Tiendo a repetirme. Y si hay alguien que lee lo que escribo, estará asintiendo con cara de resignación. Pero lo hago porque me preocupo y porque me angustia que nuestra clase política no lo haga y destine semanas enteras a hablar formalidades, amigándose y desamigándose, echándose en cara quien ha recibido más plata de los grupos económicos para conseguir votos con las gigantografías con fotos reshopeadas que nos instalan en nuestras ya insoportables avenidas. En esos trajines no pueden poner la menor atención a lo que discuten los intelectuales y expertos en nuestro país y desestiman todo tipo de hallazgos, con una insensibilidad e ignorancia que merecen quedar plasmadas en la historia. Deberíamos llamar a los últimos 40 años: La Era de la Estupidez.
Según el INE, a comienzos de los 50 nuestra esperanza de vida era de 54,8 años, 52,91 para hombres y 56,77 para nosotras. En 2020 esta será de 80,21 años para todos los chilenos, 77,19 para los hombres, nadie sabe por qué viven menos, y 83,36 para las mujeres, es decir en 70 años ha aumentado nuestra longevidad en un promedio en 25,41 años. La única idea que produjo este resultado en las mentes de nuestros gobernantes, y en especial de nuestros economistas gobernantes, ha sido que el Estado no puede hacerse cargo de los viejos, porque no le va a alcanzar la plata. Por lo tanto, se elimina la solidaridad y que cada cual se las arregle solito y como pueda, para que deje de ser un parásito del Estado. Debe hacer sus ahorros, sacarlos de su trabajo y vivir su vejez de eso. Si no ahorró suficiente, es porque no trabajó suficiente y si su AFP hizo malos negocios con su plata, es culpa del mercado y lo que debe hacer Ud. es preguntarle a HABITAT para que le explique y Ud entienda. Los equilibrios fiscales son sagrados y también la propiedad privada, porque no podemos arriesgar las inversiones de los empresarios, especialmente de los empresarios extranjeros a los que les debemos todo, por sacarles plata para viejos, enfermos, o discapacitados. La compasión y la piedad solo llevan a malos negocios y perjudican a los más pobres, porque el gasto público sin ingresos produce inflación. Alguien como yo, junta 40 millones de pesos en la AFP y tiene una pensión de $230.000 que se acabará cuando se acaben los 40 millones. Como no alcanza mensualmente, debe complementarse con supuestos ahorros o ayuda de los hijos y si se es longevo y se vive más allá de la esperanza de vida, se tendrá que vivir a costa de Moya, no sé qué haríamos sin Moya, porque, a esa edad, los hijos también estarán jubilados y, a su vez, estarán viviendo con pensiones similares, porque también Habitat les habrá explicado y ellos habrán entendido.
Nuestros gobernantes no se meten en estos escenarios, como tampoco en el que se producirá cuando se agoten nuestros recursos naturales. Pesca queda poca, el bosque nativo se reemplazó por pinos que no son eternos, porque destruyen la tierra donde nacen y el poco cobre que queda en Chile, cada vez de menos calidad, se regala. En 1974 la dictadura promulgó el DL600 debido al cual nadie puede hacer tributar a las empresas del cobre. En 2005, Ricardo Lagos, aplicó un royalty de 9%, que se aplica a las utilidades, no a la producción ni a las ventas Con ello, todas las empresas pagan impuestos de primera categoría menos las mineras por el DL600 que las tiene libre de pago hasta 2017. Por el terremoto, Piñera hizo un royalty escalonado, de hasta el 14%, según el resultado operacional. El resultado operacional de las mineras es de un 60%, pero Piñera dijo que si tenían 85% se les aplicaba el 14% del royalty. Pero, en principio están libres de impuestos hasta 2023. Haber osado eliminar el DL 600 en la nueva Ley de Inversiones Extranjeras ha traído toda esta suerte de hecatombe económica que anuncia el Ministro de Hacienda que se ha convertido en el niño símbolo de los grupos económicos. Habla todo el día que no hay plata para las Reformas, sin embargo ya llevamos 8 grupos en los records de Forbes de los más ricos del mundo, incluido el yernísimo Ponce Lerou que comenzó, igual que yo, como empleado de la CORFO, y también Paulmann que nos tiene adornados con un supositorio y que comprando barato, vendiendo caro y dando crédito a intereses usureros, se ha hecho billonario en dólares.
Aparte de los ingresos, la longevidad también es poco sustentable ya que tener cada vez más ancianos desocupados no deja de ser un problema y no solo para los pobres hijos y nietos que deben hacerse cargo de nosotros, sino para la sociedad en su conjunto.
Es aquí donde la intelligentzia debe crear y la verdad es que se necesita mucha creación, porque el desarrollo de la tecnología disminuye crecientemente las fuentes de empleo y en las empresas, fábricas, escuelas, instituciones, los jóvenes quieren que se vayan los viejos a su edad de jubilar, sea para que corra el tiraje de la chimenea, por ahorro en general, o porque la verdad es que algunos viejos se ponen harto huevones, aunque ello no solo se debe en muchos casos a los años cumplidos.
Por eso, la solidaridad es imprescindible, principio que los cristianos dominan, ya que Cristo predicó hasta su muerte sobre la ayuda del más rico al más pobre, al enfermo, al necesitado. Pero como esta no es espontánea, ni sirve entregada individualmente, sería necesario que nuestros gobernantes, desde una visión de país, que supuestamente los ha llevado a ocupar el lugar en que se encuentran, pensaran en formas de impulsar y legitimar el trabajo voluntario de los jubilados. Por ejemplo, ¿Por qué no podría organizar el Estado formas de ayuda de los adultos mayores en los barrios, en hospitales, salas cunas o escuelas? Los adultos tienen mucho que entregar, pero si están integrados a la sociedad. Por ejemplo, ¿por qué las oficinas del Ombudsman no podrían componerse de jubilados ad-honorem, con méritos técnicos, que concursaran por capacidad profesional para los cargos requeridos y que lo hicieran solo por una mínima ayuda para colación y desplazamiento?
Todo esto va unido a una disminución de la natalidad. En Chile, esta llega a 1,8 niños por mujer, lo que no alcanza para la tasa de recambio. Según información del INE, las mujeres que más hijos están teniendo son las de entre 30 y 34 años. En ese tramo la tasa de natalidad subió de 81 nacidos vivos por cada mil mujeres en 2002, a 83,9 en 2012. Entre las de 35 y 39 también subió, de 46,9 a 51, mientras que entre las veinteañeras cayó de 98 a un 83. Esto se debe a la desaparición del matrimonio patriarcal, con el macho proveedor y la mujer en casa, que ha incorporado a la mujer a la vida profesional. Pero, Patricio Donoso, Jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Alemana, informa que en un estudio realizado en 2013 en Estados Unidos, un grupo de mujeres que estaba congelando óvulos afirmó que la principal razón por la que aún no tenían hijos era la falta de pareja. En Chile no hay un estudio como ese, pero en clínicas de fertilidad una de cada cuatro pacientes que llega por primera vez lo hace sin pareja.
Lo de la disminución de parejas y matrimonios estables es otro de los cambios que estamos viviendo, pero por ahora, Señores Políticos, un tema a la vez, ¿Cómo le hacemos con los viejos?
Alicia Gariazzo
Directora de CONADECUS