Los mercados de valores continúan cayendo en picada arrastrados por el hundimiento de los precios de las materias primas, en especial el petróleo, que este miércoles ha seguido cuesta abajo hasta los 27 dólares por barril. En esta misma dirección corren todos los grandes mercado globales de valores, con fuertes caídas superiores al tres por ciento. China, Japón y Europa lideran los enormes recortes.
Tras este trance, pérdidas millonarias y el germen de impredecibles consecuencias, desde la quiebra de grandes empresas petroleras y mineras a masivo desempleo y colapso de las arcas fiscales en países productores y exportadores de materias primas.
Los commodities o materias primas muestran sus números negativos. El petróleo WTI de Estados Unidos caía esta mañana un tres por ciento, en tanto el Brent del Mar del Norte -2,4 por ciento. El primero se ubicaba en 27,5 dólares el barril y el Brent en 28 dólares. El impacto de este proceso en los países productores como Venezuela o México será brutal.
En los mercados de valores el panorama no es distinto. En Asia, los mercados qque abren primero por el desfase horario, las bolsas cayeron otra vez con fuerza. El índice Nikkei de Japón volvía a bajar -3,71 por ciento, el chino Hang Seng -3,8 y el TOPIX -3,7 por ciento.
En Europa, el británico FTSE caía sobre un tres por ciento, el índice DAX de Alemania -2,6, el francés CAC 40 -3,25 y el hispano IBEX -2,78 por ciento. En Estados Unidos, sin embargo, esta mañana los principales indicadores, como el S&P y el Dow Jones estaban más o menos planos aun cuando los mercados de futuros claramente negativos.
La oscura jornada mercantil de hoy coincidió con la primera sesión del foro empresarial que se celebra cada enero en Davos, Suiza. En este cónclave, al que asiste la elite empresarial y gubernamental neoliberal mundial, el ambiente, según comentaba Bloomberg esta mañana, era lúgubre. Para esos millonarios y oficiantes del mercado el 2016 es desde ya un año perdido, que sólo traerá malas noticias económicas. Comentario de consenso, han escrito los corresponsales, ha sido el petróleo, que continuará cayendo y se mantendrá “muy bajo” por un “largo tiempo” en un “escenario petrolero de pesadilla”.
El problema a la fuerte caída es muy simple: hay más oferta que demanda. Si este es un proceso que ha llevado años, la pérdida del apetito petrolero en China por su pronunciada desaceleración económica (las últimas estadísticas señalan una expansión del producto de 6,8 por ciento en circunstancias que su tasa promedio durante largos años era de diez o más por ciento) más la sobre producción ha creado el actual desbalance. Si a ello le sumamos el fin de las sanciones a Irán y su ingreso masivo a los mercado, el petróleo abundará durante por lo menos este año provocando los desequilibrios observables.