Entre los cerros, y lugar en donde se encontraban los Hornos de Lonquén que más tarde fueron dinamitados y mudos testigos de una de las masacres más horrible cometidas contra 15 campesinos de Isla de Maipo ocurridas el siete de octubre de 1973 tras el Golpe cívico militar, sus amigos y familiares rindieron un sentido homenaje al cumplirse 42 años de acaecidos los hechos.
En representación del gobierno asistió la Seremi de Justicia Lorena Escalona quien destacó los esfuerzos hechos para establecer justicia -agregando- que esa es tarea de los Tribunales y que en este caso específico ya se encuentran en tierraderecha y que se tendrán novedades muy pronto ya que la Corte de San Miguel se encuentra pronta a dictar sentencia-enfatizó-
Otra de las que opinó fue la vicepresidenta de la Corporación Memoria Lonquén Natalia González quien siendo muy joven en esa época en que ocurrieron los hechos hoy trabaja por la verdad y la justicia para que nunca más los chilenos seamos testigos de tanta crueldad y cobardía -sostuvo-
Por su parte Emilio Astudillo Presidente de la corporación y Concejal de Isla de Maipo abordó lo relativo a la escasa justicia y a la falta de compromiso político, destacando el valor de las familias,vecinos y amigos quienes han hecho todo para mantener la memoria viva de estos hechos que desgarran la convivencia la consciencia y la moral -señaló- añadiendo-que hoy falta más compromiso de la clase política que hasta estos días ha fallado en su coherencia para con las víctimas de los violadores de Derechos Humanos.
La jornada estuvo animada por la actriz Malucha Pinto quien no disimuló durante la actividad su tristeza y hasta lágrimas que derramó por lo emotivo de la conmemoración.
Los asistentes recordaron esos negros días en que fueron sacados de sus casas los quince campesinos y hechos desaparecer, en que recorrieron todos los campos de detención y tortura de la dictadura cívico-militar para que cinco años más tarde de su detención tras una confesión fueran encontrados en este lugar apartado de la ciudad y amarrados con alambres de púas sus muñecas y amordazados, muestra de la crueldad de sus captores, todos funcionarios de carabineros del retén de Isla de Maipo