineral de parte del embajador”, escribió el diputado. De todas formas, Jean Paul había afirmado en el 2011 que Chile exportaba agua a Medio Oriente. A confesión de parte, relevo de pruebas.
Y ya que algunos entendidos en asuntos políticos afirman que Jorge Tarud podría constituirse en el “presidenciable” del PPD, me permito parafrasear a Marco Tulio Cicerón, y preguntar: “Quosque tandem abutere, Tarud, patientia nostra?” (“¿Hasta cuándo abusas de nuestra paciencia, Tarud?”).