Que Rodrigo Avilés tenga una pronta recuperación y que su ejemplar familia siga luchando por que se haga justicia.
Que los retazos de una nueva izquierda, que surgen por aquí y por allá, sigan aflorando y se enrielen por un camino de unidad.
Que Podemos siga avanzando, porque lo de España es muy importante para nosotros.
Que Cuba no agache el moño ni recorte beneficios históricos para su pueblo, en medio del festival de promesas de Washington y El Vaticano.
Que sean sancionados todos los terroristas: los del EI, los que bombardean Siria e Irak, los que asesinan en África, los que torturan “legalmente” en Guantánamo , los que asesinaron en Chile y son candidatos a Alcalde o integran cúpulas políticas.
Que sean sancionados todos los ladrones, civiles y militares, ya identificados, y todos los grandes empresarios que, sin robar, no habrían podido llegar a donde están.
Que El Mercurio algún día no mienta: cuando anuncie su cierre.
Que mis nietos sigan creciendo como lo están haciendo.
Que no se siga mintiendo con eso de que no puede haber gratuidad para todos los estudiantes porque falta dinero. Vean los ingresos del 0,1 por ciento de los chilenos, de la Sra.Fontbona, de los Luksic, de los Angellini, de Piñera, de Paulman, de los Matte y lo que ellos pagan por impuestos.
Que la prensa crítica al sistema siga creciendo.
Que los que “piden” Asamblea Constituyente no la “pidan” más (¿a quién?), que la coloquen como bandera de lucha y luchen por ella hasta hacer de su consigna una clara mayoría.
Durante años Europa invadió y explotó África. Lo hicieron Inglaterra, Portugal, España, Francia, Bélgica, Alemania e Italia. Existió el Congo Belga, la Guinea Ecuatorial (española), la Guinea Francesa, la Sudáfrica colonial y blanca, el Marruecos Francés y el Marruecos Español, la Argelia Francesa, las posesiones inglesas de alta mar, las colonias portuguesas. También en Asia, en el siglo XX, la Siria francesa, el Irak francés y después norteamericano, el Líbano inglés, Palestina inglesa, todos con límites artificiales, los bombardeos occidentales actuales sobre Afganistán en búsqueda de la amapola y de la droga, los bombardeos yanquis sobre Irak con un millón de muertos “por error” y en busca de petróleo, recién la destrucción de Libia bombardeada por todos, la continua destrucción de Siria, las matanzas de kurdos…ahora hay que cuidarse de los terroristas.
Que Chile, Perú y Bolivia entiendan que el lío se acabará cuando lleguen al acuerdo de fundar un polo de desarrollo conjunto, tripartito, al sur del límite de la Concordia y al norte de Arica, un polo portuario, unido además a Bolivia por un corredor, y con el acuerdo de beneficiarse los tres países con planes comunes de pesca, gas, carreteras que unan el sector con Tacna, Arica, La Paz y el Atlántico. Los tres podrían pesar así, en el siglo XXI, con el poderoso y seguro desarrollo de Brasil.
En 2016 habrá que frenar el desate hegemónico de la DC en la Nueva Mayoría, que frena todos los proyectos reformistas. Un paso más anti reformista ha sido el teatro del ministro Burgos, que se olvidó que en Chile no hay Jefe de Gabinete y que él es, como los otros ministros, un simple secretario de la Presidenta. Su “mal trato” ha servido para que se le postule a la Presidencia, dados los magros números de Walker. Su show en La Araucanía duró seis horas. Dio el abrazo de Año Nuevo a carabineros que no lo conocían ni en foto y se vino a Santiago a las 0,30 horas del 1 de enero.
Ojalá en 2016 la DC confiese finalmente su más profundo anhelo: ser cabeza de puente de la centro derecha hacia el centro y triunfar desde allí, como lo hicieron Frei en 1964 y los golpistas en 1973. No lo hará ¿para qué? si la dirección PS pacta finalmente con la DC más estructuralmente que hoy.
Sólo el fortalecimiento del movimiento social y la amplia unidad de toda la izquierda (de fuera y de dentro del Congreso) con la parte del centro que está por los cambios, podrán asegurar los avances de la reforma educacional, la reforma laboral, la justicia contra los depredadores, la Asamblea Constituyente, el Congreso de 2017 por la Nueva Constitución, en fin, el avance radical hacia un verdadero Estado de Bienestar.
Lo demás es paja.