El gobierno colombiano y las FARC anunciaron sesiones del diálogo desde ahora hasta el domingo para tratar temas muy complejos del diálogo y la guerrilla, agregó hoy un llamado a resolver las tensiones con Venezuela.
“Fortalecer las relaciones bilaterales entre los dos países es condición indispensable para que en Colombia se consolide la construcción de una paz estable y duradera que irradie influjos de hermandad al continente”, expuso un comunicado de las FARC emitido esta mañana al iniciarse las conversaciones en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
Según los insurgentes, “Venezuela es y seguirá siendo fundamental para la paz de Colombia”. “Tenemos que echarle agua al incendio chauvinista para promover la unidad e integración de dos naciones con una misma historia, hijas de un mismo padre, el Libertador Simón Bolívar”, añadió el mensaje.
Propuso además que “lo más conveniente es buscar, mediante el diálogo constructivo y sincero, la normalización de la situación en la frontera, ojalá con la conformación de una zona binacional de integración y desarrollo que favorezca la fraternidad, la convivencia y la construcción del proyecto de Patria Grande”.
Las FARC expusieron, además, demandas suyas de orden interno colombiano al criticar “el injusto orden social vigente que nos flagela y cuyos responsables son los sucesivos gobiernos que han pasado por la Casa de Nariño” por “la profunda crisis humanitaria que hoy desborda nuestras fronteras”.
Venezuela es uno de los países que garantizan el diálogo colombiano en Cuba, el cual comenzó en noviembre de 2012. Hoy el gobierno venezolano convocó a consultas al embajador en Colombia, Iván Rincón, en respuesta a igual acción de las autoridades colombianas con su representante en Caracas.
La declaración de las FARC sugirió que una ruptura de ambos gobiernos podría influir de manera negativa en las negociaciones de La Habana que buscan un tratado de paz.
Llamó la atención en su declaración sobre el “paramilitarismo (que) no puede destruir los lazos de concordia que históricamente, desde la lucha por la independencia han hecho de Colombia y Venezuela una misma familia”.
No obstante, el nuevo foco de tensión seguramente se suma a los que están ya sobre la mesa de negociaciones del diálogo colombiano, y que no son pocos. El ciclo 40 en marcha se “centra” en la denominada justicia transicional.
El gobierno junto al congreso colombiano buscan medidas que han descrito como iniciativas destinadas a facilitar el camino hacia acuerdos.
No obstante la guerrilla estima que en realidad esa búsqueda se hace a sus espaldas, y las ha descrito como una “improvisación” inadmisible. Reitera además su petición de una nueva constituyente.
El negociador principal oficial Humberto de la Calle declaró, como respuesta, que “con las FARC hemos logrado acuerdos importantes para Colombia”. “No obstante, aún faltan temas cruciales. La fórmula que se adopte en Justicia debe arrancar del reconocimiento de responsabilidades. Debe satisfacer los derechos de las víctimas no solo a la verdad y a la reparación, sino también a la justicia auténtica”, advirtió.