El papa Francisco llamó hoy en la Asamblea General de la ONU a la protección del medioambiente como un elemento clave para garantizar en el planeta la inclusión política, social y económica. En su intervención ante la plenaria de los 193 países miembros de la ONU, el Sumo Pontífice señaló que existe un estrecho vínculo entre la destrucción de la naturaleza por los poderes y ambiciones desmedidos y la exclusión.
Asimismo, defendió los derechos del medioambiente, porque los seres humanos son parte del mismo y no pueden vivir ni desarrollarse sin un entorno favorable, y todos sus componentes tienen un valor.
“Cualquier daño al ambiente es por tanto un daño a la humanidad”, advirtió Francisco, quien expuso aquí que “para todas las creencias religiosas, el ambiente es un bien universal”.
De acuerdo con el Santo Padre, los organismos financieros internacionales deben evitar ese fenómeno y velar por el desarrollo sustentable de los países, al limitar todo tipo de abuso o de usura.
En su intervención ante 160 jefes de Estado y de Gobierno, el Sumo Pontífice recordó que en el mundo existe gran desorden causado por las ambiciones descontroladas y los egoísmos colectivos.
“Dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica de justicia, significa que ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales”, expresó en la sede del organismo internacional.
El Obispo de Roma también se refirió en sus palabras a la importancia de Naciones Unidas para enfrentar los desafíos existentes en el planeta y destacó el 70 aniversario de su creación.
Aún son muchos los graves problemas no resueltos, pero serían peores sin los esfuerzos de esta organización, dijo en la Asamblea General, donde varias veces fue interrumpido por aplausos.
De acuerdo con Su Santidad, resulta clave una mejor adaptación a los tiempos y que todos los países cuenten con iguales oportunidades de participación en la toma de decisiones.
En ese sentido, instó a que órganos como el Consejo de Seguridad de la ONU y los encargados de lidiar con temas financieros garanticen mayores espacios de participación, “porque eso ayudará a limitar abusos y usuras contra los países en vías de desarrollo”.
Respecto al caso particular de las organizaciones financieras internacionales, las convocó a velar por un desarrollo sostenible sin exclusiones, ni la sumisión asfixiante de los estados a sistemas crediticios que “lejos de promover el progreso, someten a la población a mayor pobreza y dependencia”.
Antes de su intervención, Francisco recibió en la Asamblea General la bienvenida de su presidente para el 70 período de sesiones, Mogens Lykketoft.