Si bien el sector público ha sido blanco de una serie de polémicas a raíz de los cerca de ocho mil despidos que contabilizó la Asociación Nacional de Empleados Fiscales el año 2010, en el mundo privado también abundan las malas condiciones laborales y las incansables disputas entre los sindicalistas y los directorio de empresas.
A raíz del caso La Polar, hemos escuchado en estos días los reparos de los trabajadores de las grandes tiendas. Justamente hoy se vive una tensa situación al interior del comercio mayorista, tal como señaló José Salinas, Presidente del Sindicato Paris, Alto Las Condes, quien declaró que “en las empresas del retail bajan los sueldos considerablemente, contratan gente por menores ingresos y los despidos son un tema recurrente, siendo que las empresas del retail no tienen grandes necesidades económicas. Hay una fragilidad laboral que permite despedir gente, los gerentes no tienen compromiso con sus trabajadores sólo con el afán de evitar el pago de sus indemnizaciones”.
Incluso las firmas internacionales tienen dificultades. En estos momentos LAN enfrenta un proceso de negociación colectiva reglada, con lo que los trabajadores esperan recuperar los beneficios que han perdido en estos años de negociaciones unilaterales, cuyas condiciones han sido siempre impuestas por la directiva.
Sin embargo, según indicó el presidente de SERVILAN, Héctor Barría, la empresa presentó una propuesta donde ofrece pocos beneficios, amparándose en el respaldo que les da la Inspección del Trabajo.
El dirigente aclaró que, pese a que LAN tiene una excelente imagen, los trabajadores no gozan de los privilegios propios de esta prestigiosa firma y que es más, ellos, los encargados de la maletería, tienen una dura caga laboral y son discriminados al interior de la empresa.
“Mucha gente piensa que las ganancias de LAN Chile se traducen en mejores sueldos, pero eso no es así, estamos bordeando el sueldo mínimo, mucha gente del sindicato tiene daños físicos por sobrecarga laboral. La empresa hace caso omiso, en vez de hacerse cargo de ello buscan la manera de despedir personal injustificadamente”, sostuvo.
Por estas razones Barría advirtió que refutarán la propuesta de la empresa y que, si a finales de la negociación no logran acuerdos que les permitan mejorar sus condiciones laborales, iniciarán una huelga.
Otro caso similar es el de Starbucks, empresa que también está en proceso de negociación. Este sindicato en nuestro país es el primer gremio en Latinoamérica de la compañía y uno de los más fuertes en el mundo, sin embargo, según afirmó su presidente, Andrés Giordano, la postura paternalista de la empresa permanentemente les impide mejorar sus condiciones de trabajo.
Giordano sostuvo que “dentro de todo, es una buena empresa, pero no aceptan la participación de sus trabajadores para bienes prioritarios. Tú encuentras declaraciones que dicen que los sindicatos sin innecesarios por el clima benevolente, pero esa prepotencia niega la existencia de un sindicato y la libertad de un trabajador a afiliarse, lo que demuestra en cierta manera un fracaso de la gerencia para establecer un equilibrio”.
Los trabajadores exigen que se les reajuste el salario sobre indicadores concretos como el IPC y no a través del mérito, lo que consideran altamente subjetivo, además de que se les entregue algún tipo de bono de colación, para que puedan recuperar el poder adquisitivo que han perdido en estos ocho años.
A esto se suma un escenario de prácticas antisindicales que, según Giordano, irían desde “despidos ejemplificadores” a la amenaza de pérdida de beneficios, lo que ha mermado el nivel de adhesión a la organización sindical. En esta línea los trabajadores anunciaron que, de continuar la cerrazón de los altos mandos a dialogar con los trabajadores votarán un paro indefinido.