Cables clasificados como secretos de la Embajada de Estados Unidos en Venezuela dejan claro que si bien el nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, es una carta más en el juego imperial, no goza de la aprobación absoluta de quienes dirigen la arremetida contra la Revolución Bolivariana.
En el documento que contiene los cables, fechado el 17 de abril de 2006 -ocho meses antes de las elecciones presidenciales en Venezuela que resultaron en la reelección de Hugo Chávez- y revelado por WikiLeaks, el entonces embajador de EEUU en Venezuela, William Brownfield, considera a Ramos Allup como “el principal problema de Acción Democrática (AD)” y lo calificade “grosero, abrasivo, arrogante y puntilloso”.
Brownfield -quien fue embajador de Venezuela durante el periodo 2004-2007- expresó además que Ramos Allup es una persona no imaginativa, con exceso de confianza e incluso repelente y que en lugar de buscar la unidad dentro de la oposición y tener un proyecto en conjunto, lo que hace es abocarse a pedir ayuda en la comunidad internacional, a cuyas autoridades también les falta el respeto.
El documento, que fue expuesto por la abogada y escritora estadounidense Eva Golinger, señala que “AD es un partido extremadamente centralizado, incluso para los estándares venezolanos”, por lo cual voceros con distintos puntos de vistas y alternativas “rara vez tienen una voz” y quedan marginados a Ramos Allup, por lo que, en consecuencia, AD tiene una base de votantes que se compone de gente que vota tradicionalmente, pero “ésta mengua rápidamente”.
“Ramos Allup se ha convertido en tal vez el promotor más vocal de la abstención electoral”, indica uno de los cables, al hacer referencia a la negativa de sectores de la derecha de participar en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2005.