Noviembre 17, 2024

José Miguel Insulza, tercer “Jinete del Apocalipsis”

El Diario, que lleva el ostentoso nombre del dios de los comerciantes y ladrones – El Mercurio – le agrada nominar a sus “héroes” con nombres potentes: por ejemplo, a José Miguel Insulza lo llaman “El Pánzer”, nombre que provoca admiración, autoridad y hasta temor a sus compañeros varones socialistas. Mi padre se daría vuelta en su tumba al constatar que uno de los partidos políticos que fundó – el Mapu –  en pro de la unión de cristianos y marxistas, sus dirigentes actuales se han convertido en uno de los plutócratas de más dudosa moralidad y falta de ética en nuestro país. El intelectual Eugenio Tironi sostiene que la frase de  Augusto Pinochet “hay que cuidar a los ricos” es genial; otro ex Mapu, Enrique Correa, como lobista, es el mejor defensor de los dueños de Penta; Óscar Guillermo Garreton es uno de los jefes de los empresarios contra Michelle Bachelet; José Joaquín Brunner es uno de los jefes de la banda que hace esfuerzos denodados para destruir el proyecto de reforma educacional. El lema del “nuevo Mapu” se ha convertido en “pituto o muerte, venceremos” – el colmo de los colmillos es ser un Mapu cesante -.

 

 

                Muchos de los militantes del Mapu ingresaron a las filas del Partido Socialista, apropiándose de su dirección y repartiéndose los cargos públicos. Si revisamos la historia del socialismo  neoliberal, a nivel mundial, podemos constatar  que son tan corruptos como los antiguos liberales y conservadores – baste recurrir a la biografía de Bettino Craxi, de Tony Blair y de José Luis Rodríguez Zapatero para comprobar este aserto -.

                El llamado “Pánzer” quiso convertirse en una especie de “gran Primer Ministro” durante dos gobiernos de la Concertación; con Eduardo Frei Ruiz-Tagle no se la pudo, pues contaba con su propia “troika” de democratacristianos -; con Ricardo Lagos lo intentó de nuevo, pero se encontró con un jefe autoritario, pagado de sí y gritón, que no le dejó mucho espacio para ser el “primero” de Palacio. El gobierno de Lagos decidió buscarle una muy buena pega como Secretario General de la OEA – “Ministerio de colonias”, como llamaba Fidel Castro a esta institución; por mi parte, desde que me conozco, he gritado “la OEA es como las huevas” -.

                La hazaña más “brillante”, como ministro de Relaciones Exteriores durante el  gobierno de Frei Ruiz-Tagle, fue traer de regreso, sano y salvo, al capitán general Augusto Pinochet Ugarte desde Londres, convenciendo al ministro del Interior de Inglaterra de ese entonces, Jack Straw,  de que el anciano Pinochet estaba “gagá”, cojo y ciego y que la pobre Lucía, su mujer,  tenía que cambiarle a diario los pañales, además, agregaba  que el dictador y genocida iba a ser juzgado en Chile. Para creer esa patraña había que ser ingenuo, tonto, fascista o cómplice y, como el “bueno” de Insulza no corresponde a ninguna de estas categorías, lo cierto es que Eduardo Frei Ruiz-Tagle, sus ministros y Partidos de la Concertación se habían vendido a  la derecha fascista, así, eran mozos de los poderes fácticos, padecían el “síndrome de Estocolmo” o, simplemente, eran pinochetistas inconscientes.

                José Miguel Insulza, que es bastante inteligente, se defiende presentándose como un “repúblico”, defensor de la justicia chilena – como si no hubiera sido una ramera consumada durante la dictadura de Pinochet – declarando que el haber traído a Pinochet desde Londres había sido un “acto patriótico, brillante y eficaz” y que de ser deportado a España, como lo solicitaba el juez, Baltazar Garzón, no hubiera sido juzgado, ni menos encarcelado – Insulza nos cree aún atrasados mentales -.

                Este prohombre, apoyado por Marcelo Contreras – antiguo fundador del Mapu, en Valparaíso –   y otros ex Mapu, intentó convertirse en candidato a la presidencia de la república, para sustituir a Ricardo Lagos, pero Michelle Bachelet, en ese tiempo adorada por los chilenos, no dejó ningún espacio a la aventura del “Pánzer”, y como la estulticia humana carece de límites, este personaje pretende, nuevamente, ser candidato a la presidencia de la república.

Rafael Luis Gumucio Rivas, (El Viejo)

21/08/2015         

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