Los millonarios sueñan con un Chile que estuviera instalado lo más cerca de la Casa Blanca, allá en los Estados Unidos. Que los niños al momento de nacer ya hablaran inglés. Más de alguno sueña con tener sirvientes de origen africano.
Los ricos, ese segmento que desde hace mucho tiempos sostiene que son los dueños de Chile, y para los cuales hay senadores/diputados, siempre dispuestos a doblar la rodilla…..y que estiran la mano.
Se ha convertido en un rito, que algunos Ministros vayan a presentarse al conspicuo ramillete de empresarios. Que desnuden sus ideas y que lo hagan sin ponerse colorados. Los ricos necesitan como si de un gladiador raquítico se tratara en el circo romano, que hablen y lo hacen y los ministros los dejan tranquilos, para que puedan seguir respirando.
Muchos de esos del 1% siguen viviendo en los tiempos de la guerra fría. Los domingos en la misa de doce, piden estar cada día más lejos de Bolivia, Ecuador, Corea del Norte, Cuba, Vietnam, y por supuesto de los países africanos pobres, finalmente estar en la OCDE es como ser un cardenal en el Vaticano.
Para el 1% de los habitantes de la patria, les gustaría que Las Condes fuera la capital de Chile, y que Casapiedra la casa de gobierno. Los ricos sueñan con que la CPC y la SOFOFA, sean las que hagan las leyes, eso les permitiría….ser más ricos, de eso se trata estos asuntos para ellos.
Los ricos tienen esa suerte que estén los micrófonos siempre cerca de ellos, para decir lo que les gusta y lo que no les gusta. Para contar que se sienten amenazados. Desde algún tiempo les ha dado por defender la libertad que según ellos está amenazada, y la verdad es que son justamente los que menos han defendido el derecho más fundamental del hombre, eso de ser libres.
Se juntan cientos y cientos para defender la propiedad privada, sus casitas con antejardín. Sus pesadillas consisten en que miles de explotados, con años de hambre atrasada le coloquen en el frontis una bandera descolorida y raída, eso es lo que les asusta.
Pero los ricos, esos emprendedores dueños de los bancos, las isapres, las afp, minas de cobre y otros metales, son unos verdaderos pelafustanes/chupasangre. Lloran como Magdalenas cuando escuchan la reforma laboral, sabiendo que será una precaria retocada al modelo. Piden que se deje por escrito que se debe rechazar la violencia en las huelgas, marchas y pliegos de peticiones, la derecha ignora que en la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, los obreros no estaban armados, ni tampoco en Pampa Irigoin en Puerto Montt, ni tampoco en la matanza de Chiguio, allí quedaron mapuches asesinados por las FF.AA.
Una cosa es verdad, alta como la copa de un pino, el actual modelo económico goza de muy buena salud. No hemos visto ningún letrero de se vende o se arrienda en el frontis de algún banco, o una isapre o una clínica en el barrio alto
El empresariado, ese privilegiado 1% de chilenos les gusta el Chile donde más de la mitad de los trabajadores chilenos gana menos de 300.000 pesos líquidos, eso se define como ciudadanos pobres que no pueden dar respuesta justa a sus necesidades. Allí está instalada la violenta desigualdad, que azota a millones de compatriotas.
Los ricos/potentados en conjunto con sus representantes en el parlamento no dudan en repartirse los recursos naturales, entre ellos el mar, dejo constancia con lo que fue la redacción de la ley de pesca, sin duda la foto más corrupta que se recuerde en los últimos años. Al Chile del 1% no le interesa ese concepto que se conoce como soberanía, para nada. Antes que nada está la ganancia y el beneficio.
Los ricos, esos aperfumados de la UDI, salen a gritar que Chile no necesita una Nueva Constitución, a ellos les gusta la que fue redactada por Jaime Guzmán, escrita en los años de la dictadura, cuando la CNI hacía desaparecer y asesinaba bajo falsos enfrentamientos a chilenos consecuentes y demócratas.
El 1% de esos chilenos ricos, NO quiere que el agua vuelva a pertenecer a todos los chilenos. Chile es el único país donde el agua es propiedad privada. Ellos quieren que la educación siga siendo un bien de consumo, un negocio para obtener beneficios.
El listado de asuntos que deben ser cambiados en la patria es algo parecido a una lista de supermercado, pero deben hacerse, en eso no hay duda, y en lo que también no hay duda es que al 1% más rico no se les debe hacer concesiones.
“Los dueños de Chile somos nosotros, los
dueños del capital y del suelo; lo demás
es masa influenciable y vendible; ella
no pesa ni como opinión ni como prestigio”
(Eduardo Matte Pérez, bisabuelo de Eliodoro Matte Larraín. Diario El Pueblo, 19 de marzo de 1892)