El presidente del Senado de Puerto Rico, Eduardo Bhatia, dijo hoy que es hora de preparar a la población de la isla para un cambio en la relación política del Estado Libre Asociado con Estados Unidos que le brinde al pueblo “estabilidad política y poder democrático”.
Las palabras de Bhatia, difundidas a través de un comunicado, llegan el día después de que el Departamento de Justicia de EEUU señalara en un alegato ante el Tribunal Supremo del país norteamericano que Puerto Rico es un territorio estadounidense.
Bhatia reaccionó al alegato que presentó el Gobierno estadounidense por medio de su procurador general, Donald Verrilli, en el caso criminal de Puerto Rico contra Sánchez Valle.
En ese caso, el Tribunal Supremo de Puerto Rico decidió que la isla no tiene soberanía propia para juzgar a una persona que ya había sido juzgada en el ámbito federal de EEUU.
El Departamento de Justicia de Puerto Rico, en respuesta, pidió una revisión al Tribunal Supremo estadounidense, la cual fue concedida y para la que Verrilli pidió el jueves que se ratifique la decisión del Tribunal Supremo de Puerto Rico.
Verrilli defendió que los poderes sobre Puerto Rico le corresponden al Congreso estadounidense, lo que significa que el Estado Libre Asociado carece de soberanía.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos se deberá pronunciar sobre el asunto durante la primera quincena del próximo mes de enero.
“Participaré activamente del diseño de un proceso inclusivo, democrático y serio que nos guíe por esa ruta y preserve la nacionalidad puertorriqueña que nos define”, dijo Bhatia tras conocer la postura del procurador general de Estados Unidos.
“Discrepo profundamente con la teoría legal sobre Puerto Rico esbozada por el Departamento de Justicia federal en su alegato ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos el 24 de diciembre de 2015, donde establece que el Estado Libre Asociado que Estados Unidos le presentó al mundo ni existió, ni existe, ni puede existir bajo la Constitución de EEUU”, subrayó Bhatia.
El líder de la Cámara alta dijo estar convencido de que esa interpretación “es incorrecta y le pone una camisa de fuerza innecesaria e históricamente injustificada a la Constitución de los Estados Unidos y a su relación con la isla”.
La postura del Departamento de Justicia federal provocó malestar en todos los estamentos políticos de la isla, que la interpretaron como una confirmación del estatus colonial y de sometimiento a Washington que algunos sectores denuncian sufre Puerto Rico.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, señaló por su parte que la postura del procurador general de Estados Unidos en este caso, aparte de estar reñida con sus posturas previas, es contraria a toda la jurisprudencia vigente del Tribunal Supremo federal que le reconoce al Estado Libre Asociado un grado de autonomía similar al de los estados de la unión.
El representante de Puerto Rico ante el Congreso en Washington, Pedro Pierluisi, indicó por su parte que el Gobierno estadounidense, a través de Verrilli, rechazó la afirmación hecha por los líderes del gobernante Partido Popular Democrático (PPD) de que la relación entre Estados Unidos y Puerto Rico es un acuerdo que el país norteamericano no puede modificar unilateralmente.